La esperanza de un mejor devenir en el Bañado Sur
La danza y las historias de vida se entremezclan en Habitantes, proyecto audiovisual que invita al espectador a sumergirse en una realidad llena de esperanza y sueños de la mano de sus protagonistas, residentes del Bañado Sur. El elenco está compuesto por bailarinas del colectivo Alas Abiertas, con la dirección de Javier Valdez y Sergio Núñez.
Por Karina O. Conteiro. Fotografía: Fernando Franceschelli, Javier Valdez y gentileza.
Habitantes vio la luz el sábado 23 de abril. El material en formato videodanza, al estilo de cortometraje documental, es dirigido por el realizador audiovisual Javier Valdez y por el coreógrafo Sergio Núñez. En este proyecto se exploran las vivencias de seis bailarinas de uno de los barrios más emblemáticos y estigmatizados de Asunción, el Bañador Sur. En sus casi 20 minutos, se expone la realidad que atraviesan las integrantes del elenco Alas Abiertas, quienes, en su mayoría, residen en esa zona que, muchas veces, se ve afectada por inundaciones. A partir de sus movimientos, cada una relata sus sueños y aspiraciones, así como las dificultades que atraviesan al dedicarse al arte.
“Me siento parte del Bañado. Mi vida en los últimos 12 años ha transitado por ahí. En un momento me dije que era hora de rendir un homenaje a este sector y a ellas también, como las mujeres en las que se fueron convirtiendo”, cuenta Sergio Núñez, bailarín y coreógrafo, quien dirige Alas Abiertas, un espacio que busca que los niños y jóvenes con discapacidad o con necesidades educativas especiales se acerquen a la danza y la experimenten como parte de su formación y enriquecimiento personal.
Desde 2013, Sergio se encarga de impartir clases a ese grupo de chicas del Bañado, lugar que conoce muy de cerca las situaciones límite que atraviesan todos los días sus habitantes, que durante mucho tiempo coincidieron con el difunto jesuita sevillano Francisco de Paula Oliva, conocido como pa’i Oliva, figura de la lucha social de nuestro país.
A criterio de Sergio, las bailarinas de una zona tan vulnerable tienen un gran mérito por el desafío que viene con las escasas oportunidades que se presentan. “Los padres necesitan que estudien una carrera que genere ingresos, y rápido. Que salgan a laburar lo más pronto posible. Decidir formarse como bailarina es todo un tema de resistencia y empoderamiento por parte de ellas”, explica el director. Con años de experiencia como coreógrafo y educador, él fue parte de las vivencias y necesidades del elenco.
Testimonio audiovisual
La idea para Habitantes nació de Sergio a finales de 2021. En poco tiempo logró dar forma al proyecto, entre la elaboración del borrador, los ensayos en el aula y la búsqueda de locación en el barrio. La propuesta llegó a Javier Valdez, quien tomó el trabajo de dirección y cámaras. La elección se basa en los años de trabajo en conjunto que llevan ambos profesionales con varias conceptos del mismo estilo. “Él (Javier) tiene una carrera en la videodanza bastante amplia en el país, y confiamos en su visión, su ojo y su trabajo para entregarle nuestro proceso, para que él lo plasme en la pantalla, porque es muy diferente en el escenario”, relata el bailarín. El rodaje fue en febrero, luego de un mes de ensayo. “El material tiene muchos cruces de género. Primero planteamos videodanza, y después le propuse a Sergio algo más ambicioso, con más peso, que llegara no solo con el baile, sino también con el lugar”, cuenta por su parte Valdez.
A medida que el proyecto tomaba forma, se dieron cuenta de que escuchar las voces de las protagonistas era clave para dar contexto a la historia que buscaban transmitir. A partir de la idea, dieron lugar a la entrevista y se salieron del formato tradicional de la exposición frente a la cámara. Para ello, intervino el sonidista Javier Palma, quien se encargó del diseño sonoro.
“Dijimos, entonces, que es un documental porque narramos una historia a través del movimiento, pero también estamos relatando dentro del contexto del lugar. Las escuchamos a ellas contar anécdotas de sus familias, sus sueños y anhelos; de lo que están haciendo, sobre la danza y lo que les provoca”, añade el realizador audiovisual.
En cuanto a la parte técnica, Javier Valdez quiere transmitir las sensaciones que las mujeres cargan en el lugar donde viven a través de capturas fotográficas, que fueran algo más que solo buenos encuadres. “Yo lo que busco siempre es traspasar un poco la imagen para transmitir eso: sentimientos, sensaciones, emociones, todo lo que uno experimenta por dentro”, explica y añade que de esa forma también permite que se cree un vínculo de empatía con lo que se muestra.
Las protagonistas
En Habitantes se escucha a cada una de las chicas que forman parte del elenco Alas Abiertas, quienes desde muy pequeñas apostaron por el sueño de ser bailarinas. Allí, cuentan el duro proceso de crecer y elegir el camino que más les conviene a futuro, pasando por alto sus deseos para apostar por un mejor porvenir. Algunas estudian una carrera con la esperanza de que, a corto plazo, les ofrezca un ingreso fijo; otras arriesgan años de su vida para que más adelante, en una situación distinta, puedan regresar a la danza; solo una, que es menor de edad, se mantiene esperando para apostar al camino correcto cuando cumpla 18. Al elenco lo componen Camila Flor, Fiorella Céspedes, Griselda Franco, Lorena Céspedes, Mirian González y Jessica Díaz.
