Teatro

Flavio Mendoza

Del circo familiar al mejor espectáculo de la historia argentina

Este año se cumple la primera década del show que revolucionó la historia de las tablas argentinas: Stravaganza. En esta nota, entrevistamos a su creador, el maestro Flavio Mendoza, sobre el pasado, el presente y el futuro; las moiras de su creación artística más resaltante.

Algunos asocian a Flavio Mendoza con el show de tevé argentino Bailando por un sueño, pero la gran mayoría lo conoce por sus talentos. Flavio es bailarín, coreógrafo, actor, acróbata, director artístico, ¡de todo! Pero en el momento en que conocemos su origen es cuando todo cobra sentido: es la quinta generación de una familia circense y, de hecho, nació en el circo.

Mucho de su carácter minucioso y estricto tiene que ver con ese origen, donde se formó. “Los cirqueros, querida, somos todoterreno”, afirmó con orgullo. De hecho, se sorprendió al ingresar al teatro, donde veía a los bailarines con camerinos y espejos con focos, después de salir de su ambiente anterior, donde tenía que trabajar en el barro y maquillarse con un espejo de mano, entre número y número. “En el circo yo trabajaba igual, fue mi gran escuela y es la gran escuela, es el espectáculo madre de todos”, se emocionó.

“Conocí a un gran bailarín, que fue Michael Jackson, y me abrió el panorama de todo. ¡Descubrí que quería bailar!”, nos contó. Si bien en el circo familiar les enseñaban danza por cuestiones de postura para los números, no se hacía énfasis en este arte. Su hermana empezó su carrera artística en el teatro y entonces Flavio se enamoró de ese mundo.

“Nunca dejé al circo de lado. Creo que lo que me hizo diferente a los demás bailarines es que tenía ese plus de la acrobacia y, en ese entonces, cuando empecé a bailar, no existía eso”, rememoró. Entonces, el que bailaba, bailaba; quien cantaba, cantaba, y no se veían artistas multifacéticos: “Eso cambió en los últimos 20 años”.

Fue de casting en casting hasta que logró su primer papel y empezó a trabajar en un teatro: “Ahí empezó esta enorme locura que desembocó en el gran show que es Stravaganza”. Como artista y como director, Flavio es muy exigente consigo mismo y con su equipo, porque sabe lo que pueden lograr: “He tenido que hacerme productor de mis propios espectáculos para lograr ver lo que quería arriba del escenario”.

“No quería ver un producto berreta y solamente hacer plata, ¡no! Respeto a quien lo haga, pero no tienen mi admiración, ¿qué le están dando al arte? Porque no se trata solo de bailar, cantar o actuar”, explicó. Stravaganza no es un espectáculo más, en él se conjugan todas las artes en las que Flavio muestra destreza y muchas otras, en un show que supera lo onírico.

Flavio ya se había hecho conocido en su país como director y realizaba shows de revistas, pero necesitaba algo que lo desafiara. “Veía que no había un espectáculo y que los productores iban solamente a los números: la presentación, el cuadro de la vedete, el cuadro del humorista”, criticó. Entonces decidió buscar hacer algo que, según contó, nunca antes se había visto: trabajar en un concepto articulador.

Para él, su creación tiene que ver con muchas cosas. “Desde lo personal, desde lo cultural, donde creo que pudimos elevar muchísimo la cultura del entretenimiento, Stravaganza es como un hijo más, está muy metido en mi corazón, le tengo mucho amor y significó demasiado. Yo venía de una gran inestabilidad económica y con la obra logré comprarle el techo a mi mamá”, nos contó emocionado.

Carlos Paz: donde todo inició

El primer paso fue construir un teatro específicamente para Stravaganza. “Mis padres, mis colegas, no daban dos pesos por mí, recién me había hecho conocido con el Bailando”, recordó. Y la verdad es que él también dudaba. La respuesta la dio la gente: “Al final de la primera función, recibimos aplausos de pie, nunca había visto que la gente saltara de la butaca”. Flavio preguntó si les había gustado y todos le respondieron con un rotundo y unánime sí. Cayó arrodillado.

A partir de ahí, los hechos se fueron sucediendo y el éxito quedó demostrado por la admiración popular. Se agotaron los boletos al show una semana antes. El espectáculo se extendió por tres meses. “Creo que fue la temporada más extensa en la historia de nuestro país, porque se alargó… un montón. El público nos pedía las entradas por favor, porque la gente de verano iba por unos días nada más”, contó eufórico ante el recuerdo del primer gran éxito.

