Arte

La otra verdad

El arte como puente entre lo tangible y lo espiritual

Con un enfoque artesanal y profundo respeto por la tradición, el artista peruano Harry Chávez trae por primera vez a Paraguay una exposición que busca reconectar con la naturaleza, la historia y las raíces espirituales y ancestrales de su territorio, Perú.

Por Nadia Gómez. Fotografía: César Zamalloa.

Harry Chávez llegó, por primera vez en su carrera como artista, convocado e invitado por la Embajada de Perú en Paraguay. Esta exposición sin duda marca un hito en la difusión y presencia del arte peruano en nuestra región, y fortalece los lazos culturales entre ambos países. La muestra se encuentra abierta al público en la sala Cira Moscarda de la Fundación Migliorisi, y estará disponible hasta el 12 de mayo.

Desde los inicios de su carrera, Chávez profundizó, a través de sus prácticas artísticas, temas relacionados con el arte prehispánico peruano, así como su tradición chamánica. Además, diferencia entre las distintas manifestaciones de esta práctica ancestral, como la que existe en la selva amazónica y en los Andes.

Su trabajo ha desglosado y comprendido motivos prehispánicos y populares durante los últimos 20 años. “Es una trayectoria larga y sostenida de esta investigación y esta forma de vida. Finalmente el arte no es un tema que se trata nada más, sino una expresión de lo más profundo de tu humanidad, y de tu mirada sobre la humanidad, sobre la vida, el lugar en el que vives y el sentido de todo esto”, explica el artista.

Anfisbena, por Harry Chávez.

Un lenguaje visual de la tradición

¿A qué se refiere el artista cuando habla de la otra verdad? Si bien con sus obras y proceso artístico se remite a muchas cosas, a un concepto amplio y diverso, se refiere a ese mundo alternativo, invisible, que convive con la realidad que logramos apreciar cotidiana y superficialmente. El concepto de la exposición evoca un mundo alterno, de sueños, mitos y energía, que moldea la percepción cotidiana, así como el universo chamánico, que opera sobre otros planos de percepción.

«Es un llamado a observar esa vida alternativa, diferente a la que apreciamos comúnmente en los medios y la realidad, a veces tan cruel, que vivimos, y que nos presenta un mundo bastante desencantado. Prestar atención a ese lugar milagroso y hermoso que convive con nosotros, que espera nuestra mirada y que es parte de nuestra humanidad», expresa Chávez. Su obra dialoga con el chamanismo como la primera forma de aproximación de la humanidad con su entorno, donde el arte, la medicina y la filosofía estaban profundamente entrelazados.

El poder de la noche, por Harry Chávez.

La técnica que predomina en las obras de La otra verdad es un delicado trabajo con cuentas de madera y vidrio, un mosaico artesanal que exige paciencia y precisión. Este método, desarrollado a lo largo de años, se complementa con piezas en collage y obras en colaboración con la artista shipibo Olinda Silvano.

“Muchas de estas fuerzas naturales que operan dentro del chamanismo están reflejadas en las obras, conceptos que se representan de manera alegórica a través de formas animales, símbolos”

Harry Chávez.
Quetzalcoatl, por Harry Chávez.

A lo largo de su trayectoria, el artista ha buscado plasmar en su arte las interacciones entre el mundo visible e invisible, entre lo racional y lo espiritual, entre la lógica de Occidente y las prácticas ancestrales de su territorio. Sus piezas, realizadas con un trabajo minucioso y artesanal, no solo buscan representar elementos de la tradición chamánica de Perú, sino también crear una experiencia sensorial que invite a la contemplación e introspección.

En las obras de la exposición, el público podrá apreciar texturas vibrantes y una gama cromática que nos traslada a la riqueza del paisaje amazónico y su universo espiritual.

Harry Chávez. Fotografía: César Zamalloa.

EMBAJADOR DE SU CULTURA
El artista plástico y curador Harry Chávez, quien a lo largo de su carrera ha sido reconocido con premios de diferentes concursos y bienales, expuso en numerosas ciudades del Perú, además de países como España, Estados Unidos, China y Chile. Sus obras forman parte de acervos de museos y coleccionistas.


Donde convergen el chamanismo y la práctica artística

Para Chávez, el chamanismo no es solo un conjunto de prácticas espirituales, sino una manera de entender el mundo; es la aproximación primera de la humanidad para con la realidad, con el mundo exterior, que comprende temas y disciplinas tan amplias como la medicina, la filosofía, el arte… Todo esto visionado y comprendido como algo integrado, holístico. “Es el vínculo profundo del ser humano con su entorno, a través del cual entiende el universo y le da sentido a su paso por la Tierra”, agrega.

