De barrio, y eso no va a cambiar
Sus inicios en la cumbia, su novísima incursión en el funky y su paso por géneros como el rock y la guarania demuestran que, para El Princi, la versatilidad es su mayor fortaleza. Su carrera, que comenzó en su barrio, la Chacarita, vio una evolución monumental en los últimos años, y en esta entrevista nos cuenta sobre su constante búsqueda de autenticidad y conexión con su audiencia, además de una fuerte identidad comunitaria que no cambió a través de los años.
Por Laura Ruiz Díaz. Dirección de arte: Gabriela García Doldán. Dirección de producción: Camila Riveros. Producción: Sandra Flecha. Asistente de producción: Anabel Artaza. Fotografía: Javier Valdez. Agradecimientos: Clarisa Enciso.
Hace algunos años, El Princi tomaba la tapa de esta revista por primera vez. Desde entonces, su carrera ha despegado y alcanzó distintas formas de notoriedad. Incursionó en la televisión y logró nuevos hitos en su acción solidaria con su comunidad. Como hace tres años, sigue irradiando juventud y alegría, pero ahora llega con un paso más firme: domina la cámara, el micrófono y la entrevista con una habilidad que solo la experiencia puede proporcionar.
En esta edición volvemos a sentarnos con Elías Benjamín Mosqueira quien, como buen amigo de Pausa, nos puso al día sobre los cambios que atravesó en los últimos años.
Con ustedes, de la Chaca pal’ mundo, El Princi.
Un nómada musical
La música de El Princi puede definirse como urbana, pero no es posible categorizarla, como hicimos unos años atrás, en un solo género. En el álbum Soy de Barrio (2022) y producciones anteriores, sus exploraciones tenían que ver con las distintas intersecciones entre la cumbia y el reguetón, con el RKT como bandera identitaria de un género que cuenta las historias populares desde sus protagonistas: las juventudes.
Las temáticas que abordaba en sus canciones siempre tuvieron que ver con la reivindicación del disfrute, pero con una fuerte mirada social, como en Soy de barrio, interpretada junto al maestro del requinto Juan Cancio Barreto. Otro ejemplo en el mismo disco es Pal piso, en donde hace una crítica a los ladrones de traje y corbata que andan tranquilos por la calle. Posteriormente, vuelve a la esencia, la cumbia villera, con el single Sangre caliente, lanzado en conjunto con Talento de Barrio.
En Cuf detonante regresa a las calles conocidas con una intro que bien podría ser una mañana cualquiera en casa —se recomienda escuchar—, y en los siguientes sencillos como Wachinanga (que realizó en colaboración con otros artistas), Locu loco (canción original de una película nacional), Qué pasó?, Fuego, En la habitación y Glum-glum retoma las exploraciones entre la cumbia y el reguetón con sonidos digitales.
Él y el cantante mexicano Carlos Montalvo, exvocalista del grupo Los Ángeles Azules, fusionaron sus estilos enmarcados en la cumbia y trajeron a la escena musical la canción titulada Por qué te vas, que trata sobre el despecho y el desamor. Pero aunque sí hay una tendencia hacia la cumbia, el reguetón y sus intersecciones, nunca se limitó.
En paralelo, también formó parte del proyecto musical Aguyje maestro, una guarania tributo a su creador, José Asunción Flores, también chacariteño. Este tema fue compuesto por Ricardo Flecha y la propuesta estuvo acompañada por artistas de diferentes generaciones: Juan Cancio Barreto, Patrick Altamirano, Purahéi Soul y El Princi. Además, participó en las dos ediciones del H_Y_DRO Experimental Water Show, con la orquesta que forma parte de Sonidos de la Tierra.
Casi al cerrar el 2024, junto con el cantante de rock Pablo Ortiz publicó la canción Arde en mí en todas las plataformas digitales, un material que era un llamado a la fe, en donde cada uno pudo poner su esencia.
Ahora, su nueva exploración nos lleva hacia las playas canarinhas. Su nuevo disco, De la Chaca pal Mundo, es el primero de funky 100 % en español, y sobre eso te vamos a contar en esta edición.
Hasta abajo sin miedo
Desde Beyoncé hasta Madonna, pasando por Karol G, Cardi B y Emilia Mernes, hasta Wanda Nara, todo el mundo es amante del funky brasileño. Su ritmo pegadizo hace que sea un destino inevitable. Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de funky?
Seguramente más de uno habrá pensado en Anitta, que se coronó como una de las brasileñas más importantes de su generación con la canción de funky carioca mezclada con pop contemporáneo Show das poderosas en 2013. Pero es un género que tiene una historia que va mucho más allá.