De hecho, detalló que su ganancia fue casi nula. Pese a la millonaria facturación, el deseo de Flavio era lograr marcar un antes y un después en la historia: “Y la verdad es que no me arrepiento, es maravillosa la evolución que ha tenido el espectáculo. Lo que vamos a llevar es un Stravaganza, 10 años mejor, se ha superado, tiene una tecnología increíble y artistas de la hostia. Estoy muy orgulloso con el espectáculo”.

El único objetivo de Flavio era cumplir el sueño, armar un espectáculo de estas características y que “la gente lo ame como lo amé yo desde el primer momento, cuando lo empecé a gestar”. Y la otra cara eran los productores, que se habían arriesgado con la inversión. Objetivos cumplidos: Stravaganza fue un éxito que incluso ganó el Carlos de Oro en el 2022 y fue denominado a Mejor Espectáculo de la Historia en Argentina.

El primer decenio

Water in Art fue el concepto del primer espectáculo; después vinieron Estados del tiempo, Stravaganza tango y Mahatma, que si bien no forma parte del show en sí, lleva el sello ineludible de Flavio Mendoza.
Este año se redobla o se triplica la apuesta con Stravaganza, 10 años, para el cual la temática gira alrededor del pasado, el presente y el futuro.

Y no fue fácil, porque venimos de una pandemia que nos afectó en lo más profundo. De hecho, Flavio fue uno de los artistas que reclamaron medidas de protección de parte del Estado para trabajadores del arte y la cultura en su país. “Ahora me estoy dando el gusto de regalarme el hacer este espectáculo, que es algo tan maravilloso, ¿no?”, confesó.

El humor debe estar sí o sí. “Busco siempre un humorista que ya tenga su impronta; si bien yo lo adaptaba al producto que deseaba hacer, quería que tuviera su propio momento, que se luciera como artista”, mencionó. Este año, Flavio tenía la intención de contar otra cosa: los 10 años del espectáculo y los 10 años de su vida; lo hace con tres actores que representan el pasado, el presente y el futuro, como las moiras griegas.

Lo que caracteriza a este show es la emoción. “Es muy difícil que un espectáculo te emocione hasta las lágrimas, pero nosotros contamos algo bello que tiene que ver con la superación, con los sueños, con eso de no bajar los brazos nunca ante las adversidades”, destacó. Y agregó: “Tiene mucha verdad y mucho corazón”.

Los talentos

Cada temporada de Stravaganza se tornó una escuela. “En el show, quien es bailarín termina como acróbata; el acróbata se vuelve bailarín; el que no cantaba empieza a cantar, y así”, describió. El ensayo lleva muchos meses. El show posee más de 30 artistas en escena, con un impactante despliegue visual, acrobático y hasta acuático.

Él se describe a sí mismo como muy exigente, pero menciona que su carácter se dulcificó desde la llegada de su hijo, Dionisio, a quien pude ver mientras jugaba bien cerquita del padre; no se quería ir: “Mi carácter cambió mucho desde que soy papá; ya no hago rabietas como antes. Eso sí, siempre soy muy estricto”.

Stravaganza en Paraguay

El espectáculo viene a Paraguay tal como fue concebido. “A mí no me gusta cuando se vende algo y después sale la mitad de las cosas. Nosotros vamos tal cual. Tenemos más de 180 metros de pantalla, el escenario es hidráulico con movimiento, llevamos las piletas. Es muy complejo el show, viajan 10 camiones”, comentó Flavio.

Son más de 30 artistas en el escenario y más de 30 detrás de escena: “Es una apuesta muy grande, tanto para los productores de Paraguay como para los de Argentina”. Pero se meten a la pileta con ganas, pues el espectáculo ya tuvo una importante venta de entradas anticipadas e incluso agotó sectores. “Ojalá se tengan que agregar y agregar funciones, así nos quedamos varios días. Pero por ahora solo tenemos el fin de semana del 4 y el 5, que sabemos que va a explotar”, expresó.

“Probar cómo funciona lo que hago en otro país me resulta adrenalínico, hasta me duele la panza; es otro país por más que estemos al lado y seamos hermanos; tenemos otros gustos y otras concepciones de mundo”, confesó. Pero agregó: “Creo que en Stravaganza logré un poco superar eso, crear un humor para todos, un espectáculo familiar en el cual se pueden divertir grandes y chicos”.

“Pienso que lo más parecido que de por ahí llegaron a ver fue el Cirque du Soleil, pero lo mío tiene corazón”, se rió. Contó que se siente orgulloso de que la gira internacional empiece por Paraguay, porque ya desde hace un tiempo que desea venir: “Por fin se da y en este megaestadio que es la Arena del SND, que es maravilloso”.

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