Detrás de cámaras con la pareja paraguaya más querida de internet
La modelo, empresaria y exmiss Alba Riquelme, y el emprendedor y nadador Renato Prono llevan seis años compartiendo con el público su cotidianeidad como pareja. Entre risas, curiosidades, responsabilidad social y el deseo de crecimiento constante, nos invitan a echar un vistazo más allá de la pantalla.
Por Patricia Luján Arévalos. Dirección de arte: Gaby García Doldán. Dirección de producción: Betha Achón. Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Javier Valdez.
Como muchos romances posmodernos, el de Renato Prono y Alba Riquelme inició en mensajes directos de una red social. “¡No van a creer que nos conocimos por Instagram! Así comenzamos a hablar. Renato estaba en Rusia, yo en Paraguay, él se había ido a competir para un mundial en representación de Paraguay. Durante un mes hablamos todo el tiempo y cuando él volvió empezamos a salir”, recuerda Alba entre risas, como sin dar crédito a esta relación, que ya lleva seis años.
Como se da usualmente en estos casos, una vez que se encontraron, todo se fue dando de manera orgánica. Poco tiempo después de empezar a salir, Renato tuvo que viajar de vuelta a competir fuera del país, pero antes de hacerlo decidió dar el paso y pedirle a Alba que fueran novios. Ella aceptó y el resto, como se dice, es historia.
No pasó mucho tiempo antes de que empezáramos a verlos interactuar como pareja en redes, especialmente en Instagram, donde ambos tienen su mayor cantidad de seguidores. Allí, los cumplidos mutuos terminaron por confirmar a los fans que Cupido los flechó.
Hoy son una power couple, una pareja con mucho poder de influencia, que utilizan tanto para potenciarse mutuamente y trabajar como para dar voz a causas sociales en las que creen personalmente. A punto Renato de cumplir 31 —que Alba ya cumplió este sábado 5 de febrero—, ambos reafirman su compromiso mutuo a través de un apoyo constante que va mucho más lejos que las fotos que se toman para las redes sociales.
Por el mes del amor, conversamos con ellos para conocer detalles de su día a día, debatir sobre exposición pública y, claro, chusmear un poco en este mundo que vemos todos los días a través de las pantallas.
Como personas públicas, es difícil mantener la privacidad, muchas veces. ¿Cómo llevan ese aspecto?
Alba (A): – No tenemos muchos problemas con eso porque decidimos qué mostrar y qué no. Hay cosas muy privadas que no publicamos, pero también nos gusta hacerles parte de nuestra vida a los seguidores. Les compartimos qué estamos haciendo, cómo nos llevamos, conocen un poco más de la dinámica en pareja también. De repente, a Renato le molesta algo que yo hago y lo cuenta o se pasa molestándome en las historias, o a mí me molesta cuando él no carga las cubetas de hielo y yo subo cosas así (risas).
Nos gusta compartir, pero son cosas muy pensadas; no vamos a estar mostrando cualquier cosa. Hay espacios de nuestra casa que tampoco publicamos o, de repente, cuando tenemos un momento nuestro, a solas, decidimos no alzarlo. Por ejemplo, una vez subí una foto donde Renato me estaba abrazando y una chica me respondió: “Primera vez que veo que te abraza, nunca te abraza”. Nos abrazamos todo el tiempo, pero no voy a mostrar una foto cada vez que lo hacemos.
Tienen muchos followers en común, personas que tienen insight sobre sus vidas a través de lo que muestran en redes. ¿Eso impacta en su relación, de alguna manera?
Renato (R): – Nuestra relación es totalmente aparte de las redes sociales. Lo que pasa entre nosotros se queda ahí, no dejamos que nada se interponga. Cabe destacar que empezamos a salir hace seis años y cuando eso nuestra presencia no era tan grande como ahora. Si bien las personas ven lo que hacemos cada día, crecimos nos desarrollamos a la par.
Me parece que ambos son muy conscientes del alcance de su influencia. ¿Tomaron una decisión, en algún momento, de discutir temas relevantes socialmente? ¿Cómo se dio esa transición? ¿Fue algo orgánico?
R: – Somos conscientes del alcance que tiene cada uno individualmente y ambos en conjunto. Para nosotros lo importante es la responsabilidad: sabemos que todo lo que decimos tiene cierto impacto y vamos a tratar de hablar cordialmente en los parámetros de nuestro conocimiento. No vamos a opinar de lo que no sabemos y siempre tratamos de instruirnos antes de dar nuestro parecer. Hay cosas de las que no podemos opinar y en ciertos momentos decidimos quedarnos callados por respeto a la situación. Dentro de todo, existe mucha presión y responsabilidad.
