Música

La Lógica del Escorpión

El regreso de Charly García

Un bigote y dos colores son todo el símbolo que necesitamos para saber de quién estamos hablando. Charly García es, sin dudas, uno de los artistas más importantes de su generación, y su trabajo marcó un antes y un después en la música argentina y latinoamericana. Acá te presentamos su nuevo disco.

Carlos Alberto García Moreno es un cantautor, multiinstrumentista, compositor y productor discográfico argentino. Pero nosotros lo conocemos como Charly García, el músico con oído absoluto, fresco, atrevido y más osado que Argentina pudo crear. Su trabajo habla por sí mismo. Generaciones tras generaciones de melómanos lo hemos escuchado sin perder ni un segundo la sorpresa por su genio.

Esta vez nos trae un nuevo disco después de siete años, un material que más que para nosotros, es para él mismo —y el resto tenemos la fortuna de escucharlo—. Su edad, estilo de vida y el desgaste natural de la voz, lejos de ser impedimentos, forman parte del álbum, como la distorsión y el rock.

La Lógica del Escorpión tiene dos partes: Lado A y Lado B. A pedido del artista, lo primero que salió a la luz fueron los discos en vinilo, bien old school. El material vio la luz el miércoles 11 de setiembre (justo a tiempo para el cierre de esta edición), en contraposición a la tradición de la industria de publicar los viernes, porque debía salir el Día del Maestro (fecha argentina). Sin más que agregar, les invitamos a conocer el último lanzamiento de un artista sin igual.

Canciones arácnidas

Lado A
El disco inicia con la voz de Charly. “Rompela”, canta y su voz no oculta sus años, sino que los trae al debate. Este rock con guitarras distorsionadas y un bajo prominente es la versión de García de Break It Up, que también es parte de su disco Kill Gil.

“Yo ya sé que no sos un hipócrita, que no sos un psicópata, pero no sé por qué”, empieza a cantar el genio argentino en el siguiente track. Una canción más tranquila, donde la fuerza la ponen la lírica y los teclados, va al caracú de la cuestión con una crítica mordaz y reflexiva sobre la actualidad.

Su lado blusero se muestra en El club de los 27, que también trae al primer invitado ilustre del disco, David Lebón, quien fue su compañero en Serú Girán.

Su lado blusero se muestra en El club de los 27, que también trae al primer invitado ilustre del disco, David Lebón, quien fue su compañero en Serú Girán. Con sus solos de guitarra, Lebon marca los pasos a lo largo de sus 3.33 minutos. “Volaré sobre este mundo traicionero y digital”, canta Charly.

El teclado es protagonista de La medicina n.° 9, el cuarto del álbum. “Aunque no pierdo la esperanza, a veces con vivir no alcanza”, dice el estribillo y al final hace un guiño a los Beatles y su pieza experimental Revolution 9.

El quinto, Te recuerdo invierno, nos transporta a Sui Generis, pero con una madurez distinta. El juego del teclado, la cita musical al tango de Piazzolla y la voz de Charly, con sus más de siete décadas, le añaden capas de profundidad que ya conocíamos.

La ironía que caracteriza a este músico marca su presencia en Autofemicidio. Nadie más que él podría crear un rock en donde lo instrumental se mide con tanta precisión.

La ironía que caracteriza a este músico marca su presencia en Autofemicidio. Nadie más que él podría crear un rock en donde lo instrumental se mide con tanta precisión. El teclado y las guitarras confluyen y se enfrentan entre sí, acompañados de una lírica cáustica.

Me da miedo América afirma Charly en la sexta canción, a la que se suma un invitado ilustre, también de Serú Girán, Pedro Aznar. Aquí Pedro colabora con el bajo, la batería, la guitarra y las voces; mientras Charly es voz, teclado, guitarra y bajo principales.

Fotografía: Nora Lezano, cortesía de Sony.

Lado B
La primera canción de Lado B es una del repertorio de Sui Generis que vuelve luego de su reversión en Sinfonías para Adolescentes. El tema tiene un cariz dramático y melódico, con versos tristes y un instrumental que acompaña la letra.

La melodía de Chipi Chipi es tomada por el Charly actual y reversionada en Estrellas al caer, pero con un giro más dinámico: los tempos más acelerados ayudan a hablar sobre la importancia de la esperanza por el día que vendrá.

Ya nos esperábamos que este disco fuera el regreso de un grande. Pero no nos imaginamos encontrarnos con dos. Para escuchar la siguiente canción, décima del álbum y que marca un matiz distinto, recomendamos buenos auriculares. La estructura está construida en distintos niveles, y cada uno tiene su propio protagonismo en el sonido general. Pero eso no es todo: ¡la voz principal es nada más y nada menos que de Luis Alberto Spinetta! Esta canción de amor, La pelicana y el androide, es una de las joyas más preciadas de este material, una pieza compuesta por el Flaco en 1984 para un disco que proyectaron juntos pero nunca llegó a salir.

Charly se propuso homenajear a los grandes. En el onceavo tema, Watching the Wheels, la reversión del músico argentino comienza con una frase que hace suya de manera natural: “Dicen que estoy loco, haga lo que haga”. Las guitarras, la distorsión y la energía se chocan con el corte abrupto del final y nos deja con ganas de más.

En la siguiente canción comienza el relato que da nombre al disco. La Lógica del escorpión narra su propia versión de la fábula del alacrán que pide a la rana que lo ayude a cruzar el río e intenta razonar con ella: lógicamente no la picará porque significaría que ambos se hundirían. Pero su naturaleza lo traiciona y le pica igual. “No tiene lógica, pero tiene carácter, bebamos por el carácter”, finaliza.

La Lógica del escorpión narra su propia versión de la fábula del alacrán que pide a la rana que lo ayude a cruzar el río e intenta razonar con ella: lógicamente no la picará porque significaría que ambos se hundirían. Pero su naturaleza lo traiciona y le pica igual.

La última parada es una reversión de So You Want To Be a Rock’n’Roll Star, del grupo estadounidense The Byrds. En Rock and Roll Star Charly está acompañado de su amigo Fito Páez, y podríamos interpretarlo como un guiño a sus carreras.

En este nuevo disco, Charly García se presenta con autenticidad. Los fanáticos no se esperaban un lanzamiento en pleno 2024, y menos con el estado físico del músico argentino. Grabar un disco después de graves problemas de salud es toda una hazaña, lo que demuestra su genio creativo. No es lo que fue en los 80, su época de oro, pero su chispa y su afán perfeccionista se pueden escuchar por 34.34 minutos. Al escorpión todavía le queda su aguijón.

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