Pequeñas voces, grandes sueños
A pocos días de la llegada de los Reyes, desde esta redacción nuestro deseo más sincero es que cada vez más infancias puedan acceder al arte y la cultura. Por eso, en esta edición entrevistamos a Édgar Siro González para conocer la mágica historia del Coro de Niños de Luque, que arrancó con la visita del Papa y perdura en el tiempo para el fomento de la educación musical.
Por Laura Ruiz Díaz. Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Fernando Franceschelli.
La República de Luque, que por un tiempo breve pero significativo se convirtió en la capital del Paraguay en 1868, durante la Guerra contra la Triple Alianza, es el hogar de una experiencia única: el nacimiento de un coro de 200 niños.
“Se creó para darle la bienvenida al Papa en el aeropuerto Silvio Pettirossi”, cuenta Édgar Siro González, quien en ese entonces era director del coro del Santuario Central, principal referente de música sacra en la ciudad y la arquidiócesis.
El licenciado en Música, director del Conservatorio Municipal de Luque, director de orquesta y compositor, con la mirada atenta a los chicos, nos ofreció un paneo sobre la historia de la agrupación infantil. Aquel año tenían 10 profesores y él lideraba el proyecto, que se llamó Coro de Niños Papal.
Después del 10 de julio, cuando la venida del Papa ya era noticia de ayer, el proyecto gustó tanto que decidió formalizarlo. “Presenté la idea al intendente para que fuera estable y tuviera apoyo del Municipio”, recuerda. Así nació el Coro de Niños de Luque. Desde entonces se consolidó con uniformes, marcas y una identidad propia.
Una experiencia transformadora
La música juega un papel fundamental en el desarrollo emocional, social y cultural de los chicos que participan, y esto fue comprobado ampliamente a partir de la experiencia del maestro. “Es crucial para su autoestima porque se sienten valorados y encuentran una pasión en el arte. En el aspecto comunitario, el coro es muy representativo y la gente se identifica con él”, plantea.
Para mucha gente, esta es la primera aproximación del núcleo familiar a una propuesta cultural de música académica. El grupo tuvo la oportunidad de realizar presentaciones con artistas nacionales e internacionales de mucho renombre en este género, e inclusive han explorado otros, como cuando se presentaron con el cantante y compositor colombiano Manuel Turizo.
Han compartido escenario con los más grandes artistas nacionales, desde Andrea Valobra hasta Kchiporros, pasando por la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) y Tierra Adentro. Este año se han presentado en numerosos shows navideños, en eventos comerciales y municipales, y el público se deleitó con su propuesta. “En esta generación no hay uno solo sin talento, que abre la boca sin cantar”, bromea Édgar, orgulloso.
“Culturalmente, hemos trabajado en proyectos como María Pacuri’i, una zarzuela paraguaya”, agrega. Los chicos no solo cantaron, también actuaron, lo que los conectó profundamente con el folclore y las tradiciones populares nacionales. “Vivieron la cultura de cerca y aprendieron a amar su identidad”, comenta González.
“Es crucial para su autoestima porque se sienten valorados y encuentran una pasión en el arte. En el aspecto comunitario, el coro es muy representativo y la gente se identifica con él”
Édgar Siro González.
María Pacuri’i
La obra, primera zarzuela interpretada por niños, reunió a este coro, la Orquesta Académica del Conservatorio Municipal de Luque (CML) y el elenco infantil de la Escuela Municipal de Danza (EMD), con un total aproximado de 80 infancias en escena, en julio de este año. Escrita por Juan Manuel Frutos Pane y Juan Carlos Moreno González, María Pacuri’i se adaptó especialmente para que la interpretaran los chicos, pero mantuvieron la esencia romántica y costumbrista, que evoca la vida rural paraguaya.
Esta experiencia permitió a los chicos conocer los vericuetos y camerinos del Teatro Municipal Ignacio A. Pane y crear una conexión única con el mundo del espectáculo. El Coro de Niños de Luque ya estaba integrado por profesionales, pero esta propuesta terminó de reafirmarlo.
Además, implicó un proceso muy importante para cada uno de los actores y sus familias. “Los chicos realmente vivieron sus personajes; eso los transformó. Se volvieron más expresivos y alegres. Pasaron de estar en casa todo el día a sentirse cómodos en grandes escenarios como el Teatro Municipal. Muchos padres comentaron cómo el coro cambió la personalidad de sus hijos”, indica el docente.