A: – Desde que le conozco a Renato, lo primero que me dijo es que quiere aportar a la sociedad, ayudar, finalmente tener una fundación. Siempre se interesó por ayudar a los niños en el deporte, cosas así. Ahora que rompió esa barrera de hablar en las historias y mostrarse un poco más como es, también se anima a sentar postura en algunos aspectos y a ver cómo impactar de manera positiva en la sociedad. Se fue dando de manera orgánica porque cada uno creció como persona. Hace poco estuvo recaudando para apoyar económicamente a chicos que van a representar a Paraguay en competencias internacionales que son superimportantes.
Cuando sucede algún hecho local de impacto social, ¿sienten alguna responsabilidad con su público de pronunciarse al respecto?
Ambos: – Cuando pasa esto, sentimos que muchas personas acuden a figuras públicas para que se pronuncien al respecto y muy seguido lo hacemos, si lo consideramos pertinente. Somos conscientes del alcance que tenemos y, muchas veces, justamente por eso decidimos no hablar o emitir opinión respecto a temas de los cuales no estamos interiorizados.
¿Pueden contarnos un poco sobre su vida hogareña? ¿Existe lo cotidiano en sus vidas?
A: – Sí, existe, sobre todo porque Renato es muy metódico en sus horarios y entrenamientos. Los míos son mucho más flexibles y puedo hacer las cosas a mi ritmo. Pero suena la alarma y él ya se levanta, está buena onda, se lava la cara y cepilla los dientes, pone música, de repente un podcast o videos motivacionales para salir a entrenar y hacer lo que debe.
A mí me cuesta un poquito. Suena la alarma y quiero cinco minutos más; me quedo, necesito desayunar en silencio y despacito. Me cuesta más arrancar. Los días muy ajetreados y en los cuáles casi no coincidimos en horarios, tratamos de hacer al menos una comida al día juntos.
¿Cuáles son las actividades que realizan juntos con mayor frecuencia?
R: – Nos encanta ir al cine o ver pelis en casa. Nuestras visitas a cafeterías son constantes.
¿Cómo es un sábado de noche para ustedes?
R: – Somos muy hogareños. Preferimos quedarnos en casa, pedir delivery (casi siempre de comida oriental) y pasarnos 30 minutos eligiendo alguna peli para terminar viendo hasta la mitad.
A través de sus redes vemos que tienen muchos compromisos sociales y también viajes, especialmente por las competencias de Renato. ¿Cómo encaja eso en su vida de pareja?
R: – Desde que empezamos a salir, cada uno tiene sus viajes preparados, su agenda personal, y viajamos por nuestra cuenta. Con eso no tenemos ningún problema.
A: – Como mis horarios y mi trabajo son mucho más flexibles ahora, yo puedo viajar con él. Ya organizo todo lo que tengo que hacer acá, también se puede trabajar de manera remota. Encontramos la forma de que funcione, nos divertimos muchísimo juntos también y cuando cada uno tiene que viajar por su cuenta, entendemos perfectamente y nos apoyamos 100 % en lo que debemos hacer porque entendemos que así es el trabajo. Es parte de nuestro estilo de vida.
A través de la cuenta de Alba vimos cómo evolucionó la fotografía de Renato. Esta relación de pareja/trabajo, ¿cómo surgió?
R: – Esto fue algo que empezó como hobby para distraerme un poco de la natación. Nos recomiendan que hagamos algo como eso, si no estamos ocho horas al día entrenando y solamente enfocados en el deporte.
A: – Fue un momento en que yo decidí empezar con el blog también, Renato me impulsó a hacerlo en su momento al 100 %, y me dijo: “Yo voy a aprender, te voy a sacar las fotos, vamos a trabajar de cierta manera, a fijar los objetivos y llegar a eso”. Y fue así como empezó todo. Después se fue desarrollando, empezó a fotografiarme para las redes sociales, comenzamos a trabajar con proyectos para las marcas y ahora él hace sesiones con otras personas también, y es algo que le encanta.Yo tuve que aprender también a sacar fotos porque le hago las suyas. A mí me costó un poquitito más porque siempre estuve del otro lado de la cámara, siempre me sacaron a mí. No tengo problema para posar, pero nunca me interesó aprender lo básico de iluminación, de cómo se encuadra, tuve que ir mejorando con el tiempo.
Sabemos que tienen mucho éxito en Instagram, pero ¿cuál es su plataforma social preferida?
A: – Usamos muchísimo Instagram como plataforma de trabajo, pero la verdad es que, si necesitamos distendernos o hacer pasar el tiempo, a Renato le encanta YouTube, se pasa viendo entrevistas, videos, podcasts y hasta para escuchar música. Yo, en cambio, adoro Pinterest, soy mucho más visual para las fotografías, me sirve de inspiración, me paso armando tableros, es 100 % mi onda y me puedo pasar horas allí.
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