¿El personaje? Una de las villanas más emblemáticas del cine de los 90. ¿El escenario? La revolución punk de los 70. ¿La historia? La transformación de la dulce Estella en la implacable antihéroe Cruella, contada a través de la creatividad, la moda, una perversa diversión y, por supuesto, algunos dálmatas. En esta entrevista, Emma Stone repasa todos los detalles de su más reciente película.
Por Patricia Luján Arévalos. Imágenes: Gentileza de Filmagic.
No es suficiente para Emma Stone ser una de las mujeres más talentosas, simpáticas y bellas de la industria del cine. Sea en las tablas de Broadway o las pantallas de Hollywood, la actriz de 32 años se ha convertido en una estrella clase A de pies a cabeza.
Su nombre real es Emily Jean Stone, el cual cambió a “Emma” después de convencer a sus padres de mudarse a Los Ángeles —desde Arizona— para perseguir la carrera de actriz con una presentación de PowerPoint. A los 15 años, se reubicó en California con su madre, quien la ayudó a terminar la escolaridad en casa mientras pasaba sus mañanas en audiciones.
Aunque tuvo papeles menores en producciones televisivas, su primer cinematográfico llegó con Superbad (2007). Hizo otras seis películas entre 2007 y 2010, año en que se estrenó su primer protagónico: la comedia Easy A. Desde ahí no paró: trabajó en Crazy, Stupid Love (2011) en la cual realizó la primera de varias colaboraciones con Ryan Gosling; fue elegida para dar vida a Gwen Stacy en el reinicio de la franquicia Spider-Man, y fue reconocida como una de las actrices más versátiles, pues pasa de la comedia al drama según el proyecto que le toque.
Para el 2015, ya era una de las más famosas de negocio, pero la cereza de la torta fue la nominación al Oscar por su trabajo en Birdman or (The Unexpected Virtue of Ignorance) (2014), de Alejandro González Iñárritu. Sin embargo, al año siguiente se estrenó el filme que la consagraría como realeza hollywoodense: La La Land (2016), del Damien Chazelle, nos hizo reír y llorar, y aplaudir desde nuestras pantallas cuando llamaron su nombre para recibir la estatuilla dorada. Dos años más tarde, la película de culto The Favourite (2018) la hizo merecedora de otra nominación.
Con una carrera hecha, los laureles cosechados y un futuro más que brillante, Emma ha sabido encontrar un momento para su vida personal y darle su lugar a la par del trabajo. Durante la grabación de The Amazing Spider-Man (2010), empezó una relación con su coprotagonista, Andrew Garfield, que duró hasta 2015. Luego de dos años, empezó a salir con su ahora esposo, el director de segmentos de Saturday Night Live Dave McCary. El par se comprometió en 2019 y se casó en 2020, y hace tan solo unos meses dio a luz a su primera hija. El 13 de marzo nació Louise Jean McCary, a quien pusieron Jean en honor a la abuela de Emma.
Una nueva faceta
No es la primera vez que Disney se acerca a Emma Stone con un papel en mente. Hace varios años, le ofrecieron el de Cenicienta, que ella rechazó. Aparentemente, estaba esperando el personaje ideal y la chance llegó con Cruella. Para la corporación del ratón, no había otra opción, ella era la única posible intérprete para esta historia de origen.
Emma explica que se reunió con los productores, quienes jugaban con la idea de una historia de origen para De Vil, tras la tendencia iniciada por la Maleficient de Angelina Jolie. “Había mucho que decidir y ver si tenía sentido contar una historia sobre ella, pero el personaje es tan divertido e intoxicante. Tenían interés en descubrir qué podía ser esa historia”, relata la actriz. Así nació Estella, quien luego se transformaría en la infame Cruella de Vil, y es este proceso el que ocupa la pantalla en esta ocasión.
