Nota de tapa

Purahéi Soul

Sinergia que eclosiona en música

Se acercan rápidamente a los 2.000.000 de clics en YouTube con su hit Desapego. La banda lleva ya ocho años de carrera, y en tiempos de encierro y crisis, tuvieron una explosión de nuevos fans y reproducciones. ¿Cómo se dio este empuje meteórico? Hablamos con Jennifer Hicks Enciso y Miguel Narváez Romero para conocer sus procesos creativos y, sobre todo, saber qué los impulsa en su carrera artística.

Por Leticia Ferro Cartes.
Fotografía: Javier Valdez.
Dirección de arte: Gabriela García Doldán.
Dirección de producción: Bethania Achón.
Producción: Sandra Flecha
Prendas: Mango, De Autor, Ancestral.

Este tema, que se queda en todo quien lo escuche, se llamaba Planeta en su primera versión. Así empezó la construcción del éxito que los llevó a ser apreciados alrededor de otro planeta, la Tierra. Habla de un amor tan intenso como el sol, tan sentido como la música que el dúo conformado por Jenni y Migue cantan. Desapego es un romance que se termina en primavera, pero que dejó huella en quienes lo interpretan (y dedican).

Y me quedo che añoite
Vos te fuiste y yo me quedé
Apyta añe’ẽrei con el viento
Y me quedo che añoite
Aunque lejos che mandu’a nderehe
To mimbi nde rekove
Adesea ndéve la suerte
Ha tereho porãite

Desapego (2021)

Cientos de paraguayos ya hicieron sus covers y homenajes a la dulce canción en jopara a través de las redes sociales, y fueron compartidos en las cuentas oficiales de la banda, que mostraron un crecimiento increíble desde que Desapego se lanzó, el 21 de mayo de este año. El video colorido, vibrante y representativo de elementos populares paraguayos termina por hacer de este un hit auditivo y visual. Un arduo trabajo en equipo es el causante del éxito de Purahéi Soul y su Bloque Guaraní.

“Estamos contentos con todo lo que pasa, hay muchos cambios para nosotros, pero estamos felices. Pensamos desde el disco pasado (Swing Guaraní, de 2018) en conectar con la gente, con lo popular. Siempre nos decían o nos etiquetaban como un proyecto artístico de nicho, para un público específico. Con Migue hablábamos de eso porque queríamos que se volviera popular”, cuenta Jennifer Hicks, una de las mitades del dueto de folk-pop contemporáneo, si podemos encasillarlos en un género; algo que les caracteriza es que se sirven de sonidos populares paraguayos y cadencias locales, que luego dotan de un toque contemporáneo.

Fotografía: Javier Valdez.

“Para Desapego, nos basamos en vivencias que nos tocaron con Jennifer. Jenni es inspiración total para mí y las canciones”, nos cuenta por su parte Miguel Narváez, la otra mitad del par. Ambos se profesan una admiración correspondida, que es el motor de su creación artística.

“Con esta canción todo conectó”, sigue Jenni: “Tenemos la atención que queríamos del público, fuera de nuestro espectro. Logramos 50.000 visitas del videoclip por día. Entramos en un ranking de los más virales de Spotify en Argentina, estamos en el número 16”. Otras canciones como Luna, Swing guaraní y Mborayhu asy también ingresaron al top de Spotify en Paraguay gracias a la curiosidad de los oyentes, quienes se han puesto a explorar las distintas creaciones de la banda en esa plataforma.

Nuevas formas de hacer música

Del video participaron, además, Omar Marecos y Julia Peroni, y fue producido por Noelia Romero, quien además realizó la dirección de arte junto al dueto. En él, los cantantes paraguayos recorren diferentes locaciones de Piribebuy y Gran Asunción, y homenajean a la cultura popular con ternura y un cantar sentido.

Fotografía: Javier Valdez.

¿Cómo fue que la canción, ya icónica, se convirtió en la más reproducida, comentada y reversionada de la temporada, y en distintos países? Jenni cree que las comunidades de paraguayos alrededor del mundo tienen todo que ver. El techaga’u nos lleva hacia el suave bálsamo del arte para rememorar afectos lejanos y conectarnos con nuestros sonidos e idiomas.

El quehacer musical de Migue se orientó a la composición y a trabajar con los sonidos y las letras. “El proceso creativo de Desapego se da como parte de sentarse y hacer. Eso funciona mucho conmigo. Me senté una vez y empecé a hacer (risas); cuesta, ¡pero funciona!”, dice espontáneo.

La carrera musical de Jenni y Migue se vio, ciertamente, afectada por los cambios que nos trajo la crisis sanitaria del covid-19, como la de todas las personas que viven del arte musical. Sin embargo, no todo aspecto fue negativo. Guti González (de Proyecto Guten) —director audiovisual, colaborador musical, productor y realizador del video— les insistió en materializar un corte promocional. “Al final lo grabamos, estaba maquetado y ahí cayó la pandemia. Se canceló la gira”, relata Jenni.