El funky brasileño nació en los 80 en las poblaciones de bajos recursos dentro de las favelas ubicadas en Río de Janeiro. En palabras de la investigadora colombiana Laura Yuliana Bedoya, la evolución de este ritmo revela realidades violentas por las que atravesaba ese sector poblacional, impulsadas tanto por la desigualdad social como por el racismo. Este referente es importante para la composición final, ya que deja un precedente de cómo desde la música existe una respuesta a una de las problemáticas que se abordan en la creación de la obra.
También conocido como “funk carioca” o “baile funk”, su sonido se distingue por bases energéticas, melodías pegadizas y letras explícitas que abordan temas como desigualdad, amor, sexualidad y la vida en las favelas. Su ritmo central, el tamborzão, fusiona el Miami bass con percusión samba, ritmos afrobrasileños y elementos electrónicos, utilizando la icónica caja de ritmos Roland TR-808. Además, incorpora influencias de maculelê y candomblé, lo que resalta su profundo carácter cultural.
“Lo que me motiva ahora es demostrarles a los artistas que no hace falta encerrarse en un solo género musical”, cuenta El Princi. Y agrega: “Estoy explorando diferentes estilos para mostrar que se puede ser versátil y abierto”.
El nuevo disco tiene algo de electrónica, incluso toques de techno, pero su esencia son el funky brasileño y todas sus subvariaciones que, en palabras del artista, dependen de sus distintos creadores.
De la Chaca pal Mundo, nuevo álbum de El Princi
“Este álbum es mi carta de presentación al mundo, pero también un tributo a mis raíces”, nos dice, emocionado. El disco nació hace pocos meses y creció a un ritmo vertiginoso, como ya te contamos con más detalle en nuestra nota publicada anteriormente (Con el barrio en la sangre).
Todo comenzó cuando Elías conoció a William Japa, productor y gestor de Tratto Entretenimentos, una productora de funky brasileño. Este fue a ver uno de sus shows en el centro y, luego de su presentación, le hizo una propuesta, que fue aceptada por El Princi porque para él era la oportunidad de crecer. Firmaron contrato por cinco años.
En noviembre, El Princi viajó a Brasil y grabó el material que marcaría el inicio de la asociación. Él solo se enfocó en componer y grabar, de todo el resto se encargó el equipo de William. En el país vecino, el artista se encontró con nuevas formas de ver la música y la labor del artista, con una perspectiva más profesional.
“Lo que me motiva ahora es demostrarles a los artistas que no hace falta encerrarse en un solo género musical. Estoy explorando diferentes estilos para mostrar que se puede ser versátil y abierto”
El Princi
Grabó un disco de funky en español, una propuesta innovadora, porque hay pocas músicas de este estilo en ese idioma; generalmente son en portugués. “También experimenté con portuñol en algunas canciones. Estoy seguro de que este álbum dará mucho de qué hablar porque todos los temas son para bailar, no hay uno solo que sea aburrido”, remarca nuestro representante.
“Quería mantener mis raíces”, dice El Princi. El nombre hace referencia a la Chacarita, a su identidad y, además, a la de muchos otros barrios populares. “De las 12 canciones del álbum, solo una tiene videoclip grabado en Brasil. El resto los hicimos en mi barrio, en la Chaca, en la terraza de un vecino. La gente piensa que esos videos son en Brasil, pero en realidad son acá. Siempre quiero que mi barrio esté en lo que hago”, afirma el artista.
La intención detrás de este nuevo lanzamiento es la diversión. ¿Se imaginan salir a bailar y que la propuesta sea música creada en Paraguay? Eso es lo que ofrece él. La mayoría de las canciones son interactivas, entonces el público se convierte en parte fundamental del show.
La autenticidad es el camino
En su proceso creativo, El Princi mantiene la sencillez que lo caracteriza. Aunque a veces le preguntan si lo que hace está bien, para él es simplemente su forma de ser. Esa naturalidad, asegura, es la base de su autenticidad.
Lo genuino en la música urbana es clave para él. Busca ofrecer algo innovador, que atrape. «Eso es lo que falta a veces, cosas diferentes», reflexiona. Esa característica se traduce también en la conexión con su audiencia, una relación que describe como increíble. En temas como Yo no quiero agua (del nuevo disco) y Soy de barrio, el público responde de manera inmediata y se convierte en parte esencial del espectáculo.
Puede reconocer cuánto ha evolucionado su carrera gracias a la autogestión. Lo que comenzó como un hobby sin interés en el dinero, ahora es una actividad profesional que genera ingresos a través de plataformas digitales y colaboraciones con marcas.
En su arte, las historias de su entorno tienen un protagonismo indiscutible. «Mi música refleja la realidad, lo que viví yo, lo que vive mi gente. Es real, no una falacia», concluye. Así reafirma su compromiso con las verdades de su comunidad.
Un año movido
El 2024 marcó un antes y un después para El Princi, quien con humildad y determinación consiguió llevar adelante proyectos que muy pronto transformarán su barrio.