“El apoyo de las familias es fundamental, hay chicas con discapacidad también, entonces si no existe una contención y un apoyo de ese lado, esto sería imposible”, refiere Sergio. Esta realidad es una constante en barrios carenciados, en donde elegir no es una opción y apostar por lo seguro es lo más acertado.
“Las familias ven cómo la danza les es útil para el día a día; no solo van para mover el cuerpo, sino que también les sirve. Porque la danza, en su manera de encarar las cosas, tiene que ver mucho con la vida, igual que el teatro o las artes en general”, acota Javier y añade que, actualmente, el respaldo de la familia de cada una de las integrantes del elenco se siente, dado que se dan cuenta de que ellas mismas están consiguiendo trazar otro camino muy diferente al común denominador que tiene cabida a esa edad, como el embarazo adolescente. “Es como otra parada, están empoderadas, saben que pueden realmente hacer cosas distintas”, agrega Valdez.
“Es complicado, en todo estrato social siempre el ser artista y las artes son cuestionados. Creo que, más que una vía de escape, es un camino de transformación de las personas. El arte te transforma”, expresa por su parte Sergio. Asimismo, también resalta que no se siente como un profesor para ellas, más bien es alguien que forma parte de la vida de cada una, entre anécdotas y situaciones cotidianas que enfrentan, y que se salen del marco de la relación directa con la danza. “Cuando atraviesan algún acontecimiento dentro de sus contextos, vienen y me explican, me hablan y tratamos de solucionar entre todos. Nos apoyamos mutuamente”, asegura.
Dúo creativo
Javier Valdez y Sergio Núñez llevan una relación de muy larga data, con un primer proyecto de videodanza del 2002 titulado Detrás de la piel, dirigido e interpretado por el artista chileno Juan González, en compañía de Núñez y filmado por Valdez. Luego, en el 2008, otro material de videodanza los uniría con El prado, proyecto en conjunto para Alas Abiertas, bajo la dirección de Javier y la coreografía de Sergio. “Hay una confianza enorme en su criterio, su visión, su mirada y su exigencia a la hora de estar en campo”, menciona Núñez. A este historial se le suman Mujeres: sinónimos y derivados (2020) y esta última creación, Habitantes (2022).
En solitario, Sergio se desempeña como coordinador del proyecto Alas Abiertas. Además de bailarín y coreógrafo, es también gestor cultural. Ha formado parte del elenco del Ballet Folklórico Nacional Pucará de Santiago de Chile, del Ballet Nacional del Paraguay y de la Compañía Intermitente de Danza Contemporánea y Artes Integradas, e hizo giras por Estados Unidos, Brasil y Argentina.
Como docente y coreógrafo imparte clases de danza contemporánea en diferentes instituciones de educación especial y programas de formación para jóvenes en riesgo de exclusión social, además del Alas Abiertas. Asimismo, es coordinador artístico de las muestras abiertas del proyecto, donde realiza diferentes coreografías para jóvenes con necesidades educativas especiales.
En su haber, Javier Valdez lleva un poco más de 20 años en el oficio de fotógrafo. Para él, esta disciplina es una forma de expresión con la que puede transmitir mucho más. En 2005, expuso La vida: de amores y dolores, un ensayo que trabajó durante más de tres años. En 2008 realizó Prohibido llover en primavera, un ensayo fotográfico en el marco de un proyecto de danza y discapacidad en Paraguay. En ese proyecto, durante mucho tiempo hizo seguimiento mediante retratos a niñas, niños y adolescentes que tomaban clases de danza contemporánea. Casi una década después, en 2017, llevó adelante Miradas íntimas, un encargo con temática libre para una compañía de celulares, donde eligió retratar a personas de manera aleatoria bajo diferentes contextos.
Valdez llegó a declarar que hubo un tiempo en que le atraía fotografiar el color rojo y que, a partir de allí, comenzó a conectar con un tema que le preocupaba mucho en cierta época, especialmente porque repercutía en personas cercanas a él: el sida.
A ambos, haber trabajado con este elenco les generó una satisfacción enorme. “A nivel personal es verlas expresarse. Van madurando como personas y ya comienzan a tomar sus propias decisiones; a nivel profesional, ellas ya conocen los procesos en los cuales nos apoyamos para trabajar. Entonces, prácticamente cada una sabe lo que tiene que hacer y trata de entregar lo mejor de sí, como intérprete y bailarina”, describe Sergio. En tanto, Javier asegura que trabajar con ellas fue muy fácil: “Captaban muy bien lo que se les pedía, primero con Sergio como profesor de danza, y después lo que yo requería como director audiovisual frente a cámara”.
El corto documental tuvo su estreno el sábado 23 de abril en el Centro Cultural Paraguayo-Alemán. Bajo la dirección de Javier Valdez y Sergio Núñez, el material también contó con el arte sonoro y la captura de sonidos a cargo de Javier Palma. La idea original fue de Sergio Núñez, con coreografía a partir de la creación colectiva del elenco. Habitantes contó con la financiación del Centro Cultural Paraguayo-Alemán, con el apoyo del Centro Cultural de España Juan de Salazar, Bazzar y Espacio RO-CA.
Si bien tuvo un preestreno exclusivo a finales del mes de abril, la idea de que haya una proyección en el Bañado Sur es el siguiente objetivo de la producción. La prioridad también está en enviar el material a distintos festivales de cine y videodanza en el extranjero. “Es un homenaje a la gente de la zona, y también está dedicado a un habitante del Bañado Sur que es eterno: el pa’i Oliva”, cierra Sergio.
Sin Comentarios