Nota de tapa

The Rock

Dwayne Johnson es la estrella reinante de Hollywood

Hubo tiempos en los que actores como Tom Hanks ostentaban este título, y aunque no tenemos nada contra de Tom, sí hay mucho a favor de Dwayne The Rock Johnson, conocido por estos lares simplemente como La Roca. En esta nota nos dedicamos a hacer un perfil del multifacético artista a propósito del estreno de su más reciente éxito, Jungle Cruise.

Por Patricia Luján Arévalos. Agradecimientos: Filmagic Paraguay.

Hay una anécdota que circula en los artículos sobre Dwayne Johnson. En caso de que no la conozcas todavía, es esta: a los 23 años de edad, tenía siete dólares en el bolsillo y sabía dos cosas: una era que estaba quebrado; la otra, que nunca volvería a estarlo. Sabemos cómo son las historias de éxito californianas; todas tienen un toque de magia —o invención— de por medio, pero en el caso de Dwayne es difícil no creer que sucedió así. Es que su dedicación lo llevó de exjugador de la NFL desempleado a titán de la industria del entretenimiento. Y acá es importante hacer una aclaración: La Roca no es simplemente un actor, es un showman nato, un ser carismático que con las palabras adecuadas y su característica sonrisa se puede abrir camino donde sea.

Primer acto

Su infancia y adolescencia fueron menos que ejemplares. Los Johnson subsistían con los recursos al día; su papá apenas ganaba lo suficiente para sobrevivir como luchador, viajando por todo el país para participar de los shows de lucha. Vivían casi como nómadas y se las arreglaban para que funcione. Antes de los 17 fue arrestado por delincuencia y violencia varias veces y se encaminaba a un futuro muy distinto al que vive ahora. Pero tuvo la suerte de descubrir el deporte y conocer a alguien que creyó en él. 

Así terminó el colegio como superjugador de fútbol americano, deseado por universidades que peleaban por reclutarlo. Ganó el campeonato nacional con la Universidad de Miami en 1991, pero al terminar sus estudios se encontró con prospectos menos que interesantes. La NFL le pasó de largo y terminó su carrera de jugador sin ser profesional, en la liga canadiense, sin posibilidades de ser la estrella a la que aspiró alguna vez.

Se vio forzado a mudarse de nuevo con sus padres a los 23 años, en un pequeño departamento donde apenas había lugar para los tres. En una entrevista con The Profile, Dwayne dijo que pensaba que su vida se había terminado: “Caí en una profunda depresión, recuerdo que lo único que quería era limpiar las paredes. Tomé un limpiador y un trapo y, por días, limpié. Era lo único que podía controlar”. La lección que rescata de ese tiempo es que, aunque la depresión te hace sentir aislado, hay que tener fe en que algo bueno espera al otro lado del dolor. Y, para él, fue cierto.

En diversas entrevistas habló de las veces que fue a terapia, y si bien reconoce que algunas tienen que ver con su padre, por su rudeza y falta de demostración de afecto, su relación actual con él no podría ser mejor. Se dio cuenta de que su padre hizo lo mejor que podía con él, y su trato comenzó a mejorar a través del perdón y la empatía.

Segundo acto

Su papá era Rocky Johnson, un luchador, parte del primer equipo negro en ganar un título de la WWF (ahora WWE). La lucha libre le fue heredada también de parte de su mamá, quien está emparentada con wrestlers samoanos. Así que no fue demasiada sorpresa que decidiera incursionar en la carrera familiar como manera de cambiar su vida. Y, wow, lo hizo.

Su éxito fue rotundo. Muchas de sus luchas se grabaron en la retina de sus fans, quienes lo quisieron desde el principio. Pero el secreto de este éxito va más allá de su escultural cuerpo y podríamos dividirlo en dos.

En primer lugar, y como ya hemos dicho, Dwayne Johnson es una persona carismática, lo que se hace palpable en entrevistas y alfombras rojas. Pero 25 años atrás, esa capacidad para hablar y encantar a la audiencia fueron claves para su supervivencia en el ring, donde hacía que el público lo aplaudiera, aunque tuviera que hacer de villano en varias ocasiones. La gente lo amaba, y amaba verlo ganar. En la industria del cine se dice que testea bien para los cuatro mayores cuadrantes de audiencia (hombres y mujeres, jóvenes y viejos), y eso ya era evidente en sus días de luchador.

