Las notas de un viaje sin fronteras
De Paraguay al mundo, la música Louida Liuzzi ha conquistado escenarios con el éxito de su primer EP, The Journey, donde ha colaborado con maestros como Greg Howe, Pete Thorn y Marco Minnemann. En esta edición, Pausa anuncia la salida de su segundo material de estudio, Emociones.
Por Laura Ruiz Díaz. Dirección de arte: Gabriela García Doldán. Dirección de producción Bethania Achón. Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Fernando Franceschelli. Locación: Uptown Resto Bar.
Loida Liuzzi, Loi para sus amigos, conoció a su compañera de vida a los nueve años, cuando su padre empezó a enseñarle a tocar canciones populares con la guitarra. “Me parecía increíble que se pudiera crear algo tan hermoso solo con tus manos”, es una afirmación que más de uno habrá escuchado de ella.
Ese sentimiento la acompañó durante toda su vida: descubrió su amor por la música y el que sería su oficio al crecer. El mandato social era seguir una carrera “en serio” después del colegio, ya que no había recursos para dedicarse al arte, pero ella obedeció sus instintos y, mientras cursaba la secundaria, se anotó en una escuela de rock (aunque sin guitarra eléctrica, instrumento que hoy es su elemento de trabajo). Desde ese momento dedicó cada segundo de su tiempo libre a practicar para convertirse en una gran guitarrista.
Como sucede con muchos soñadores, la realidad —y la presión familiar— se interpuso. El tiempo pasó y estudió Química en la universidad. Estaba todo el tiempo enterrada en sus apuntes, pero un buen día decidió volver a su primer amor y apostó todo a ello. Entonces no sabía que esta decisión la llevaría a compartir canciones y escenarios frente a decenas de miles de personas, pero ya lo intuía.
Hoy, Loida Liuzzi presenta un adelanto de lo que será Emociones, su siguiente álbum de estudio profesional. Luego del éxito de The Journey, el EP que destaca por sus colaboraciones internacionales, esta joven promesa del rock apunta a resaltar aún más.
Su universo musical
“La música es mi compañera de vida; si no estoy enseñando, estudiando o practicando, compongo, grabo y planifico los siguientes proyectos, contenidos para redes y guiones de videos”, cuenta la artista en una entrevista exclusiva con Pausa. Ella encuentra apasionante cada aspecto de su instrumento. “Tengo una personalidad inquieta, disfruto de dedicar tiempo a cada faceta. Pero la sensación del show en vivo es incomparable”, remarca.
Loida comenzó con la guitarra clásica, lo que le dio una base sólida para su desarrollo como instrumentista. “Luego tuve una época metalera que me ayudó a adquirir buenas técnicas de guitarra eléctrica, velocidad y precisión, y me dio mis primeras experiencias en escenarios”, comenta. Pero identifica su momento de mayor crecimiento: “Cuando más evolucioné fue al estudiar armonía con Pedro Martínez y luego retomé mis cursos con Daniel Trébol, ya desde el punto de vista de la composición”.
“No es fácil definir mi estilo porque tengo muchas fuentes de inspiración”, dice Loida. Y entre sus influencias cita su primer amor, Michael Jackson, que fue la puerta de entrada para otros grandes como Stevie Wonder, Tina Turner, Jennifer Batten, Eddie Van Halen, Paul McCartney y The Beatles. “El disco que cambió mi vida fue sin dudas G3, de Steve Vai, Joe Satriani y Eric Johnson. Después de escucharlo supe que quería dedicar mi vida a la guitarra eléctrica”, afirma.
La actitud de su música tiene características principalmente de rock, pero también de blues, funk y neo soul, y su latinidad es innegable. “Todo esto me generó una audiencia muy variada. Cada vez que hago una votación en redes sociales sobre qué estilo debería hacer próximamente, siempre tengo resultados distintos”, cuenta.
“Ser mujer en un mundo de hombres, como es el de la guitarra rock, es un arma de doble filo. El lado positivo es el factor sorpresa, porque nadie espera que una mujer joven toque como un viejo blusero de algún bar de Nashville, pero también es fácil caer en el encasillamiento de ‘es solo una chica que hace videos en Instagram’”
Loida Liuzzi
Pero también tiene influencias nacionales. Como toda música profesional, nombró a Mangoré que, según dice, influyó particularmente en su amor a la guitarra. “Cuando descubrí a Agustín Barrios se abrió una nueva dimensión: la manera en la que el virtuosismo se amalgama con la belleza de la melodía marcó mi camino en la composición musical”, afirma con contundencia.
Si bien no es necesario traer un 6/8 para pensar en la música paraguaya, esta identidad la acompañó. “La primera canción de mi EP (Little Big Things) está compuesta en 6/8. Pero más allá de eso, creo que la influencia debe funcionar de manera natural, no necesariamente explícita”, sostiene. Y agrega: “El canto de la tierra siempre termina presente en nuestras creaciones, sin importar que el contexto sea rock o jazz”.
