Nota de tapa

Ryan Reynolds es Wade Wilson

El héroe que merecemos y necesitamos

Pasó de actor de tevé a protagonista de comedias románticas antes de convertirse en estrella de acción y, hoy por hoy, héroe dentro y fuera de la pantalla. Su nombre es reconocido no solo por su talento, sino también por sus relaciones (que vivió muy públicamente). En medio de uno de los momentos más exitosos de su carrera, tras el estreno de la aplaudida Deadpool & Wolverine, te contamos cómo Ryan Reynolds se convirtió en el actor que todos conocemos hoy.

Por Patricia Luján Arévalos. Imágenes y entrevista: cortesía de Disney y Filmagic Entertainment.

Como actor, su versión de Wade Wilson trajo un aire fresco al género de superhéroes, y como Deadpool, bien podría ser cierto lo que afirma en su película más reciente: es el Jesús de Marvel y está aquí para salvar una industria que no repunta desde hace años. Pero antes de convertirse en la máxima estrella de Disney (de la actualidad, indiscutiblemente), fue un trabajador como cualquier otro, que dio sus primeros pasos en la televisión cuando todavía era un niño de solo 13 años.

Nació con el nombre Ryan Rodney Reynolds en Vancouver (Canadá) en 1976, donde tuvo algunos papeles menores en series y películas para televisión, antes de reubicarse en Los Ángeles tras un breve momento de duda sobre su futuro en la actuación. Por suerte, recapacitó, dejó la universidad y se mudó a probar suerte en la meca del cine. De ese periodo recordamos con cariño su participación en la película de Sabrina, la bruja adolescente, que marcó la vida de las mujeres millennial como ningún otro. También en Estados Unidos encontró hogar como personaje regular en la serie Two Guys, A Girl and a Pizza Place, que duró cuatro temporadas.

La primera década de su carrera estuvo muy influida por la comedia, y los proyectos de los que participó le permitieron trabajar el ritmo y la interpretación cómica que le haría famoso más tarde. Y justo a tiempo, porque la estrella de Ryan estaba por despegar.

Rom-com king

En 2004 se estrenó Blade: Trinity, donde interpretó el rol de Hannibal King, un investigador privado con habilidades superhumanas. Para el filme, Ryan subió de peso y pasó por un régimen de ejercicios tan intenso que, en aquel momento, dijo que “nunca volvería a entrenar así”. Obviamente se equivocó. Al año siguiente tuvo el inolvidable papel protagónico en The Amityville Horror. Con estos dos títulos demostró que podía ser más que un chico simpático.

Lastimosamente para él (y afortunadamente para el público), ser simpático y atractivo es la fórmula perfecta para aterrizar en comedias románticas, donde Ryan, sin duda, se lució. En Waiting… (2005) compartió pantalla con Anna Faris y Justin Long, y ese mismo año hizo de mejor amigo obeso convertido en interés amoroso en Just Friends, con Amy Smart. En 2008 demostró su lado tierno en Definitely, Maybe, como padre de una adorable Abigail Breslin, y trabajó con Rachel Weisz, Elizabeth Banks e Isla Fisher.

Pero quizás una de sus rom-coms más famosas es The Proposal, donde interpretó al asistente de Sandra Bullock, de quien se enamora en medio de un intento de su jefa por obtener la green card para quedarse en Estados Unidos. Fue en 2009, y ese mismo año estrenó Adventureland, una película romántica independiente donde hizo del interés amoroso de Kristen Stewart.

Para cuando llegó The Change-Up (2011), Ryan ya se había consagrado como A-lister, pero las comedias románticas no lo dejaban ir. En esta película hace del mujeriego mejor amigo de Jason Bateman, un padre ultradedicado y trabajador, con quien intercambia cuerpos y vidas. Aunque no recibió las mejores críticas, le fue muy bien en taquilla.