Por eso tuvieron que dejar de lado las múltiples presentaciones que tenían previstas por países como Estados Unidos, Israel y España. “Guti nos propuso grabar antes de empezar a viajar de nuevo, y tener al menos una maqueta lista. Quería grabar Barquito akãhatã, otro tema del disco nuevo”, indican.

Fotografía: Javier Valdez.

Por otro lado, el impacto de Desapego le permite a Jenni pensar en la estabilidad económica que acompaña alcanzar un éxito: “Cada tres meses hay regalías que cobrar y el tema suena en la radio: eso da una promoción constante al proyecto. Esperamos que las demás canciones también sean hits porque son hermosas, ¡para nosotros todas lo son!”.

Fue así como se cristalizó la creación que hoy los lleva a navegar el mar musical propulsados por internet y alcanzar un lugar en los corazones de paraguayos en todos los rincones del globo. La melancolía agridulce melódica, los finos arreglos vocales y un espíritu juguetón hacen de este un futuro clásico en el pop nacional.

Un colectivo sólido para crear

El disco anterior se hizo de forma totalmente diferente. La producción musical fue del argentino Willy Suchar de Kamikaze Records, muy al estilo de grabaciones de rock nacional de la década pasada, según cuentan Jenni y Migue. “Llamamos a músicos sesionistas de Argentina y Brasil, y ciertas partes las hicimos con la Orquesta Sinfónica de Asunción”, precisa ella.

Fotografía: Javier Valdez.

Esta vez, Purahéi Soul decidió dar un giro y determinó que ellos mismos producirían el material y gestionarían la grabación. La intención fue buscar un sonido más minimalista, donde las voces sean el centro del ADN del álbum y de su producción que, al igual que el equipo cooperativo con el que trabajan, se llama Bloque Guaraní.

“Siempre fuimos un dúo de voces y eso se fue reafirmando con el tiempo, por cómo lo sostuvimos. El trabajo se basa en nosotros dos”, cuenta Jenni. Migue comenta que Bloque Guaraní significa mucho para ellos: “Así se llama el segundo disco, en homenaje a nuestro equipo: creemos que es un bloque para salir afuera, a demostrar al mundo de lo que Paraguay está hecho. Tenemos varias artes trabajando para que el grupo sea lo que es”.

“Nos asumimos como un proyecto multidisciplinario. Trabajamos también la estética y la moda, con Cami Orué en el estilismo y vestuario, y con Verónica Pereira en el maquillaje”, indica Jennifer. Milciades Faking Torres es el productor, un rol antes desempeñado por la misma cantante.

Sobre el nuevo sonido que querían imprimir al material, para Jenni implicó identificar talentos que ya participaron en Swing Guaraní. “También lo conversamos mucho con Juan Romero, nuestro ingeniero de sonido, quien fue operador en el disco anterior pero como parte de Kamikaze Records”, explican. Reclutaron a Juan, quien les dijo que contaran con él, y después tuvieron acceso a financiación a través de un programa del Fondec.

“Abrimos los ingresos y compartimos entre todos, para lograr estabilidad”, acotan. Purahéi Soul se enorgullece de buscar mecanismos cooperativos de redistribución de la renta generada por la industria cultural de la que son parte, ¿y qué mejor manera de hacerlo que en grupo?

El Bloque Guaraní de Purahéi Soul: Camila Orué, Jess Rivas Vierci, Juan Romero, Jennifer Hicks, Miguel Narváez, Milciades Torres y Guti González. Fotografía: Javier Valdez.

A Jenni y Migue les preocupan las desigualdades de la industria, y por eso decidieron que la banda que los acompaña la conformaran solo mujeres sesionistas: Paula Rodríguez (bajo), Mar Pérez (trompeta), Lara Barreto (saxo), Diana Quiñónez (trombón) y Yuyu Morel (batería). El equipo se compone, además, por Juan Romero, ingeniero de sonido; Guti González, productor musical y realizador audiovisual; Jess Rivas Vierci, content manager y diseño gráfico; Milciades Torres, management y bookings; y en diseño y estilismo, Camila Orué. El dueto comparte la dirección general.

Caminos que se entrecruzan

¿Cómo se dio el encuentro de este icónico dúo? “Nos conocimos en un seminario de jazz en la licenciatura en Música de FADA-UNA. Nos presentó la trompetista, Mar Pérez”, rememora Jenni. “Comenzamos a cantar standards de jazz y blues, y a componer también. Da la casualidad de que nunca compusimos en esos estilos, siempre nos sale un 6×8”, detalla él.

Miguel Narváez cantando en Televisa.

Jenni muestra con orgullo el video de un pequeño, histriónico y decidido Migue en YouTube, cantando Mi superavión en un escenario de Televisa, un rocanrol con la potencia que lo caracteriza. En él, con toda la soltura del mundo, cuenta lo mucho que ensayó para su presentación y, además, el apoyo que recibió de sus padres para llegar a ese importante escenario.

