Santiago es reconocido por su labor como periodista, conductor de radio y televisión. Desde sus inicios, se interesó por un enfoque social en el periodismo. También es abogado.
Dos palabras que te definan: Disciplina y constancia.
Una película que te marcó: La lista de Schindler.
La serie que estás viendo en este momento: Entrevías.
Comida favorita: Guiso de arroz.
Destino nacional predilecto: San Bernardino.
Algún miedo inusual: A perder la memoria.
Llevás muchos años en tevé, ¿cómo evolucionó el medio en Paraguay?
– Los nuevos métodos de comunicación se transforman y desafían a diario, lo que no cambia es el rigor que debemos perseguir para hacer nuestra tarea. No hay inteligencia artificial que pueda reemplazar el olfato periodístico, la curiosidad que nos tiene que generar lo simple y lo complejo para generar productos de calidad.
¿Te sentís más cómodo con el micrófono o frente a las cámaras?
– En radio, siempre. Es impresionante como el poder de la palabra puede generar una conexión fabulosa y creativa con los oyentes. Me gusta la TV, pero me fascina la radio.
¿Qué opinás de la inmediatez de las noticias?
– Es un arma de doble filo. Siempre es mejor llegar bien y de forma precisa que llegar antes. La inmediatez es una lucha con nuestro propio ego, pero la corroboración es la esencia de nuestro trabajo.
¿Cuál es tu mayor motivación para continuar haciendo periodismo?
– Llegar al final del día y saber que parte de mi trabajo contribuyó a que alguien
revierta una injusticia, acceda a un derecho básico o mejore su calidad de vida. Nuestra profesión es muy gratificante.
¿A dónde irías si tuvieras una máquina del tiempo?
– A mi infancia, a compartir con mi abuela, jugar con ella y escribir cada consejo suyo.
¿Quién es un héroe para vos?
– Mis padres. Me criaron con amor, respetaron siempre mis decisiones y nunca me soltaron la mano.
¿En qué momento te tomás una pausa?
– Domingo es mi único día libre y se lo dedico exclusivamente a la familia. Una escapada, una merienda, un asado o lo que sea que nos permita pasar tiempo
de calidad.
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