Mención de honor para Buried, la película de 2010 dirigida por el español Rodrigo Cortés sobre un camionero estadounidense que trabaja en Irak, es secuestrado por terroristas y enterrado vivo. De comedia romántica, nada. Lo único que el personaje tiene consigo son un encendedor, un teléfono y su reloj para intentar escapar antes de quedarse sin aire. La trama descansa enteramente sobre los hombros del actor, quien brilla en su desesperación mientras habla con oficiales que le prometen rescatarlo (y de quienes solo podemos oír sus voces). Es uno de sus mejores trabajos en la gran pantalla. Sí, Ryan Reynolds también puede hacer drama.

El camino del héroe

Hace 15 años nació la amistad que sentó las bases de la película más exitosa del 2024. Hugh Jackman y Ryan Reynolds se conocieron en 2009, en el set de X-Men Origins: Wolverine, donde Ryan interpretó una versión —breve y diferente— de Deadpool. Reynolds compartió, después, que la idea de dar vida al personaje ya estaba en el aire en 2005, más o menos, pero todavía faltaba un poco para hacer realidad el sueño. El papel fue menor y secundario, y pasarían unos años para que la visión de Ryan se concrete.

En 2011 trabajó en una de las peores cintas de superhéroes. Como todo varón exitoso de su época, le llegaron ofertas para adaptar cómics, y aterrizó en Green Lantern, de DC. Fue un fiasco en todos los aspectos, excepto uno: Ryan conoció a su actual esposa, Blake Lively, durante la filmación. Además, es uno de los pocos actores que han tenido roles protagónicos tanto en DC como en Marvel.

El lanzamiento de Deadpool en 2016 lo convirtió en un nombre firmemente establecido en la industria y descubrió el verdadero significado de taquillero. Los críticos lo amaron, y las audiencias, todavía más; recaudó más de USD 260.000.000 en su fin de semana de estreno. El personaje se ubicó dentro del universo expandido de X-Men propuesto por Fox, que llevaba más de 15 años desarrollándose.

El Jesús de Marvel

Ryan estuvo íntimamente involucrado en el desarrollo desde los inicios de aquel primer filme, cuando aceptó interpretar a Wade Wilson. En una entrevista reciente, hecha por el mismo Hugh Jackman en el show de Jimmy Kimmel, dijo que escribió líneas para Deadpool ya en ese entonces, aunque recién en Deadpool 2 y Deadpool & Wolverine cuenta con créditos de guión. 

Se podría decir que este personaje viene sacudiendo el género desde su estreno, ocho años atrás. Para empezar, fue la primera película de superhéroes con la categoría R, lo que la alejó radicalmente del público infantil para abrazar una audiencia más madura y con menos paciencia para héroes santurrones. Bueno, Deadpool es la definición andante de antihéroe y abrió las puertas para experimentar con el vocabulario, la violencia, el sexo en pantalla, las escenas de acción y mucho más. Justamente por eso fue difícil imaginar un futuro para él en el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), luego de que Disney confirmara la adquisición de Fox. 

Pero la cabeza de Marvel en Disney tenía otra cosa en mente: Kevin Feige les dijo a Ryan y a Shawn Levy, director de la nueva entrega, que querían tener a Deadpool en todo su esplendor, y solo dio un pero: el uso de cocaína en pantalla.

Levy compartió en una entrevista en el podcast Happy Sad Confused cómo lo tomaron: “Al principio Kevin dijo: ‘Miren, queremos una película de Deadpool completa. Lo único que quizás no sea conveniente es que usemos drogas y cocaína con Al y Wade’. Le dijimos: ‘Sí, señor, copiado’. Fuimos a casa y escribimos, literalmente, el chiste sobre Feige pidiendo que no tomemos cocaína. Se volvió uno de los primeros que escribimos”. 

La capacidad de Deadpool para romper la cuarta pared y dirigirse directamente a la audiencia juega a su favor y a favor de la historia, porque deja de lado algunas fórmulas del género y, por supuesto, se burla de él. 

