Alejandra es una abogada reconocida ampliamente por su trabajo en el área de los Derechos Humanos. Es doctora den Derecho especializada en gobernabilidad y políticas públicas en DDHH, y profesora de DDHH y de Derecho Penal Internacional en las principales universidades del país.
Dos palabras que te describan: Tenacidad y disciplina.
Un libro que te marcó: La Biblia y Comer, rezar y amar.
Tu comida preferida: El soyo con tortilla de mi abuela Ramona.
El lugar al que siempre volvés: San Ber.
Algún miedo inusual: A nada.
En la actualidad, ¿cuál es la lucha más urgente en materia de DD. HH. en Paraguay?
La corrupción es la causa de la pobreza, y la pobreza hace que otros derechos se vean afectados. Este es el principal problema de Paraguay e impide que todos podamos gozar de una vida digna, que valga la pena vivir.
En tu línea de trabajo recibís muchos ataques personales, que van mucho más allá del tópico en discusión y, especialmente, en redes sociales. ¿Cómo lidiás con esos comentarios?
Manejo dos premisas. En primer lugar, solo se critica al que trabaja, y en materia de derechos humanos, al que molesta a la coyuntura. Segundo, estoy acostumbrada a las ofensas, que se dan cuando no se pueden confrontar las ideas. Entonces trato de explicar, no para quien ofendió, sino para la ciudadanía que quiere que se le explique.
La violencia telemática de género está muy normalizada en plataformas como X. ¿Hay algo que se pueda hacer al respecto?
Denunciar y enseñar. No debemos cansarnos de explicar que eso es violencia y que es un fenómeno social.
¿Cuál es la materia pendiente de la Justicia paraguaya?
La independencia. Así como hay excelentes magistrados, también están de aquellos que se dejan someter al poder político.
¿A quiénes admirás?
A mis padres.
Si tuvieras una máquina del tiempo y pudieras ir a cualquier lugar y fecha, ¿a dónde irías y qué harías?
Volvería a la época de Jesús, me encantaría conocerlo.
¿En qué momento te tomás una pausa?
Hago gimnasia. Practico fisicoculturismo, es mi momento de desconexión. Dos horas, todos los días.
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