Donde música y fotografía convergen
El amor a la música y su mirada entrañable llevaron a Guti a desarrollar una carrera sobre el escenario, rodeado de su manifestación artística favorita. Él, también como músico, nos cuenta de su recorrido, su visión y los temas que le interpelan como artista.
Por Nadia Gómez. Imágenes: Guti González.
Quien consume música y va a conciertos en Asunción conoce el nombre y el trabajo de Guti González. Hace 12 años que inició su carrera en el rubro de la fotografía y la realización audiovisual, y ya cuenta con kilómetros de experiencia y de tiempo compartido en los escenarios, en el backstage, con los artistas y sus equipos. La fotografía y la música se convirtieron en sus más grandes elementos de expresión, y el amor por ambos se ve reflejado en su trayectoria, sus capturas y su búsqueda constante.
En épocas de colegio, Guti experimentaba con la fotografía y el audiovisual; era conocido por andar con su cámara a cuestas y hacer los materiales para los safaris y actividades similares. Y así como suele pasar, al terminar la secundaria decidió estudiar algo radicalmente opuesto a eso que ya le gustaba. Cursó Administración de Empresas hasta que un par de años después decidió parar con eso, la facultad, el trabajo: “Dejé todo. Y justo coincidió que conseguí un puesto de pasante en una productora audiovisual, Renovatio, de Pietro Scappini, que fue mi primer mentor. Ahí empecé a trabajar en 2012”.
En ese entonces, el panorama para el rubro audiovisual era distinto. “Antes existía la opción de entrar a una productora, no había profesionales independientes como hoy o la posibilidad de comprar equipos accesibles. Yo había entrado como personal fijo y eso implicaba hacer gestiones como barrer la oficina, llevar las facturas, etcétera. Actualmente, alguien de 17 años puede tener una cámara y ser un profesional que gana plata. Cuando eso era un proceso más integral”, aclara.
Empezó su recorrido en Renovatio, aprendió sobre la industria audiovisual en Paraguay desde cero. Esa decisión afectó el proyecto de vida que había marcado para sí mismo: “Tenía una estructura de lo que iba a ser. Mis padres son empresarios, lo más lógico era estudiar Administración de Empresas. Fue un enorme desafío, una ruptura familiar de cierta forma, que después se arregló. Recibí mucho amor de ellos, pero fui disidente en ese sentido. Somos seis hermanos y soy el único que se dedica a algo creativo”.
En fusión constante
Si bien conocemos a Guti en su faceta de fotógrafo y realizador audiovisual, también es músico. Proyecto Guten es el nombre de su propuesta y se convirtió en la más importante de su vida. Lo demás, entonces, pasó a tener otro rol: “En algún momento de mi vida decidí tomar a la fotografía y al audiovisual como mi profesión y mi oficio, para mí es eso. Siento mucho amor, pero de una manera laboral. Porque decidí no darle a mi vena musical la necesidad de sustentarme”. Para él, eso significa poder desarrollar su arte sin presiones de que genere algo. Sin embargo, Guti sabe que la fotografía termina siendo lo más importante, porque sin ella no habría música.
En su carrera como fotógrafo tuvo —y sigue teniendo— la oportunidad de fusionar su impronta artística con la fotografía y el audiovisual de coberturas de festivales y conciertos, por medio de videoclips y trabajos con músicos y músicas en general. “Es ahí donde se fusionan. Vos estás trabajando, pero a la vez creás una pieza artística. O la cobertura misma; considero que hay obras de arte que son fotos. Pero tomo la fotografía como mi profesión y trato de ser el mejor profesional que puedo ser”, comenta.
La música como motor
Para Guti, la música, después de su familia, es lo más importante. Él lo siente hasta como una cuestión fisiológica. “Tengo una percepción de la música que involucra toda la existencia y es el elemento artístico con el que más conecto, el que respiro”, explica. Si bien dice no tener mucha formación, desde joven que escucha a las bandas, va a conciertos, y ahí nacieron las ganas de ser músico: “Para mí ahí se fusiona todo, gracias a que me involucré en los toques empecé mi idea”. Impulsado por integrantes de Kchiporros, quienes también produjeron su primera canción, nació Proyecto Guten.