En Deadpool & Wolverine encontramos que Wade Wilson ha dejado atrás su pasado como el moralmente flexible Deadpool… hasta que, de pronto, se encuentra en una lucha por la supervivencia de su mundo. Así, debe volver a colocarse el traje y convencer a un renuente Wolverine de que lo ayude. Es todo lo que Disney publicó sobre la sinopsis y es a prueba de spoilers

El regreso que todos amamos

Y aunque el éxito tiene mucho que ver con el genial trabajo de Ryan Reynolds, no solo como actor sino como promotor del personaje y la película, esta no existiría sin Hugh Jackman. En varias entrevistas, Ryan contó que llevaba años intentando desarrollar una nueva historia, pero ninguna le convencía. Cuando Hugh le dijo que estaba dispuesto a revivir a Wolverine (que falleció en Logan, del 2017), todo empezó a tomar forma.

Fue el 15 de agosto de 2022 cuando Hugh Jackman tomó su teléfono, buscó un contacto y dijo en voz alta un deseo que estuvo rondando su mente: hacer una película con Deadpool y Wolverine. La llamada llegó justo a tiempo porque, según Ryan, había una reunión por Zoom con Kevin Feige esa misma tarde.

Deadpool & Wolverine es una historia de dos personajes que se hacen amigos, con un universo que ya nadie quiere o necesita como telón de fondo. Y con algo de la nostalgia y el pathos que se asocia con la idea de que no eres solamente tú, sino que el mundo entero es un lujo obsoleto. Y ese a mí me pareció un muy buen lugar para ingresar al MCU”, dijo Ryan en una entrevista provista por Disney para Pausa.

Para Reynolds, tenía relación con el tiempo: “Existe una razón por la cual pasaron seis años desde la última película. Hacer un filme de Deadpool no solo es una de las alegrías más grandes de mi carrera, sino que es un proyecto apasionante que te consume la vida y lo abarca todo, con un apetito insaciable de energía”.

El actor era consciente de lo mucho que el público esperaba el estreno de la película. “Al comienzo, cuando le rogué discretamente a Shawn que trabajara en esto conmigo, creo que ninguno de nosotros esperaba el entusiasmo de la gente por ver a estos dos personajes parados uno al lado del otro con sus trajes puestos y listos para la comedia. Nunca había sentido una expectativa tan intensa por parte del público, con la subsiguiente presión. Luego de la posproducción, él y yo estábamos agotadísimos, pero profundamente tristes de haberla terminado. Estamos muy entusiasmados de presentar al mundo el filme, pero al mismo tiempo, increíblemente reacios a despedirnos de un campo de juegos creativo que no se parece a ningún otro de la industria. Deadpool & Wolverine es algo así como la droga más extraordinaria del mundo”, cuenta Ryan, quien también es productor y guionista de esta entrega.

Ryan Reynolds, Hugh Jackman y Shawn Levy en el set de Deadpool & Wolverine.

El director Shawn Levy, a quien tenemos mucho cariño por Stranger Things, trabajó con Reynolds en dos títulos en los últimos cuatro años, además de este. Se llevan tan bien y se hicieron tan amigos después de Free Guy (2021) y The Adam Project (2022) que Ryan le propuso que entre al proyecto de la tercera entrega de Deadpool. “Sabíamos que queríamos trabajar juntos tanto como fuera humanamente posible, hasta que nos metiéramos en una caja y nos convirtiéramos en esqueletos. Pero no estaba totalmente seguro de que fuera en ese espacio de Marvel, porque no es una propiedad intelectual. Acabábamos de hacer dos películas originales que funcionaron. Así que si fuera un apostador o estuviera tratando de meterme en la cabeza de Shawn, habría pensado que no, probablemente solo quiera hacer filmes originales. Técnicamente sería una secuela, con la presión que conlleva”, dijo al respecto en conversación con Vanity Fair.

Ryan añade: “La gente se centra en la comedia, que es maravillosa. Pero esta no funciona a menos que esté apoyada en las emociones y la vulnerabilidad reales de los personajes y los riesgos que corren. Con esta película, a veces parece que se desdibuja la línea entre la realidad y la ficción. Algunos momentos tiernos y optimistas son menos Deadpool y Wolverine conversando y más Ryan y Hugh hablando como amigos que comparten una historia y un amor genuino el uno por el otro”.

El futuro de ambos dentro del MCU está por definirse. Mientras tanto, disfrutemos del buen rato que podemos pasar en el cine gracias a este grupo de amigos que se decidió a hacer una de las mejores películas del año.

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