Cine

Joaquin Phoenix

Explorando la música interior del Joker

Después del merecido premio Oscar por su interpretación de Arthur Fleck en Joker (2019), Joaquin Phoenix sabía que había más por explorar del personaje. Su respuesta fue la recién estrenada Joker: Folie à Deux, un musical que promete revolucionar géneros y dejarnos pasmados con los matices de la música que vive dentro del personaje.

Por Patricia Luján Arévalos. Entrevista e imágenes: cortesía de Warner Bros. Pictures. Agradecimientos a Nadine Fadlala.

Las películas tienden a ser un espejo de la sociedad o de dónde estamos, al menos, en ese momento de la cultura. Son las palabras del productor, guionista y director Todd Phillips, que vuelve a la cabeza de la secuela de Joker (2019), sobre el éxito del filme original, que resonó en una audiencia enorme y por cinco años fue el de clasificación C más taquillero del mundo, con una recaudación mayor a los mil millones de dólares.

En Joker: Folie à Deux, el escenario es Arkham y el protagonista, un Arthur Fleck que espera su juicio por los crímenes cometidos bajo el velo de Joker, disminuido y con los estragos de la institucionalización, hasta que descubre el amor en la forma de Lee Quinzel (Lady Gaga).

Me encantó la idea y el reto de continuar la historia, pero con diferentes tonos con los que jugar.

¿Cuándo y por qué surgió la idea de la secuela de Joker?
– Todd y yo empezamos a hablar de buscar una nueva historia que contar con el personaje, quizá, a mitad del rodaje de la primera, mucho antes de su estreno. Incluso entonces, ambos sentimos que había más para explorar. Me encantó la idea y el reto de continuar la historia, pero con diferentes tonos con los que jugar.

¿Cómo es trabajar con el cineasta Todd Phillips?
– Desde el punto de vista práctico, es un cineasta experimentado con una perspectiva muy específica y única, y eso es realmente lo más importante, al menos para mí, a la hora de elegir un director. Además, me gusta cómo resuelve los problemas, es bastante intrépido. Piensa muy rápido, lo que es genial porque permite abordar una escena de forma diferente en cada toma, si lo quieres. Y, cada vez que surge una dificultad, se le ocurre una línea que la resuelve. Nunca he trabajado con nadie como él.

Contanos sobre tu personaje, Arthur Fleck, que lleva la música dentro…
– En la primera vemos momentos en que Arthur y Joker se mueven en el mundo que parecen musicales, extrañamente elegantes; en cierto modo, una especie de ritmo que motiva sus movimientos. Había una nostalgia por la música que escuchaba, que tenía en la cabeza y seguimos descubriendo, cada vez más y más, a medida que filmamos.

¿Cómo fue trabajar con Lady Gaga en el papel de Lee Quinzel?
– Me encontré con alguien simplemente sin ego, con la determinación feroz de meterse de lleno con nosotros. Fue una gran experiencia tener a otra persona dispuesta a entrar en una escena dondequiera que nos llevara. No hay muchos actores, creo, que se sientan cómodos al trabajar de esa manera, cuando todo puede cambiar en un momento y pruebas diferentes versiones constantemente. Pero ella estuvo dispuesta a eso.

Obviamente, tiene una tremenda voz y un gran vibrato, y pensé que tratar de templar eso sería difícil para alguien con tanto talento; pero ella verdaderamente lo trabajó y entendió que Todd quería que hubiera una crudeza en la forma que canta. Ella verdaderamente se empeñó y desarrolló y realmente cumplió en el momento, cada vez.

En la primera vemos momentos en que Arthur y Joker se mueven en el mundo que parecen musicales, extrañamente elegantes; en cierto modo, una especie de ritmo que motiva sus movimientos.

¿Qué te pareció Catherine Keener como la abogada de Arthur, Maryanne Stewart?
– Conozco a Catherine hace años. En realidad, desde que era niño, como de ocho años o algo así, pero nunca había trabajado con ella; fue un placer tener la oportunidad. Al conocer su personaje, da la impresión de que es la única cara amable o acogedora que Arthur ve mientras está en Arkham. Maryanne representa la posibilidad de que alguien lo toque, lo mire o parezca preocuparse de verdad por su condición mental. Él no habla mucho al principio de la película porque no cree que nadie le escuche o le interese. Y ella es la primera que conocemos que muestra verdadero interés y, al final, es una parte importante de su viaje a través de la historia, así que fue genial trabajar con ella.

¿Cómo fueron los ambientes creados para la película?
– Los sets que construyó Mark Friedberg fueron asombrosos. Arkham tenía varios niveles; era el tipo de lugar donde uno entra y se pierde, fueron así de vastos, verdaderamente impresionantes. Y evidentemente, fue importante salir de un foro de filmación (lo más alejado posible de la historia) para entrar a la locación y extraviarte por sus pasillos. Todo fue accesible y se sentía auténtico. Es una parte enorme de la película, obviamente, y también ayudó a los actores a encontrar su lugar en el mundo.

¿Qué te pareció la introducción de la música a la mix de la película?
– Empezamos a hablar de la interpretación musical muy, muy pronto, mucho antes de que Todd y Scott [Silver] se sentaran a trabajar en el guión. Con el tiempo se hizo evidente que queríamos que fuera espontánea, improvisada y sucia de una forma que no creo, típicamente, que se vea en las películas de ese género. Tuvimos la sensación de que no debía parecerse a nada que se hubiera visto antes, que debía ser de una forma en que la gente no suele interpretar canciones en las películas. Fue desafiante, porque se sentía como si, realmente, debíamos salir y actuar en vivo para interpretar las canciones para que parecieran precisas, auténticas pero que, quizá, no fueran las versiones más hermosas. Hubo algo en ese proceso que fue muy emocionante.

Tuviste la colaboración del pianista Alex Jules para cantar las canciones en directo.
– George Drakoulias es el supervisor musical que trabaja con Todd todo el tiempo y le conozco desde hace años. Muy al inicio de todo me presentó a un pianista llamado Alex Jules, con quien empecé a trabajar y congeniamos. Le dije que quería que cada toma fuera diferente, y nunca hubo nada escrito en piedra, ningún fraseo o forma concreta de cantar. Siempre cambié de una toma a otra. Él estuvo listo para escuchar y sentir cuándo yo podría entrar; hubo momentos en los que cantaba fuerte y alto, y otros en los que lo hice más suave. Simplemente quise trabajar con alguien que estuviera conmigo y fuera receptivo, que me escuchara y cambiara la dinámica ahí mismo, en vivo.

¿Qué sorpresas encontraremos en Joker: Folie à Deux? Descubrilas en las mejores salas de cine del país.

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