Cuando esta trama fue tomando forma, se hizo evidente que el rol no podía ir para nadie más. Ya en The Favourite (2018) Emma demostró su traviesa habilidad para encarnar personas egoístas y desagradables sin perder el favor del público, así que ¿quién mejor para dar vida a este ser que pasa de ser un huérfano al mejor estilo Dickens a convertirse en una fuerza de la naturaleza guiada por la sed de venganza? Todo esto enmarcado, por supuesto, por una deliciosa malicia.
Al respecto, Emma dice: “Es divertido ver los orígenes de Cruella y nos divertimos explorando qué hace a un villano, cómo las personas pueden ser afectadas por los eventos que les suceden o cómo eligen entre desmoronarse ante el peso de algo o elevarse sobre eso; y quizás, no siempre, llevarlo a un lugar mejor o más moralista. (Esta película) es todo eso, pero de una manera simpática, Disney, excesiva y loca, que también resulta estar llena de buenísima música punk de los 70”.
Realmente, son dos caras de la misma moneda. “Fue fantástico. ¿Cuánto de Cruella hay en Estella y viceversa? Es interesante considerar si es que Cruella es parte de la verdadera ella o si algún evento trágico de su vida le dio forma. La historia nos dice que los seres humanos tenemos eso dentro y podemos acceder a distintas regiones de nosotros, pero nos suceden eventos distintos que sacan a relucir ciertas cosas. Pienso que se trata de una serie de eventos que le sucedieron, algo de eso quedó en lo profundo, y ella lo está aceptando en vez de pelearlo”, asegura.
¿Te sorprendió lo oscura que Disney permitió que fuera esta película?
– Sí, realmente permitieron que Craig (Gillespie) y Tony (McNamara) escribieran e hicieran lo que querían. Definitivamente es oscura para ser de Disney; quizás no para un filme intensa de calificación R, pero sí, es lo más oscuro que vi en una película de Disney en un largo tiempo.
¿Cuál es el vestuario más loco que vestiste como Cruella?
– Mi outfit favorito, que era absolutamente ridículo, fue el vestido que usé en el camión de basura porque tenía una cola de 12 metros de largo. Y eso no estaba unido a la pieza porque, obviamente, no podría moverme a ningún lado. Así que le agregaron al vestido a último momento, cuando me subo al camión para filmar esa escena. Era fenomenal. Quiero decir, nada que fueras remotamente capaz de usar en la vida real.
Para ser honesta, también está esa falda loca con la que cubro un auto. Ese outfit fue épico también. Tratar de subirte a un vehículo a pie y luego cubrirlo por completo en un movimiento de falda, fue simplemente fantástico. Ese es realmente el momento en el que dices: “Estoy en una película ahora mismo”.
Entre Estella y Cruella, ¿qué personaje preferís personalmente? ¿Cuál representó un mayor desafío para vos?
– ¿A qué personaje prefiero parecerme más en la vida? Bueno, sabes, es interesante porque hay cierto rechazo de Estella que llega en un punto. Ella es dulce, pero todavía no está completa. Hay algo de Cruella bastante tentador pues simplemente es quien es, está en plena aceptación y autonomía. Así que estoy un poco interesada en ese mundo de Cruella. Dicho esto, ella hace algunas cosas y hay líneas que no pienso que yo cruzaría, necesariamente. Pero para ser honesta, prefiero a Cruella.
Es divertido ver y seguramente divertido de hacer.
– Es muy divertido. Muchos papeles, si eres una persona como yo, que tiene la cara de goma y siempre intenta contenerla, son una dicha.
Hay un elemento que ayuda a un actor interpretar a un personaje, y es verdaderamente comprender la perspectiva, no creer necesariamente que es el villano de la historia. Comprender su motivación.
– Creo que jamás sería capaz de interpretar un personaje si realmente pensara que simplemente es malo, solo un villano. ¿Crees que una persona mala camina por el mundo pensando que es mala? No lo creo. Pienso que esa persona cree que está en lo correcto. Realmente no tiene sentido para interpretar a un ser humano, pero quizás para algún tipo de robot.
¿Qué fue lo más desafiante de crear a Cruella?
