Bettina es una reconocida artista y gestora cultural. Actualmente está en exposición su muestra Pinturas inacabadas en BGN/ARTE, ubicado en Paseo La Peregrina (Augusto Roa Bastos casi España).
Dos palabras que te describan: Estoy cambiando de piel, hoy no sé cómo definirme.
Un libro o una película que te marcó: La primera Mad Max, Dumbo y Bambi (en serio). Me
gustan las enciclopedias.
Tu comida preferida: sopa paraguaya, mandioca, hummus, huevos, tomates, bananas, aguacates, almendras, agua, vino y café. Dejé las carnes, antes te hubiera dicho lasaña.
El lugar al que siempre volvés: El Botánico.
Algún miedo inusual: Terror a las películas de terror.
¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con el arte?
Mi hermana pintando.
¿Qué significó Planta Alta para vos?
Mi segunda universidad, un posgrado.
¿Se puede vivir del arte en nuestro país?
Depende de lo que hagas.
¿Cuál fue el momento más satisfactorio de tu carrera, hasta ahora?
Cada muestra un peldaño, pero fui muy feliz cuando gané premios y participé de bienales. Conocer a artistas de
otros lares, ver desde dentro ese mundo.
Si pudieras compartir un momento con cualquier artista célebre, vivo o no, ¿con quién sería y de qué hablarían?
Muy difícil de responder. Creo que no podría elegir solo uno, serían artistas ya del siglo XX: Malévich, Lisitski, Kandinski, Hilma af Klint, Miró, Georgia O’ Keeffe, Leonora Carrington y Ernst. Más localmente: Feliciano Centurión, Delgado Rodas, Mabel Arcondo y Núñez Soler. Pero tuve la suerte de conocer a referentes de las artes visuales muy
importantes de Paraguay que, sin duda, estimularon mis ganas de continuar este camino.
¿En qué momento te tomás una pausa?
Me gusta pasar mucho tiempo en el patio, las plantas son una pasión.
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