Ale pasó por el reality El poder del amor en Estambul (Turquía), lo que le catapultó a las pantallas nacionales, donde hoy ocupa un espacio en Vive La Vida, que se transmite todas las mañanas por Telefuturo. Además, Ale es estudiante de actuación y ya cuenta con un par de obras de teatro en su haber.
Dos palabras que te describan: Cambiante y versátil.
Un libro o una película que te marcó: ¿Quién se ha llevado mi queso?, de Spencer Johnson.
Tu serie fav del momento: Mad Men.
Tu comida preferida: Fugazza con muchas aceitunas.
El lugar al que siempre volvés: A la misa.
Algún miedo inusual: A los caballos y al mar.

¿Qué fue lo mejor de tu paso por el reality El poder del amor?
Aprender que las personas pueden comunicarse pese a no hablar el mismo idioma y entender lo poderoso de la sonrisa como idioma universal, que comunica lo mismo en todas partes.
¿Siempre quisiste ser actor?
No. De hecho, sigo sin querer serlo [risas]. Pero sí me parece muy útil lo que enseñan en la carrera como herramienta de comunicación, aplicable a todos los demás rubros.
¿Podés contarnos un poco sobre tus proyectos a futuro?
A largo plazo me encantaría contribuir a la marca país, exportar tecnología producida en Paraguay.
Si pudieras compartir un trago con cualquier celebridad, viva o no, ¿quién sería?
Hugh Hefner, siento que hubiera podido darme consejos para equilibrar ocio y trabajo.
Si tuvieras una máquina del tiempo y pudieras ir a cualquier lugar y fecha, ¿a dónde irías y qué harías?
Al penal de Tacuara, para decirle que chute a la izquierda.
¿En qué momento te tomás una pausa?
Últimamente los sábados de mañana, parece que el tiempo corre más lento. Soltar el teléfono o prender una vela con rico aroma me ayuda a desconectar.
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