Es periodista, conductor de radio y televisión, escritor y columnista.
Dos palabras que te definan: Apasionado y escéptico.
Un libro que te marcó: ¡Tantos! La ciencia en el alma, de Richard Dawkins; 1984, de George Orwell; Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar; Ficciones, de Jorge Luis Borges.
Película preferida: Desde El padrino y ET, pasando por todas las de los Avengers y La guerra de las galaxias, hasta Parásitos, Las herederas y El rey león.
Comida favorita: La japonesa y un vori-vori de pollo.
¿Cómo describís el periodismo del siglo XXI?
El periodismo será siempre lo mismo: contar buenas historias y revelar aquello que la gente con poder oculta. Si lo hacemos en un diario, página web, podcast o TikTok, da igual.
¿Te sentís más cómodo con el micrófono o el papel?
Siempre estaré más cómodo en la radio, pero amo escribir.
¿Te parece que la inmediatez de las noticias está sobrevalorada?
Hoy más que nunca. La primicia ya no tiene la importancia de antes, lo que importa es la forma en que se cuenta la noticia, su contextualización y su interpretación.
De todos tus shows de radio y televisión actuales, ¿cuál disfrutás más?
Mi espacio en la radio a la mañana. Es como mi casa.
Como personalidad pública, ¿te sentís muy expuesto?
Y sí, supongo que es inevitable, sobre todo porque no creo en un periodismo aséptico. La neutralidad es para cobardes.
¿A quién admirás?
A los periodistas que mantienen con los años la coherencia y la integridad: Alcibíades González Delvalle, Edwin Inchi Brítez, Óscar Acosta, Menchi Barriocanal y Mabel Rehnfeldt.
¿En qué momento te tomás una pausa?
Cuando voy al gimnasio una horita por día, si se puede. A la noche, antes de dormir, con un libro o un buen cómic.
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