“Cuando tenía ocho años, mi profe de primer grado ‒llamada Cristina‒ me pilló tocando la armónica y me la quitó porque era un kilombero, y llamó a mi mamá, que no me devolvió el instrumento. Ya no sabía cómo llamar la atención en clase; entonces se dieron cuenta de que yo afinaba y sabía cantar, y me invitaron al Festival de la Familia. Ahí empezó mi carrera artística”, comparte entre sonrisas.

El padre de Jenni es el reconocido exjugador de fútbol Ramón Ángel María Hicks, deportista también cantante y compositor. Ella se crió rodeada de música en su casa, desde pequeña. “Mi papá compone y canta, canté toda mi vida con él. Le gusta la música latinoamericana y de autor. Es fan de Joan Manual Serrat y Pablo Milanés”, detalla. Como se dedicaba al fútbol, los llevó a sitios como Sabadell, Oviedo, Alicante, Buenos Aires, Santa Cruz (Bolivia) y Campinas. Cuando eso, ella cantó como solista en París y Dubái.

Fotografía: Javier Valdez.

Con Purahéi Soul también tocaron en varias ciudades y pretenden seguir haciéndolo. “Yo disfruto todas las partes del proceso, podría vivir de gira. Pero sé que eso vuelve. El trabajo de un artista es cíclico”, revela ella.

“Pensamos ir a Madrid, Barcelona o Berlín, en el futuro. En España la comunidad latinoamericana nos encantó. Se habla mucho de la influencia europea por ‘conquistarnos’, pero nosotros influimos muchísimo en ellos”, asegura y cuenta que, al comienzo, tenían muchas ganas de viajar, pero ahora, por el contexto, lo ven distinto, con otra manera de planificar. “Es muy sólido lo que sucede. Salir al mundo fuertes y desde Paraguay es lo ideal”, asevera Jenni. “Espero que el arte aquí se levante, que haya más músicos en festivales internacionales que demuestren la calidad que tenemos. Veo a Purahéi Soul en los Grammy en el futuro”, concluye él.

La música de Paraguay tiene como claros embajadores a varios músicos contemporáneos que forman parte de una oleada que da un nuevo giro al folklore. Se alejan del purismo tradicional y son más cercanos a distintas vertientes, géneros y estilos que combinan influencias locales y foráneas. Esta corriente está conformada ‒además de Purahéi Soul‒ por exponentes como Nestorló y Los Caminantes, Francisco Russo, Tierra Adentro, Tekove, La Nuestra y Bohemia Urbana.

Jenni y Migue además participan del certamen Canta conmigo Paraguay, emitido por Telefuturo, por lo que su carrera está despegando en distintos niveles. El futuro lanzamiento del prometedor disco, Bloque Guaraní, cuenta con 12 temas, cuyo primer corte, Desapego, fue la punta de lanza que abrió la estela para el éxito asegurado del talento del colectivo capitaneado por el dueto. La escena musical local está resurgiendo luego de tiempos aciagos, y la labor de Purahéi Soul y su gran equipo dan cuenta de ello.

Fotografía: Javier Valdez.

Detrás del 6×8 pop de Purahéi Soul

Desapego nació del experimento y la colaboración del dúo Purahéi Soul con Guti González, y fue inspirado por el popular jahe’o de las músicas paraguayas tradicionales. Se destaca por el color intenso de las voces de ambos cantantes, que se deslizan por armonías de la canción, de agudas a graves, con soltura e intensidad. “Me veo como un colaborador en la búsqueda de ese sonido. Ellos tenían clara la conceptualización, esa fusión entre lo tradicional y lo más contemporáneo”, cuenta Guti, quien, además de realizador, es también músico.

El guión del videoclip fue realizado por todo el equipo. “Me parece hermoso crear así, cada uno aporta desde su lugar y su propia experiencia para hacer algo superlindo entre un montón de gente. Cuando estábamos trabajando en el track un día paró el mundo, fue una coincidencia que el camino que decidimos seguir luego se volvió algo muy universal y presente en la gente. Realmente es una canción que fue escrita y cuya producción arrancó antes de la pandemia. Tiene la fuerza de todo lo que atravesamos individualmente para seguir acá, haciendo arte”, revela el creador.

“Nada nos pertenece ni es eterno. Es el aprendizaje que nos da el dejar ir y poder agradecer a pesar de la distancia y del final de una historia”, cuenta la banda. En la guitarra colaboró Pedro Martínez, Paula Rodríguez en el bajo, Gonzalo Resquín en percusiones. Por su parte, Guti González y Marcelo Soler aportaron los beats, ese giro más urbano, y los coros fueron hechos por Nico Vera y Susan Zaldívar. La ficha técnica de la canción menciona además a Miguel Narváez en los arreglos, a Juan Romero a cargo de la grabación y mezcla, y el máster fue del argentino Andrés Mayo.

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