Romantasy: el género literario del momento
Así como cuando salió el primer libro de Harry Potter y marcó una nueva etapa en la fantasía contemporánea, ahora está sucediendo lo mismo gracias a este subgénero que se consolida con una audiencia cada vez mayor.
Romantasy es una palabra compuesta por las palabras del inglés romance (romance) y fantasy (fantasía), que aún no tiene una traducción oficial al español. Las reseñas sobre libros de este nuevo subgénero con el hashtag #romantasy alcanzan más de 700 millones de visualizaciones en Tik Tok, y eso no es todo. Desde el 2023 se añadió como categoría a los premios Goodreads, la aplicación de lectura número uno entre los amantes de los libros que también sirve de referencia para el mundo editorial que monitorea las tendencias.
¿La cereza de la torta? El fenómeno lector y editorial que representó el primer libro de la saga Alas de sangre, que ahora publica su tercera entrega (de una historia que tendrá cinco libros en total) el 22 de enero. El material ya se puede preordenar en sus versiones digitales para Books de Apple y Kindle, y en los próximos meses llegará en formato impreso.
Ahora bien, ¿de qué trata el romantasy? Aunque no hay una definición oficial, en lo que escritores, editoriales y seguidores coinciden es en que se trata de una historia en donde tanto el romance como la fantasía son imprescindibles en el arco narrativo. No existe la una sin la otra. Y para entenderlo mejor, nos vamos a sumergir en una breve contextualización de ambos géneros.
“Creo que lo que llaman cuentos de hadas es una de las formas más grandes que ha dado la literatura, asociada erróneamente con la niñez”, J.R.R. Tolkien
Si arrancamos por la fantasía, en épocas antiguas cargaba con el estigma de ser “solo para niños”, ya que hasta el siglo XV abarcaba mitos, leyendas y epopeyas antiguas (Beowulf, La odisea, Las mil y una noches). Para el siglo XVIII, entre el Renacimiento y el Barroco, seguía estando asociada a la mitología clásica, pero ya se animaba con temas de exploración espiritual (La divina comedia, Sueño de una noche de verano).
Durante el Renacimiento y la era victoriana, del siglo XVIII al XIX, aunque se despierta una fascinación por lo sublime y natural, se consolida esta idea asociada a la niñez gracias a Alicia en el país de las maravillas, La bella y la bestia, y sus posteriores adaptaciones cinematográficas.
Si bien estas historias “escapan” de la realidad al crear mundos distintos, siempre fueron una gran metáfora de la vida real, y guardan aprendizajes y reflexiones filosóficas.
Aunque en realidad el desafío para los lectores que se acercan a la fantasía es que no sea simplemente abordada desde la superficie, sino que profundicen en ella y se zambullan en el género más allá del paquete en el que está envuelto. Porque si bien estas historias “escapan” de la realidad al crear mundos distintos, siempre fueron una gran metáfora de la vida real, y guardan aprendizajes y reflexiones filosóficas.
No fue sino hasta el siglo XX que llegó la era de oro de la fantasía, y se consolidó con mundos complejos y detallados como los de J.R.R. Tolkien y Ursula K. Le Guin. Especialmente, el antes y el después es la Tierra Media de Tolkien, referencia a partir de la cual todos los mundos fantásticos que se “respetan” tendrán sus propios mapas.
Y ya a partir del siglo XXI llega la fantasía contemporánea, con el fenómeno literario Harry Potter, para luego dar paso a otras sagas que irían experimentando con géneros distintos —una tendencia que continúa latente— como Canción de hielo y fuego y Geralt de Rivia.
Un rápido manual de iniciación sería distinguir entre la alta fantasía y la baja fantasía. La primera es la que se desarrolla en sus propios mundos, elaborados y construidos con sus reglas particulares que difieren del nuestro, con sus razas, por ejemplo. Por supuesto, aquí tenemos a El señor de los anillos, Un mago en Terramar y Trono de cristal. La baja fantasía es la que se desarrolla en realidades alternativas o paralelas, como sucede en Las crónicas de Narnia, Harry Potter y Cazadores de sombras.
“El amor es una flor delicada, pero es preciso tener el coraje de ir a buscarla a la orilla de un precipicio”, Stendhal
A lo largo de la historia, el romance fue evolucionando y reflejando los valores, las normas sociales y los cambios de estilo de cada época. Si en tiempos anteriores estaba asociado a las aventuras heroicas (Edad Media), más adelante comenzó a profundizar en las pasiones humanas, como lo encumbró Shakespeare (Renacimiento), y se animó a explorar la exaltación de las emociones y su referencia a la naturaleza, como escribieron lord Byron, Víctor Hugo y Jane Austen (Romanticismo del siglo XIX). ¿En qué momento pasamos a pensar que era solo un género dirigido a mujeres y que da vergüenza leerlo?
El romance a partir del siglo XX cambió bastante. Comenzó a mostrar mayor realismo, a explorar relaciones complejas, conflictos cotidianos y personajes más humanos y multidimensionales. Amplió el espectro de temas para incluir relaciones no tradicionales, independencia femenina y exploración de tabúes sociales. Y, por supuesto, también comenzó a fusionarse con otras corrientes. Una tendencia que en el siglo XXI ya vemos asentada, ya que son cada vez más específicas las editoriales que catalogan los géneros literarios (o subgéneros): romance histórico, romance paranormal, romance juvenil, romance erótico, fantasía juvenil, fantasía oscura, fantasía urbana, fantasía científica y, ahora, romantasy.
