Meli Hicks es cantautora, educadora musical y productora artística.
Dos palabras que te describan: Lealtad y resiliencia.
Un libro que te cambió la vida: El acto de crear, de Neil Strauss y Rick Rubin.
Tu serie fav: Friends.
Tu comida preferida: Vori vori de pollo.
Destino nacional predilecto: Salto Cristal.
Algún miedo inusual: Desde que soy mamá tengo miedo a todo.
¿Cómo empezó tu relación con la música?
– Es una herencia familiar. Desde pequeña me rodeé de mucha música, mi papá es un gran compositor y guitarrista, y mi hermana mayor siempre fue mi ídolo. Es el arte que representa todo lo que más amo.
¿Cómo describirías la sensación de estar sobre el escenario?
– Es la mejor sensación del mundo, ese momento cuando se alinean los astros y me siento completamente feliz. Pura magia.
¿Cuál es tu género musical preferido?
– El folclore, porque es el puente que nos conecta con nuestras raíces, un género valiente siempre en movimiento pero que nunca pierde identidad. Además, fue mi compañero los seis años que estuve lejos de Paraguay. Se volvió imprescindible para mí.
Si pudieras compartir un café con cualquier artista, vivo o no, ¿quién sería?
– Me encantaría tener una charla con José Asunción Flores.
¿Cuál es tu frase de cabecera?
– “La vida puede ser efímera, pero nuestro legado es eterno”.
¿Con quién soñás compartir escenario?
– Acabo de cumplir el de cantar con la Sole; me faltan Nahuel Pennisi y Natalia Lafourcade.
¿En qué momento te tomás una pausa?
– Los fines de semana, si no tengo show, me escapo del mundo y viajo al interior del país.
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