Con una sonrisa que refleja satisfacción, comparte que tanto el 2024 como el año anterior han sido «muy bendecidos». La música aún es una parte esencial de su vida, pero hay otros hitos de este periodo que se encuentran en el impacto social que busca lograr en su barrio, Doctor Ricardo Brugada.
En febrero se inaugurará el primer centro de atención que propuso y en marzo comenzarán las obras para una guardería. Ambos fueron aprobados de entre los cinco planes presentados a las autoridades nacionales. «Al principio dudé, porque no me gusta la política», confiesa. Sin embargo, fue la insistencia de su tía, activa en el ámbito político, lo que lo impulsó a buscar contactar con el Gobierno de turno. Contra sus expectativas, recibió una respuesta rápida y positiva.
“Quería mantener mis raíces. De las 12 canciones del álbum, solo una tiene videoclip grabado en Brasil. El resto los hicimos en mi barrio, en La Chaca, en la terraza de un vecino. La gente piensa que esos videos son en Brasil, pero en realidad son acá. Siempre quiero que mi barrio esté en lo que hago”
El Princi
«Todo esto lo hago por mi barrio, para dejar un legado», asegura con orgullo. A pesar de este acercamiento a figuras políticas, insiste en que su motivación siempre ha sido comunitaria, no partidaria. Desde joven ya demostraba su compromiso con la comunidad a través de la organización de actividades solidarias, como repartos de ropa y eventos para alegrar a los chicos, como el Día de Reyes o el Día del Niño. «Nunca fue algo político, sino más bien social», sostiene, para dejar en claro que su intención es mejorar la vida de quienes lo rodean, sin agendas ocultas.
Además de su labor comunitaria, el 2024 también marcó su incursión en la televisión, donde actualmente es jurado en un programa de talentos emitido los sábados. «Al principio fue un poco chocante, pero ya me acostumbré. Esto me abrió muchas puertas», relata. Una de esas fue su participación en Baila conmigo, espacio que lo ayudó a conectar con el público más personalmente y compartir su historia a través de la música y el baile. La experiencia le permitió amplificar su mensaje y darse a conocer.
La familia ha sido un pilar fundamental en esta etapa de su vida. Para El Princi, contar con el apoyo incondicional de sus seres queridos es clave para avanzar. «Saber que tenés un sostén ahí por si pasa algo, ese respaldo, es fundamental», asegura. Esta red de afecto y confianza no solo lo impulsa a enfrentar nuevos desafíos, sino también le recuerda sus raíces y la importancia de mantenerse fiel a sus valores.
Con una trayectoria marcada por la perseverancia, concluye esta entrevista con un mensaje claro: «Paciencia y lucha”, expresa al reflexionar sobre su camino y los aprendizajes adquiridos. Si pudiera aconsejar al joven que comenzó hace 10 años, le diría que confíe en sí mismo y no abandone sus metas, pues cada pequeño paso es parte de un proceso más grande.
Optimista sobre el futuro de la música urbana en Paraguay, ve en los próximos años un panorama más fuerte y relevante para el género. Cree que, con el esfuerzo de artistas como él, la escena musical crecerá y alcanzará nuevas alturas.
Para El Princi, su éxito no es solo un logro personal, sino una oportunidad para inspirar a las nuevas generaciones. «Quiero decirles a los jóvenes que luchen por sus sueños. Sé que no es fácil, pero hay que hacerlo», afirma. Sus palabras invitan a confiar, trabajar con dedicación y transformar, no solo la música, sino también la vida de quienes se atrevan a soñar.
CUANDO TODO CAMBIÓ
Al mirar hacia atrás, El Princi reconoce que su carrera dio un giro decisivo cuando comenzó a trabajar con Dani Da Rosa, un paso que marcó el inicio de una nueva etapa. “Él me puso un equipo profesional, todo era muy ordenado”, cuenta. Antes, estaba acostumbrado a autogestionar su carrera con una o dos personas, pero allí se encontró rodeado de un grupo de 12 a 15 integrantes. “Teníamos maquilladora, productor, chofer…”, recuerda. Este cambio no solo le trajo más estructura, sino también la posibilidad de aprender sobre plataformas digitales, producción musical y aspectos financieros, como cobrar correctamente por su trabajo.
En ese contexto, lanzó su álbum Soy de Barrio, donde incluyó el tema que lo catapultó a la popularidad. Además, en ese momento logró cerrar contratos con grandes marcas nacionales e internacionales. “Fue un cambio enorme”, confiesa. Lo que antes era un esfuerzo aislado y autodidacta, se convirtió en una operación profesional que no solo impulsó su música, sino que también lo posicionó como un artista integral, capaz de conectar tanto con el público como con la industria a gran escala.
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