Juanma es historiador de arte, gestor cultural y una de las personas al frente del proyecto de revaloración del patrimonio arquitectónico Belluras del CHA.
Dos palabras que te definan: Pasión y complejidad.
Libro que te marcó: El Silmarillion, de JRR Tolkien.
Serie preferida: Full Metal Alchemist: Brotherhood.
Plato favorito: Uh, está difícil. Es un empate internacional entre vori vori y tartiflette.
Destino nacional favorito: Concepción, por lejos.
¿Cómo te mantenés al día con las tendencias?
Más que nada a través de las redes sociales. Creo que es el lugar donde hoy se puede mantener uno al tanto de lo que ocurre. Por eso es también importante saber elegir las cuentas a seguir. Hay que darles prioridad siempre a aquellas que difundan información verificada y que aporten algo más que solo una cara linda o un plato de comida.
¿Cuál es tu red social favorita y por qué?
La verdad, tengo dos: Instagram y Twitter. Twitter me sirve mucho para estar enterado de lo que pasa, tanto a nivel nacional como internacional y de los temas de los que se habla. Un poco aburrido el uso que le doy, muy serio. Pero con Instagram me distraigo más, aunque ahí sigo también a páginas de museos y sitios arqueológicos que me mantienen al día con el mundo del arte.
¿Qué es lo que más te gusta de ser historiador del arte?
Lo que más me gusta de mi profesión es el hecho de poder utilizar el arte de otras épocas como una herramienta de reflexión social, más aún en países como el nuestro, donde hay tanto conservadurismo y poca conciencia social, sumados al poco interés que a veces se le da a la cultura, cuando es tan enriquecedora.
¿Cuál es tu frase favorita?
“Lo único que podemos decidir es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado”, Gandalf, personaje de los libros de JRR Tolkien.
¿Una heroína de la vida real?
Rosa Parks.
¿Con qué figura histórica te gustaría conversar?
Esta sí que está difícil, porque hay tantas, pero diría que con Hildegarda de Bingen.
¿En qué momento te tomás una pausa?
Trato de darme unos minutos todos los días para meditar y a mi semana le agrego días de entrenamiento de tai chi. Aunque más que nada son los fines de semana, mis momentos de pausa.
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