Nota de tapa

Menchi y Óscar

Una historia de amor, militancia y periodismo

En homenaje al amor en todas sus formas, pero específicamente al amor compañero de pareja, conversamos con dos personas que inspiran a la ciudadanía paraguaya desde su propia historia, que se sostiene alegre con el paso de los años, y desde su incansable trabajo periodístico, cuestionador del poder.

Por Nadia Gómez. Dirección de arte: Gabriela García Doldán. Dirección de producción: Camila Riveros. Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez. Locación: pizzería Francescana. Agradecimientos: Myriam Raphael y Gabriel Larrea.

Un sábado por la mañana, el equipo de Pausa se encontró con la pareja pública más conocida y ponderada del país, nada más y nada menos que Menchi Barriocanal y Óscar Acosta. Desde el periodismo, construyeron una carrera en las pantallas y la radio, siempre en cercanía con el público que cada día apuesta por ellos como fuente, no solo de información, sino de convicción y de confianza.

Se presentaron en la entrevista como periodistas de oficio, con la calidez y las sonrisas que reconocemos instantáneamente los que estamos acostumbrados a verlos. El Día de los Enamorados, más que una fecha con intenciones comerciales y de marketing, creo que también puede ser una excusa para parar un momento, en medio del ajetreo que el sistema demanda, y celebrar el amor que cuida, sostiene y revitaliza.

Ese amor que nos remite al hogar, al lugar seguro y, al mismo tiempo, nos eleva. Menchi y Óscar emanan esa energía de compañerismo y complicidad por sobre todas las cosas. Era claro que con ellos teníamos que celebrar estas fechas en particular.

Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.

Óscar cuenta que antes de que fueran cercanos, Menchi ya tenía una carrera protagónica. Nos remontamos a los 80, aún en pleno régimen dictatorial. “Y éramos conocidos porque yo estaba en un mundo de periodismo militante en aquella época, y ella también, con un estilo particular de hacer protesta a través de su programa y de la música”, comenta. Era 1987, para ser exactos, y Menchi estaba embarazada de su segunda hija, Alejandra. “Óscar un día golpeó la puerta de mi casa y me ofreció trabajo, quería que lo acompañara en radio Cáritas”, agrega.

Ir a Cáritas, junto a Óscar, en ese contexto político, significaba tomar muchos riesgos. Ella trabajaba en Canal 13 en ese momento. Tuvo que rechazar la invitación, pero, como podrán intuir, ese inicio fallido no fue un obstáculo para lo que vino después.

Sucedió el derrocamiento de la dictadura, 36 años atrás, y ella cuenta que él fue contratado rápidamente en Canal 13 como conductor de noticieros. En ese momento eran compañeros que compartían la admiración mutua por el trabajo y las convicciones.

“Había salido del canal, iba en el auto. Óscar me siguió y me pidió que parara la marcha. Se acercó y a través de la ventanilla me lanzó una declaración de amor, y se fue”

Menchi Barriocanal

Fue a partir de 1991 que los vientos cambiaron y se empezó a gestar un vínculo más fuerte entre ellos. “Había salido del canal, iba en el auto. Óscar me siguió y me pidió que parara la marcha. Se acercó y a través de la ventanilla me lanzó una declaración de amor, y se fue”, relata Menchi, quien admite que a partir de ese momento empezó a verlo de otra manera, con ojos más afectuosos.

Menchi y Óscar cumplen 34 años de estar juntos en mayo, y en diciembre, 30 de matrimonio. “Retrotraigo el relato porque yo tenía una admiración muy particular por su estilo de militancia social. No era fácil en aquella época, y menos para una mujer. Había mujeres periodistas valientes que encaraban la lucha por la libertad desde la música y la expresión artística, y Menchi lo hacía. Eso recibió reconocimiento del público, por su trabajo periodístico y también artístico”, agrega Óscar.

Para ambos, algo que cimentó la conexión desde el comienzo fue la admiración y el respeto que sentían por el quehacer y la visión que tenían del mundo. Para una pareja que coincide en lo laboral de manera tan pública, la capacidad de simbiosis, la conexión y el construir de igual manera una carrera que se sustenta por sí misma, por fuera de la relación, parecen ser condimentos importantes en la cotidianeidad.