En segundo lugar, es un trabajador nato. Sus entrenamientos empiezan a las 3.30 de la madrugada, solo por dar un ejemplo, y siempre lleva sus trabajos hasta el siguiente nivel. Firmó su contrato como luchador en 1996 y para 1998 ya fue campeón, el primero de ascendencia negra en lograrlo. 

No pasó mucho antes de que los estudios de Hollywood comenzaran a notar su fama, como fans ellos mismos del luchador. Cinco años después de volcarse a la lucha, empezó filmando su primer papel cinematográfico.

Tercer acto

La reinvención parece ser la única constante en la vida de La Roca. El nombre que heredó de su padre es hoy sinónimo de alta recaudación en las salas; esas dos palabras en el poster de cualquier película parecen ser el magneto perfecto para un público muy, muy amplio. Y todo comenzó en el desierto del Sahara. Allá, sobre esas arenas calientes y bajo un sol recalcitrante, rodó un cameo de apenas 10 minutos para la película The Mummy Returns (2001), un hit muy esperado con Brendan Fraser, la gran estrella del momento, y la hermosa Rachel Weisz. En el ardiente lugar, Dwayne volaba de fiebre, pero su precario estado de salud no le impidió terminar con sus escenas y asegurar su primer rol protagónico en The Scorpion King (2002). Enfermo y todo, la cámara lo amó y los productores se dieron cuenta enseguida de que tenían algo genial entre manos. Un trato de USD 5.000.000 dio el puntapié inicial de una carrera que no hace más que seguir ascendiendo.

Su etnicidad es otra de sus mejores cartas, ya que su ascendencia única le da la posibilidad de interpretar un abanico muy amplio de personajes, con contextos polarmente opuestos. No es sorpresa que se haya convertido en héroe de acción instantáneamente —sus músculos lo garantizaban, más o menos—, pero sorprendió a la audiencia con su don para la comedia. Aunque los títulos donde apareció varían de excelentes a nefastos (no puedo evitar ser honesta), el compromiso de Johnson con su carrera lo convirtió en pieza central de franquicias como Fast & Furious (muy a pesar de Vin Diesel, con quien supuestamente existe una pequeña enemistad, aunque muchos la tachan de truco publicitario).

Es que en pleno 2021, ¿quién preferirías ser si no The Rock? Con millones de seguidores en sus cuentas sociales, millones de dólares en sus cuentas bancarias y miles de millones de fans alrededor del globo, es una máquina para entretener. Durante la primera década de los 2000, mantuvo su trabajo como wrestler a la par que tomaba papel tras papel en el cine, algo que habla mucho y bien de su lado más trabajador. Hoy, contratarlo para un proyecto es asegurar que el público irá a las salas (ni bien superemos mejor la pandemia) y saber que se hablará de la película, ya que él mismo se toma personalmente la tarea de promocionar sus filmes.

The Rock sabe que se debe a su público y no se lo toma a la ligera. “Estamos aquí por los fans”, dijo en la alfombra roja de su más reciente película, Jungle Cruise, donde actúa con Emily Blunt, quien ahora lo considera su mejor amigo. “Filmamos la película unos años atrás y con la pandemia tuvimos que posponerla, pero en ese momento pensamos que estábamos haciendo algo especial, que la gente amaría y disfrutaría. Cruzo los dedos, pero creo que es una buena película”, comentó.

El estreno se realizó en Disneyland, ya que la producción está inspirada en la atracción del mismo nombre de ese parque. ¿Un intento quizás de repetir el éxito de Pirates of the Caribbean? El evento fue multitudinario, a medida que las restricciones por covid-19 comenzaron a levantarse paulatinamente. “Se puede sentir la emoción de todos los involucrados en la película. La gente quiere volver a los cines, se siente”, agregó el actor.