La conquista de los escenarios
Inspirada por figuras mundiales que pavimentaron su camino a nivel global, Loida trazó su propio rumbo hacia la internacionalización. Desde el principio tuvo bien en claro que su enfoque debía estar dirigido a superar las fronteras. “Mis referencias siempre fueron guitarristas internacionales, a partir de ahí fui armando estrategias que me permitieran llevar mi música a otros escenarios. Al generar el contenido adecuado, logré llegar a la gente correcta y las propuestas aparecieron”, indica.
En los últimos años, su carrera creció a ritmo vertiginoso: “Son muchas cosas inolvidables que sucedieron, desde ser elegida como embajadora de Kiesel Custom Guitars de EE. UU., pasando por la experiencia de presentarme en Qatar durante el Mundial de Fútbol, la gira por Italia en la que toqué mis canciones, hasta la inolvidable noche con Maná en el último show [en La Nueva Olla] frente a 40.000 personas. Lo lindo de esta carrera es que el día menos pensado te llevás una gran sorpresa”, identifica.
Rituales
Antes de subir a escena, Loida repasa mentalmente su repertorio y revisa que todo su equipo funcione correctamente. “Lo más parecido a un ritual que tengo es correr. Cuando estoy estancada en una composición o necesito nuevos enfoques para proyectos, salgo a correr; mientras más larga mi carrera, mejores ideas se me ocurren”, sostiene.
The Journey y Emociones
Su primer disco de estudio, The Journey, cuenta la historia de su viaje en la música. En seis canciones instrumentales retrata su evolución y desarrollo como artista. “Cada pieza está inspirada en una época, desde mis comienzos cuando escuchaba a mi padre tocar la guitarra criolla, que me inspiró para componer Little Big Things, hasta Make It Happen, que compuse en colaboración con Marco Minnemann en batería”, comparte.
En este momento de su carrera, la artista está enfocada en el lanzamiento de su segundo álbum, Emociones, en el cual cada canción tiene una sonoridad propia que explora distintos sentimientos. Ya lanzó un primer corte, Lilly Never Sleeps, en colaboración principal con Mark Scholl. Según cuenta, esta canción está inspirada en el amor a nuestras mascotas, es una resonancia que emana ternura.
El siguiente corte, Mediterráneo, fue hecho en colaboración con el baterista, compositor y multiinstrumentista alemán Marco Minnemann, y el guitarrista, productor y director español José de Castro. Es una fusión entre música mediterránea con metal y la sonoridad busca “recordar la fuerza del viento sobre la costa del Mediterráneo”.
El próximo material a difundirse está programado para el 24 de mayo y se denominará Serendipia. El estilo será rock electrónico, con unas “vibes distintas”, en palabras de la artista. “Es un estilo que seguramente sorprenderá a todos mis seguidores”, adelanta. Y añade: “Espero que los haga bailar un poco”.
“La suerte es escurridiza, pero cuando te toque es mejor que te encuentre preparada. El mundo es gigante y está lleno de oportunidades, hay que ser perseverante y confiar en nuestro talento”
Loida Liuzzi
Ser música profesional en Paraguay
En un país como el nuestro, donde el escenario musical puede resultar desafiante para cualquier aspirante, ser mujer en el mundo del rock agrega capas adicionales de complejidad. Desde enfrentarse a estereotipos arraigados hasta luchar por el reconocimiento en un campo predominantemente masculino, las jóvenes artistas se encuentran ante desafíos únicos. Y Loida no estuvo exenta de esta experiencia.
“Ser mujer en un mundo de hombres, como es el de la guitarra rock, es un arma de doble filo”, cuenta Loi. Y agrega: “El lado positivo es el factor sorpresa, porque nadie espera que una mujer joven toque como un viejo blusero de algún bar de Nashville, pero también es fácil caer en el encasillamiento de ‘es solo una chica que hace videos en Instagram’. Por eso siempre tengo a la música por encima de todo”.
«Paraguay es un terreno agreste para cualquier músico, por suerte internet elimina las fronteras y hoy tengo fans repartidos por todo el mundo, la mayoría en Estados Unidos y Europa. Aunque el éxito en redes sociales no siempre se refleja en tu cuenta bancaria, digamos que lo bueno se hace esperar”, bromea.
Su consejo para las jóvenes es seguir su propio camino: “Que se preparen de la mejor manera posible, estudien, cuiden su imagen, estudien, aprendan otros idiomas y, sobre todo, estudien. La suerte es escurridiza, pero cuando te toque es mejor que te encuentre preparada. El mundo es gigante y está lleno de oportunidades, hay que ser perseverante y confiar en nuestro talento”. Loida cuenta que su objetivo a futuro es continuar produciendo música, hacer más discos, conciertos y pisar nuevos escenarios internacionales.
En redes
Podemos encontrar a la artista en Instagram como @loidaliuzziguitar o YouTube con el mismo nombre. Sus canciones están disponibles en Spotify y Apple Music.
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