El amor en las trincheras del periodismo

En 1992, con la transición a la democracia en marcha, también iniciaba el primer ciclo de El ojo, un programa televisivo de investigación importante en la historia del periodismo paraguayo. En 1994 se produjo desde Canal 13 con Menchi como conductora. Desde el inicio, Óscar también estuvo involucrado en la producción comercial.

“Más allá de las anécdotas de lo que pasaba en ese programa, siempre estábamos en el mismo ambiente, pero nunca trabajando juntos. Se dio la posibilidad después de muchos años y llegamos a hacer noticieros en Canal 13, pero era esporádico. Cada uno tenía su espacio”, acota Menchi. La con fluencia laboral los unió siempre, hasta ahora, con el mismo ideal de país y los mismos objetivos como seres humanos.

“Más allá de las anécdotas de lo que pasaba en ese programa, siempre estábamos en el mismo ambiente, pero nunca trabajando juntos. Se dio la posibilidad después de muchos años y llegamos a hacer noticieros en Canal 13, pero era esporádico. Cada uno tenía su espacio”

Menchi Barriocanal

En vísperas del inicio del segundo ciclo de El ojo, 35 años atrás, fue incautada una gran carga de cocaína en el Chaco, la más grande hasta entonces, que involucró a personas en cargos políticos, lo que consolidó un nexo innegable entre política y narcotráfico. Una avioneta de origen boliviano, que trasladaba la droga a otro sitio, se encontró en Parque Cué (Chaco) luego de un aterrizaje forzoso. “Estábamos de vacaciones con los chicos; me llamó Augusto Barreto y me dijo: ‘Amado Recalde, el piloto, solamente dará su testimonio si vos le hacés la entrevista; si no, no va a hablar con nadie. O contigo o nada’”, recuerda ella.

Fue un momento histórico para Menchi y, de nuevo, para el periodismo paraguayo. “Era una responsabilidad demasiado grande. Todos los días me despertaba y le preguntaba a Óscar qué debía hacer. Siempre me decía que me apoyaría en lo que decidiera”, detalla. Después de la duda, y con el apoyo firme de Óscar, Menchi, junto a su equipo de El ojo, realizó la entrevista. “Y siempre fue así”, agrega al referirse al apoyo incondicional de su compañero de vida.

A lo largo de los años, ambos han trabajado juntos en distintos espacios informativos y se convirtieron en referentes del periodismo en Paraguay. Su química y profesionalismo son claves en el éxito de sus programas, pues cautivan a la audiencia con su objetividad y compromiso con la verdad.

Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.

Un proyecto familiar

Luego de que se encontraron y el vínculo se fue fortaleciendo, cada vez quedaba más claro para ambos que querían formar una familia. Tanto Óscar como Menchi habían vivido ese deseo en el pasado, con parejas anteriores. “Teníamos la difícil misión de reunir a nuestros hijos, porque Óscar venía con dos de dos matrimonios anteriores, y yo con dos de un matrimonio anterior. Después llegó Guadalupe”, cuenta ella.

Ellos ven en su familia, hoy, uno de sus mayores logros como personas. “El haber hecho que nuestros hijos se encontraran y se quisieran; el vernos, no todos los días obviamente, y a veces un poco menos de lo que nos gustaría, pero igual… te diría que nuestro leitmotiv era juntar a todos y tener una familia en armonía y en paz, más allá de las dificultades que pudieran haber surgido”, menciona Menchi.

“Teníamos la difícil misión de reunir a nuestros hijos, porque Óscar venía con dos de dos matrimonios anteriores, y yo con dos de un matrimonio anterior. Después llegó Guadalupe”

Menchi Barriocanal

Y así fue, la familia que lograron consolidar con esfuerzo, respeto y amor es una que se cimenta en la diversidad. “Respetamos las diferencias, no imponemos absolutamente nada a nadie, creo que eso también ha sido importante”, explica Menchi.

Otra razón por la cual la familia tiene un peso tan grande para ambos es porque la envergadura del trabajo que realizan hizo que buscaran refugio en su interior. “También hay decisiones políticas que nos afectan, porque todos pensamos distinto. Por suerte aprendimos a resolver eso. Como siempre le digo a Menchi, hay batallas y batallas”, agrega Óscar.

Con el paso de los años, se consolidaron como un equipo querido por la ciudadanía, que se sostiene también desde una rutina amorosa y consciente. Un día normal para nuestros queridos periodistas se ve así: Óscar es el que más temprano se despierta; a las 3.45 él ya está alistándose para ir a trabajar. Pero ahí hay algo que pesa un poco también: “Hace 40 años que me levanto a esa hora. Mis hijos y mis hijas pocas veces me habrán visto desayunar en la mesa de la casa”, agrega.

Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.

Menchi también inicia temprano: a las 5.30 de la mañana ya está arriba para iniciar su jornada. “Después nos cruzamos en el canal cuando él termina Día a día y yo me preparo para el noticiero. Él me trae el almuerzo en cada jornada”, cuenta Menchi. Óscar sonríe y se refiere a sí mismo como “el viandero”. Luego de comer, conducen ambos un programa y, al término, vuelven a su casa, donde meriendan juntos, todos los días.

Sentada en ese momento con ellos me imaginaba esa escena tan hogareña y reconfortante, en la que uno llega luego de un largo día y se encuentra con algún afecto, ya sea la pareja o un buen amigo o amiga, y baja la guardia en medio de una conversación y un café con tostadas. Menchi y Óscar son todo eso: amigos, compañeros, padres, familia y, sobre todo, pareja.

La tarde avanza y Menchi se enfoca en sus pendientes: sus contenidos para las redes sociales, con la ayuda de su hija Montse, y Óscar se encamina de vuelta a Telefuturo, a las 18.00, y retorna a las 21.00 para cenar juntos. “Le espero para cenar, seguro después vemos alguna serie, aunque sea un capítulo”, agrega ella. Ambos encuentran disfrute en las cosas sencillas.

“Y bueno, creo que es nuestro mayor logro, construir esto juntos. Nada termina de construirse. Creo que se sigue construyendo, siempre. Hasta que caiga el telón”

Óscar Acosta

Cuando el contexto de vida implica una exposición importante, tanto de cuerpo como de mente, como en el caso de esta pareja, las cuestiones más cotidianas y hogareñas se vuelven fundamentales. “Creo que estamos en una etapa en la que ya nos vamos poniendo grandes, pero seguimos disfrutando de nuestra cotidianeidad. Le encontramos la vuelta al disfrute de abrir una botella de vino, tomar una copa e ir a la cama felices. Yo creo que pasa un poco por ahí, seguir encontrándonos, seguir disfrutando de momentos”, comenta ella.

Recientemente viajaron juntos y a mucha gente les llamó la atención, nos cuentan. Les decían “se van de luna de miel”, y Menchi lo confirmó con seguridad: “Sí, nos vamos de luna de miel”. Piensan que esto se debe a que a la gente no le parece normal sostener un amor así, un afecto así, en la etapa que están atravesando juntos.

“Yo creo que en cualquier época de la vida uno puede seguir disfrutando, pasando bien y encontrando dentro de sus espacios compartidos, sus espacios íntimos”, reflexiona Menchi. Entonces la celebración no se da solo un par de días al año; la pareja se celebra constantemente cuando se encuentran, dan lugar al compartir y al estar juntos en medio del caos diario.

Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.

Que viva el amor

Como cada año, la pareja de enamorados celebra el 14 de febrero invadida por la convicción de festejar. “El amor como sea, con quien sea, mientras sea consentido y respetuoso. Eso es lo importante, que haya mucho amor”, agrega Menchi. Ambos reían mientras hablaban sobre la importancia de este sentimiento en sus vidas, y de ellos mismos, como personas individuales, en la vida del otro.

Menchi asegura que cuando se vive con el filtro del amor puesto, todo lo que se mire y se analice se ve y se siente distinto. Es el sentimiento más importante del mundo. “El amor tiene que triunfar”, reflexiona.

En ese sentido, coinciden en que quieren ver y acompañar a sus hijos en esta travesía que cada uno navega, en medio de lo que significa construir un proyecto en pareja en la actualidad. “Que la familia sea un lugar donde se sientan respaldados, donde puedan ser como son y presentarse sin disfraces”, agrega la artista, periodista y madre, y enfatiza que ellos tuvieron la suerte de crear algo juntos desde los cimientos, a lo largo de estos 34 años.

Es el lugar donde se encuentra su mayor defensa: su familia. Ambos, en total complicidad, se miran mientras Menchi concluye: “Y bueno, creo que es nuestro mayor logro, construir esto juntos”. Óscar le sigue: “Nada termina de construirse. Creo que se sigue construyendo, siempre. Hasta que caiga el telón”. Y así es como siguen construyendo, día a día, una historia de amor que trasciende y permanece en el tiempo.

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