Majo es cantante y artista musical, reconocida por ser la mitad del dúo Milk Shake. Pero los talentos de Majo van más allá de la música urbana, porque también es intérprete de teatro musical y fashion creator, una faceta en la que explora su pasión por la moda.
Dos palabras que te definan: Artística y emocional.
Un libro que cambió tu vida: El monje que vendió su Ferrari, de Robin S. Sharma.
Tu serie fav del momento: Rosario Tijeras.
Tu comida preferida: Milanesa con papitas.
Tu lugar favorito en el mundo: Buenos Aires.
Algún miedo inusual: A los picos de las gallinas porque me atacaron una vez, de chica.
¿Cómo empezaste en la música?
A los ocho años, en el Conservatorio Nacional de Música. Mi mamá me llevó de chica porque vio que me gustaba cantar.
¿Qué papel juega el arte en tu vida?
Es mi vocación. Es la forma en que puedo expresar mi forma de pensar, mi estilo de vida: con moda, música y danza.
¿Cómo describís tu relación con la moda?
Estudié por dos años, en el Instituto Superior de Arte (Fada UNA), Diseño de Vestuario Urbano y Escénico. A partir de las herramientas que adquirí ahí atravesé un viaje enorme con la moda, que para mí manifiesta estados de ánimo, comunica absolutamente todo. Para mí, Majo es más Majo cuando puede cortar su ropa y hacer que se vea de una forma extraña, fuera de lo normal, que exprese vivencias.
¿Cómo estás viviendo tu participación en Baila conmigo Paraguay?
Disfruto de mi danza y mi movimiento. Los trabajé mucho y lo sigo haciendo. Agradezco el cariño del público paraguayo, deseo con todo el corazón que empaticen con mi arte.
Si pudieras compartir un trago con cualquier artista, vivo o no, ¿quién sería?
Un vino con Rihanna.
¿A dónde irías si tuvieras una máquina del tiempo?
A tomar clases con Bob Fosse.
¿Quién es tu héroe?
Mis héroes son mi mamá, mi papá y mi tía.
¿En qué momento te tomás una pausa?
Me gusta mucho tomar un café a solas, escuchando música instrumental. En esta vida agitada, leer me ayuda a educar mi mente con buenos pensamientos, a mantenerme presente y disfrutar del ahora.
Sin Comentarios