– Dios, no sé. Los acentos representan una curva de aprendizaje. Y cada vez que un personaje tiene una escena emocional muy importante, una que sabes es increíblemente conmovedora y mueve la historia hacia delante de una manera que es necesaria, creo que siempre hay un poco de presión porque solo tienes ese único día y esa única oportunidad para hacerlo. Esa es la diferencia entre teatro y cine.
No importa cuán cansado estás o cómo te sentís ese día, si estás haciendo esa escena, así saldrá. Creo que siempre hay una noche de insomnio antes, cuando sé que filmaremos un momento esencial al día siguiente. Así que, probablemente, eso es lo más desafiante para mí, pero también esa es la razón por la que amo hacerlo.
¿Cómo te deshacés de los nervios? ¿Tenés algún tipo de ritual previo a una escena particularmente desafiante?
– No, no. Simplemente se van a medida que lo hago. Mientras más presente estoy, más rápido se van los nervios. Esa es la razón por la que quería ser actriz, en general, porque soy naturalmente muy ansiosa. Descubrí que el momento en que más presente me siento es al improvisar en comedia o teatro, porque no tengo tiempo de pensar acerca de todas las otras cosas que me preocupan. Solamente hay que estar ahí en el momento. Mientras más presente estás, más se desvanecen los nervios y ese es el gran regalo de la actuación para mí. No se trata de deshacerte de los nervios, sino de usar el presente para moverte a través de ellos.
Cuando eras pequeña, ¿eras fan de 101 Dálmatas?
– Amaba el dibujo animado de 101 Dálmatas, especialmente porque se parecían a sus dueños. Siempre me pareció muy simpático. Recuerdo, de niña, tratar de ver si los perros de hecho se asemejaban y, muchas veces, sí se parecen. Pensaba que Cruella era un personaje divertido.
Contanos acerca de cuando te llamaron para ser Cruella.
– No fue algo tan directo como recibir un llamado. Fue hace seis años, mucho antes de que filmáramos la película. Había una idea… Disney tiene todos estos personajes y se dio una lluvia de ideas. El proceso duró unos cuatro años y diferentes escritores, varias cosas se tuvieron en cuenta, y realmente se sintió como que nunca haríamos la película de Cruella porque, a pesar de que es un personaje tan divertido e interesante, ¿en qué mundo nos gustaría explorarla, que tuviera sentido y constituyera una buena película, que no se sintiera forzado para su personaje?
Creo que la solución fue tomarla y ubicarla en los 70, donde ella es tan Cruella como en 101 Dálmatas, pero tampoco lo es porque tomamos este personaje y creamos una nueva historia para ella, con simpáticas referencias la obra original.
Me parece que una vez que Craig y Tony estuvieron a bordo, la idea empezó a volar y a ponerse muy emocionante. Para mí fue como decir: “Dios mío, estamos haciendo Cruella”. Fue increíble.
En tu opinión, ¿cuáles son las debilidades de tu personaje?
– A partir del hecho de que ella es humana, por supuesto que tiene debilidades. Esta es una película en la que sus fortalezas combaten sus debilidades, al menos para ese personaje específicamente. Esta historia es muy “naturaleza contra crianza”. Algo que ella consideraría una debilidad al comienzo o lo que su madre calificaría como una debilidad suya es su habilidad de enojarse rápidamente, su volatilidad, su reactividad. Esto se convierte en fortaleza a través de su creatividad y su intelecto. Es interesante, me parece que es una película acerca de cómo tus debilidades se convierten en tus fortalezas, de cierta manera.
A pesar de eso, este no es un personaje aspiracional, por así decirlo, excepto por el hecho de que explota su creatividad y quien verdaderamente es, y aprende a aceptar su naturaleza. El personaje original de Cruella de Vil va a lugares muy oscuros y no lo llamaría positivo, pero tampoco es débil.
Sin duda alguna, Cruella es uno de los eventos cinematográficos del año. Es una colisión entre arte, moda, filosofía y autoaceptación, y ya podés disfrutar de esta película en los mejores cines del país, además de Premium Access en Disney+.
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