No es la primera vez que Dwayne Johnson trabaja con Disney y una de las películas favoritas de quien escribe estas líneas es la animada Moana, donde él da vida al semidios Maui, con quien puso a prueba sus cualidades como cantante ¡y salió victorioso! ¿Hay algo que La Roca no pueda hacer?

Jungle Cruise

La película, que se estrenó simultáneamente en salas y streaming, está inspirada en una icónica atracción de Disneyland que lleva el mismo nombre y recibe miles de visitantes desde su creación en 1955. Tan grande fue su éxito que fue replicada en Walt Disney World, Tokyo Disneyland y Hong Kong Disneyland. En el juego, los capitanes de un barco lideran una expedición de humor irreverente que transporta pasajeros a lo largo de cuatro ríos: el Nilo de África, el Amazonas de América del Sur, el Irrawaddy del sudeste asiático y el Ganges de la India. 

La película transcurre a principios del siglo XX en Europa y en Brasil, lo que da pie a un gran despliegue visual en los sets, del vestuario, el maquillaje y el peinado. Uno de los principales desafíos que enfrentó el equipo de producción al realizar la película fue encontrar el escenario perfecto para recrear Porto Velho, el bullicioso pueblo de la selva amazónica que inspira parte de la historia. La locación perfecta surgió en Hawái, donde el equipo se instaló en la localidad de Kawai, la isla más verde de la zona. Allí, 100 colaboradores dieron vida al pueblo de principios de siglo, con un set para el rodaje dentro y alrededor de un depósito en la cima de una colina.

“Desde el principio queríamos asegurarnos de que todos los elementos de la atracción, el espíritu y la gran reverencia que le tenemos a él y a Walt estén en la película”, comentó Dwayne, quien funge de productor además de protagonista de la película, al tiempo que agrega: «Trabajamos en estrecha colaboración con el equipo tremendamente talentoso de Disney Imagineering para asegurarnos de atender cada momento memorable e integrarlo a esta aventura. Eso hace que este proyecto sea tan especial”.

Por su parte, Emily Blunt se sintió inmediatamente atraída por el personaje de Lily Houghton cuando leyó el guión. “Me impresionó mucho la determinación y tenacidad de Lily, y el hecho de que se adelantara tanto a su tiempo, pues la película está ambientada en 1917”, dijo. “Había tanta desigualdad entre hombres y mujeres, y lo que se esperaba de ella en ese momento. Pero no se suscribió a lo que se consideraba apropiado para ellas en esa época. Y la encontré realmente divertida. Es temeraria, descuidada y aventurera. Admiro su espíritu”, detalló.

Un rasgo que identifica a la película es su fuerte impronta multicultural, tanto delante como detrás de cámara: Jaume Collet Serra, el director, es español de origen catalán; el diseñador de producción, Jean-Vincent Puzos, es francés; el diseñador de vestuario nominado al Óscar Paco Delgado y el director de fotografía Flavio Labiano, españoles; el actor Édgar Ramírez, de nacionalidad venezolana, interpreta a Aguirre, el temible líder de una tripulación de soldados asesinos; y el comediante británico Jack Whitehall da vida al personaje de McGregor Houghton, el apuesto hermano de Lily. El resto del elenco está compuesto por la actriz mexicana Verónica Falcón, y los españoles Dani Rovira y Quim Gutiérrez.

Pero sin duda, uno de los grandes personajes de la película es La Quila, la barca del capitán Wolff, que se sumerge en el corazón del Amazonas. Dwayne Johnson lo describe como “un barco de vapor desvencijado pero con personalidad”.

¿Lo sabías?

– Dwayne Johnson estudió Criminología en la Universidad de Miami y quería ser agente del FBI.
– Fue el primer ganador de ocho títulos de peso pesado del campeonato de la WWE.
– Su salario de USD 5.500.000 por The Scorpion King le valió una entrada al Libro de Récords Guinness por ser el mayor cheque cobrado por un actor en su primer papel protagónico.
– Es dueño de la marca The Rock, previamente propiedad de la WWE. Antes de adquirirla, Dwayne se veía obligado a pagar regalías de cada una de sus películas a esa empresa.
– Quiere ser villano en una película de James Bond.

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