El artista considera al chamanismo un conocimiento originario, primario, el origen, prístino o puro, del vínculo del ser humano con la totalidad. “En este caso mi interés fue ir a esta fuente, en tanto que vivimos en un mundo donde las ideologías tienen grietas. Estamos en una suerte de orfandad en relación con el sistema, al que vemos corrompido, dañado y enfermo. Normalmente tenemos un sistema que nos acoge y sostiene, y esas son las mitologías que encontramos en todas las culturas”, explica.

Plano de energía, por Harry Chávez.

En esta búsqueda de respuestas, su trabajo se inspira en los rituales chamánicos de diversas regiones de Perú, desde la selva amazónica hasta la sierra y la costa. Además, el chamanismo peruano presenta una gran diversidad de expresiones según la región, mientras que, en la selva amazónica de la localidad, donde habita el chamanismo de la nación Shipibo, el énfasis está en el trabajo con especies vegetales medicinales, una tradición fuerte con la farmacéutica y el espíritu de las plantas.

Por otro lado, en la sierra existe otro tipo de chamanismo y conexión con el universo. Si bien hay un saber alrededor de las plantas, Chávez se refiere a esta vertiente como más orientada hacia la ofrenda. “Un trabajo de ceremonias o ritos de reciprocidad con la naturaleza”, agrega. En la costa norte, por ejemplo, hay otro tipo de prácticas, como con la wachuma, conocida como san Pedro, una planta medicinal ancestral. El artista exploró estas vertientes, y las integró a su obra con respeto y admiración.

Puma andino, por Harry Chávez.

Cada expresión del chamanismo en Perú, y en el mundo en general, ha generado y creado sus propios rituales, ceremonias, iconografías, símbolos y arte. “Muchas de estas fuerzas naturales que operan dentro del chamanismo están reflejadas en las obras, conceptos que se representan alegóricamente a través de formas animales, símbolos; hay toda una construcción conceptual”, comenta. Una de ellas, el Sagrado Corazón Amazónico, por ejemplo, se plantea desde la integración de distintas culturas. Chávez refiere que nuestras cosmovisiones absorbieron religiosidades diversas del mundo, que se incorporan así como la religión Católica dentro del chamanismo: “Vemos al corazón amazónico, que es el Sagrado Corazón de Jesús, con espinas y fuego, un símbolo poderoso, con la heliconia, la flor de la selva que sale de su herida como una especie de trascendencia, sanación o transformación de este dolor”.

Sol de mediodía, por Harry Chávez.

Las obras que trabajó en colaboración con la artista Olinda Silvano provienen de un proyecto que vienen desarrollando juntos hace seis años. En ellas vemos el kené, el diseño tradicional de la nación Shipibo, una sucesión infinita de formas geométricas con las que las personas de este pueblo tiñen sus telas, sus cerámicas, hacen bordados y pintan sus rostros. “El kené comprende muchas cosas que vienen originalmente del vínculo con las plantas”, explica. Las mujeres, en diálogo con el chamán, reciben la información que luego vemos plasmada: “Son las encargadas de traducir esta información geométrica, fractal, espacial, energética y espiritual, en algo tangible”.

Encanto kené, por Harry Chávez.

El kené es también un importante recurso de identidad del pueblo Shipibo, declarado Patrimonio Cultural de la Nación de Perú en 2008. “Estas obras se inspiran en el kené como una técnica diferente a la que normalmente ellos trabajan. Con Olinda propusimos en este proyecto un trabajo con cintas o grecas que se usan en las ropas de las vestimentas populares de las fiestas. Trabajamos este material para presentarlo de manera diferente; darle otra piel, y en la exposición se pueden apreciar cuatro obras con esa técnica”, comenta. Esta colaboración refuerza la importancia del diálogo entre tradiciones ancestrales y lenguajes contemporáneos en la obra del artista.

La exhibición La otra verdad podrá ser visitada de martes a sábado de 14.00 a 20.00, hasta el 12 de mayo. Los viernes y sábados el acceso es gratuito. La entrada a la Fundación Migliorisi es a través del CAV/Museo del Barro, Grabadores del Cabichuí 2716, entre Cañada y Emeterio Miranda, Isla de Francia, Asunción.

Sagrado corazón amazónico, por Harry Chávez.

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