Le parece obvio, con su habilidad de sacar fotos y su gusto por la música, que terminara haciendo fotos de conciertos. Y también viceversa: fue el amor a la música lo que lo llevó a trabajar en ese rubro. “Comencé con unos festivales. La productora G5 es una piedra angular en mi carrera, muchos de los conciertos más memorables y los artistas más grandes que conocí en mi vida se dieron gracias a sus eventos. Comencé con una oleada de festivales de electrónica, que estaba pegando mucho por esos años, 2014 aproximadamente; la fiebre de Tomorrowland iniciaba, el nacimiento del EDM”.
Todo eso lo llevó también al Asunciónico, uno de los festivales más grandes y diversos del país: “La primera edición fue una cosa mágica, también siento que marcó mi carrera. Tuve la oportunidad de fotografiar a Skrillex, que en ese momento era mi ídolo, y hablar con su crew”. Guti empezó a tener un estilo de vida que involucraba compartir activamente con artistas, músicos y sus equipos técnicos; personas que se encontraban constantemente de viaje, conociendo lugares y cosas nuevas todo el tiempo: “Hasta que un día me convertí en eso, estábamos con Purahéi Soul en Japón de gira, compartiendo y haciendo industria musical”.
Lo que más ama de su trabajo es ver a los músicos en acción; cómo se desenvuelven y performan frente al público. “Creo que un artista en el escenario es una de las demostraciones más puras de humanidad. Allí uno no puede mentir, no hay forma de engañar. Vos estás y lo que sos es lo que pasa. Es imposible vender humo en ese momento. Si no ensayaste, vas a sonar mal. Si no estás sólido, si no entrenaste, se nota”.
“Creo que un artista en el escenario es una de las demostraciones más puras de humanidad. Allí uno no puede mentir, no hay forma de engañar. Vos estás y lo que sos es lo que pasa. Es imposible vender humo en ese momento. Si no ensayaste, vas a sonar mal. Si no estás sólido, si no entrenaste, se nota”.
Para Guti, poder capturar el momento en que un o una artista sube al escenario y se muestra vulnerable frente al mundo en su forma más pura es una gran pasión. “Dejar registro de que existieron y esos conciertos pasaron; que la gente también disfrute de eso a pesar de no haber ido; que se comunique la carrera de los músicos; todas esas cosas pasan por mi cabeza al momento de hacer eso y forman parte del disfrute”.
Su trabajo como fotógrafo y realizador audiovisual le permitió compartir con grandes figuras mundiales mundo: “Me siento muy afortunado. Definitivamente me formó también como artista, y sobre todo la parte de realizar videoclips, que es un pilar de todo lo que hice en el mundo audiovisual”. Siente que lleva consigo muchos años de escenario, no siempre como músico, pero sí marcó una presencia profesional y personal en los más grandes festivales realizados en la ciudad.
Proyecto Guten
Un tema que le interpela y le gusta abordar en su trabajo como artista es la identidad paraguaya, lo relacionado con el folclore. “Siento que ahí es donde pertenezco. Pero soy muy consciente de mi actualidad y de que estamos en un momento de mucha fusión. Me parece que darle vitalidad a la historia y al folclore es una de mis búsquedas más grandes, eso se ve un poco en todo lo que hago, que tiene mucho que ver con mi colaboración con Purahéi Soul, quienes también sienten ese mismo llamado”.
Le interesa lo que engloba y las particularidades de la idiosincrasia paraguaya, así como la idea de transitar el folclore de una manera más contemporánea, en todos los aspectos, para mantener vivo lo que ya existe y también aportar algo nuevo para preservar su existencia: “Tuve la oportunidad de trabajar con Tierra Adentro, que es un gran referente; también con Nestorló y Los Caminantes. Me parece que ellos hoy en día están llevando la posta con el folclore, o el neo folclore, al que yo me quiero sumar como proyecto musical, más desde el lado experimental o de fusión”.
Actualmente, Guti está por lanzar un álbum en el cual se profundiza la fusión con la música paraguaya y los ritmos contemporáneos. Este es un proyecto en el cual trabaja hace nueve años, avanza en la medida en que puede y le da la libertad de existir sin presiones. “Me encanta mucho explorar y divertirme, no sé qué va a pasar dentro de siete años, pero hoy, una de mis bases es fusionar nuestro folclore con ritmos contemporáneos y lenguajes más urbanos”, finaliza.
Sin duda quedamos atentos al lanzamiento y a las manifestaciones artísticas que decida emprender. Para conocer más del trabajo de Guti, está su perfil de Instagram (@gutigonzalez_py), donde también comparte cápsulas audiovisuales sobre fotografía.
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