El papel de la familia
“La música coral no solo transforma a los niños, también impacta en sus familias”, señala el director. Según el docente, el rol familiar es fundamental para el éxito del grupo, ya que “el apoyo en casa, la constancia en los ensayos y la valoración del esfuerzo son claves para que los chicos den lo mejor de sí”.
El trabajo voluntario de los padres también es fundamental a la hora de sostener el proceso. El equipo de Marketing y Redes Sociales que hoy está fomentando la presencia del grupo en el entorno digital está conformado íntegramente por las familias, con aportes de cada uno.
Además, destaca que este compromiso genera vínculos más fuertes: “Cuando los padres se involucran, no solo apoyan a sus hijos, también se convierten en parte activa de un proyecto que busca trascender lo artístico y formar mejores personas”.
El mayor desafío
En estos 10 años, el camino no estuvo exento de desafíos, y sin dudas el mayor fue la pandemia. “En 2020, el coro prácticamente se disolvió: no había apoyo ni posibilidad de ensayar. Pensé que sería el fin. Sin embargo, cuando las puertas se empezaron a abrir nuevamente, resurgió con mucha fuerza y una nueva generación”, expresa.
“Culturalmente, hemos trabajado en proyectos como María Pacuri’i, una zarzuela paraguaya”, agrega. Los chicos no solo cantaron, también actuaron, lo que los conectó profundamente con el folclore y las tradiciones populares nacionales. “Vivieron la cultura de cerca y aprendieron a amar su identidad”
Édgar Siro González.
¿Cómo me sumo?
¿Cómo se incorporan los chicos al coro? ¿Hay criterios específicos? Estas preguntas las acercamos al maestro y nos reveló que muy pronto llegan las audiciones anuales. El grupo, actualmente, cuenta con alrededor de 30 integrantes y cada año se abren alrededor de 10 nuevas plazas. “Evaluamos afinación, entonación y ritmo. Las edades oscilan entre 8 y 16 años”, explica Édgar.
Este año, además, los chicos tienen la oportunidad de formarse en el Conservatorio Municipal, donde estudian Lenguaje Musical (con la docente Norma López) y tienen sesiones personalizadas con la vocal coach Rosa Orué. Cada familia hace un aporte voluntario mínimo de G. 20.000 para el coro y G. 80.000 para clases de Canto en el lugar.
El sistema de trabajo es puramente profesional. Los niños tienen clases individuales de Canto y Lenguaje Musical una vez por semana. “También ensayamos en grupo dos veces por semana, trabajamos técnica vocal, repertorio y puesta en escena”, agrega el maestro Édgar. “Cada tanto hacemos talleres escénicos para mejorar movimientos y expresividad, y lograr shows dinámicos, no solo conciertos estáticos”, remarca.
De cara al futuro
Ahora el equipo está trabajando en fortalecer su presencia en redes sociales: “Es un parámetro muy importante a nivel nacional e internacional. Queremos promocionar nuestro trabajo, aumentar seguidores y colaborar con coros de otros países. Nuestra meta es llevar la música paraguaya al exterior, especialmente el folclore”.
Para sostenerse, el coro cuenta con el apoyo del Santuario Virgen del Rosario, que les brinda el espacio físico para ensayar, y el Municipio de Luque.
Además, según el maestro, otro de los objetivos es volver a contar con apoyo de empresas que, en el marco de proyectos de responsabilidad social, colaboren con el sostenimiento del espacio. Las mayores necesidades tienen que ver con el transporte, ya que si bien cuentan con el bus puesto a disposición por la Comuna, no hay suficientes lugares para el equipo, y para viajes más largos deben contratar servicios privados.
A lo largo de su trayectoria, este coro demostró que con pasión, esfuerzo y apoyo, los sueños pueden convertirse en realidad. Iniciaron con un proyecto de gran envergadura pero han vencido los desafíos y perdurado en el tiempo. Cada historia que surge es un testimonio del poder transformador del arte. Que su música siga inspirando a más niños, familias y audiencias, y lleve la esencia de Paraguay al mundo entero.
Podés encontrar más información sobre el coro en sus redes sociales: @corodeninosdeluque en Instagram y Coro de Niños de Luque en Facebook
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