El ascenso del romantasy
No sucedió de la noche a la mañana, pero su nacimiento se vio impulsado por varios factores:
- El auge de la literatura juvenil (young adult fiction, también conocida como YA Fiction), que durante las últimas décadas ganó un protagonismo sin precedentes con sagas como Harry Potter y Los juegos del hambre, que introdujeron a una nueva generación de lectores a mundos llenos de conflictos y experiencias profundas.
- La globalización de la cultura geek con películas y series como El señor de los anillos, Juego de tronos, The Witcher, Los anillos de poder, Stranger Things y otras, que popularizaron los mundos de fantasía más allá de los círculos tradicionales y crearon un entorno en el que el público está dispuesto a explorar más combinaciones de géneros dentro de la fantasía. Sin descartar convenciones de renombre global como las Comic-Cons, que apuestan por ampliar cada vez más su catálogo.
- El renacimiento del romance en la literatura comercial gracias a sagas como Crepúsculo y Outlander, así como también el despegue de lecturas con finales felices o emociones intensas luego de la pandemia.
- La influencia de las plataformas digitales para conocer las preferencias de los lectores, que evidenció el actual reinado de autoras como Sarah J. Maas, con Trono de cristal y Una corte de rosas y espinas, o Rebecca Yarros con Alas de sangre.
Si me aventuro a una definición de romantasy, podría señalar que se caracteriza por centrarse en los conflictos emocionales y los viajes personales de los personajes, que se desarrolla en mundos imaginarios donde hay magia, criaturas fantásticas y habilidades sobrenaturales, y el conflicto es una lucha entre el bien y el mal. Se prioriza el desarrollo personal y emocional de las mujeres. Son generalmente protagonistas femeninas fuertes que combinan su vulnerabilidad emocional con valentía y poder.
Además, son cada vez más los autores de diferentes orígenes culturales que lo exploran, e incorporan mitologías occidentales y perspectivas frescas. Por ejemplo, Hijos de sangre y hueso, de Tomi Adeyemi.
Aunque las historias varían en el estilo y tono, abordan temas universales como el sacrificio, la pasión, los conflictos de pareja y la reconciliación. Tienen una narrativa emocional, ya que buscan conectarse profundamente con los sentimientos del lector, todo esto en escenarios únicos con geografías, culturas y leyes propias. Brindan resoluciones satisfactorias, en su mayoría, finales felices o esperanzadores.
Si nos animamos a reflexionar sobre por qué leemos, podemos descubrir que siempre hemos querido refugiarnos en los relatos, ya sean de ficción o de otro tipo, a lo largo de la historia de la humanidad. Y ahora, están siendo los preferidos aquellos en donde se sale de la zona de comodidad a mundos fantásticos que no hacen sino actualizar una nueva versión del camino del héroe, aquel que tanto nos enseña sobre la transformación interna de su protagonista.
Para descubrir el romantasy
Una corte de rosas y espinas de Sarah J. Maas. Cuando la cazadora de 19 años Feyre mata a un lobo en el bosque, una criatura bestial irrumpe en su casa para exigir una retribución. Trasladada a una tierra mágica y engañosa que solo conoce a través de leyendas, ella descubre que su captor no es un animal, sino Tamlin, un ser inmortal que alguna vez reinó en su mundo. Este primer libro es un retelling inspirado en La bella y la bestia que se adentra en la transformación de su protagonista. El inicio de la saga Acotar (por sus siglas en inglés) ya tiene cinco libros publicados y se espera el sexto para 2025-2026.
Alas de sangre de Rebecca Yarros. Violet Sorrengail creía que a sus 20 años se uniría al Cuadrante de Escribas para vivir una vida tranquila, que estudiaría sus amados libros y las historias antiguas que tanto le fascinan. Sin embargo, por orden de su madre, la temida comandante general, debe unirse a los miles de candidatos que luchan por formar parte de la élite de Navarre: los jinetes de dragones. La saga Empíreo está llena de facciones políticas y escenarios hostiles. Catalogada como “muy adictiva”.
De sangre y cenizas de Jennifer L. Armentrout. Poppy es una doncella que fue criada para una vida solitaria y para cumplir con su deber, hasta que empieza a cuestionarse su rol en el reino y una amenaza se levanta en el horizonte. Una saga llena de giros inesperados que espera la publicación de su séptimo y último libro para este año.
En el oscuro corazón del bosque de Naomi Novik. Agniezka ama su pueblo, ubicado en un tranquilo y profundo valle, pero el cercano bosque encantado es como una sombra sobre su hogar. Los aldeanos dependen de un mago eterno, el Dragón, para protegerlos de esa magia oscura. Y para obtener su ayuda, se paga un precio terrible: una joven del pueblo debe servirle durante 10 años. Cuando la fecha de elegir a la próxima llega, ella cree que su amiga Kaia será la escogida, porque es todo lo que Agniezka no es: hermosa, elegante y valiente. Pero cuando llega el Dragón, es a la protagonista a quien se lleva.
Un petálo de sangre y de cristal de Sarah A. Parker. Una reinterpretación del cuento de Rapunzel. Cuando la oscuridad comienza a apoderarse de la Tierra, los pétalos de la realidad caen uno a uno hasta revelar una verdad terrible. En una fortaleza atestada de secretos, ninguno resulta ser mayor que el que se esconde en su interior.
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