O el potencial político de la poesía
Las líneas de su obra poética y su militancia se entrelazan hasta formar un solo camino. Para la escritora paraguaya Carmen Soler (1924-1985), la poesía no era un producto netamente estilístico, sino un elemento vivo que no debía amansarse ni doblegarse bajo el peso del discurso dominante. Y aunque su nombre muchas veces no aparece en los libros de texto, las luchas que residen en su arte siguen tan vigentes como en su tiempo. En esta edición, exploramos el legado cultural y político de las creaciones literarias de Soler con la ayuda de Noelia Cuenca, investigadora de la obra de la autora.
Por Belén Cuevas Trinidad. Retrato de entrevistada: Fernando Franceschelli. Imágenes de archivo: cortesía.
Carmen Soler existió en un contexto de opresión regional, marcada por gobiernos totalitarios en Latinoamérica, por lo que la conciencia cívica direccionó su producción literaria —y su vida misma— hacia la denuncia social. Nació un 4 de agosto de 1924 y no solo se dedicó profesionalmente a la docencia, el periodismo, la difusión cultural paraguaya y la producción literaria, sino que además consagró estas ocupaciones a la militancia antifascista.
Se crió en el seno de una familia también comprometida con la vida política nacional y, desde la juventud, asumió una lucha por los derechos humanos frente a los gobiernos autoritarios. Así, una anécdota destacable es que Soler prestó una importante ayuda a los presos políticos de la Guerra Civil de 1947, entre los que se encontraba su hermano, Miguel Ángel Soler, desaparecido durante el periodo estronista, cuyos restos fueron descubiertos e identificados en 2016.
Luego del final de la Guerra Civil del 47, Carmen buscó refugio en Argentina con su familia y volvió a su país en 1954, momento que marcó su afiliación al Partido Comunista Paraguayo y que coincide con el comienzo del régimen estronista.
En 1955, la escritora sufrió su primer arresto y su rostro pasó a formar parte del Archivo del Terror, un registro de presos políticos del periodo autoritario. En el informe policial, se señala que la causa de su arresto fue juntar firmas para un movimiento llamado Cruzada Paraguaya contra la Bomba Atómica y de Hidrógeno, presidido por su padre, don Miguel Ángel.
El acta también menciona “escribir poesía de fondo comunista” como un detalle importante para el caso y, aunque para la policía de entonces esto era suficiente agravante, la autora siguió componiendo versos tras las rejas. Del confinamiento involuntario surgieron los textos que describen sus vivencias como presa política, en los cuales la autora brinda detalles de las torturas vividas dentro de las dependencias policiales con lenguaje sencillo, crudo y descriptivo.
Por ello, sus poemas fueron prohibidos en todo el periodo dictatorial y su nombre intentó ser enterrado en la historia hasta la última década, cuando su obra comenzó a ganar notoriedad como instrumento de protesta, cuestionamiento y disidencia. Sin embargo, Carmen Soler no vivió para escuchar sus versos en boca de sus paisanos y su éxito se desarrolló en el destierro más que en Paraguay. Falleció en el exilio en 1985, pocos años antes del final de la dictadura de Alfredo Stroessner, la más larga de toda Latinoamérica.
Carmen Soler no vivió para escuchar sus versos en boca de sus paisanos y su éxito se desarrolló en el destierro más que en Paraguay. Falleció en el exilio en 1985.
La Asunción clandestina
Según Noelia Cuenca, impulsora del portal web La Asunción clandestina de Carmen Soler y especialista en la obra de la autora, la última década fue un periodo de crucial importancia para desenterrar su obra poética. De hecho, el propio Luis Casabianca, compañero de vida de Soler fallecido en 2015, encomendó la labor de preservación y difusión de la obra de Soler a Noelia Cuenca, Najeeb Amado y otros jóvenes del Partido Comunista Paraguayo.
En coincidencia con el cumpleaños de la autora el pasado 4 de agosto, los encargados del portal La Asunción clandestina de Carmen Soler iniciaron las jornadas de divulgación del acervo literario de la escritora. Se trata de un archivo virtual que contiene 59 poemas mecanografiados y manuscritos originales con sus respectivas referencias, la traducción del poeta Nazim Hikmet al castellano, una carta personal, así como la publicación póstuma de un poema inédito hasta ahora, que recibe el nombre de A tu lado.
El espacio virtual contiene también 66 fotografías cedidas por Luis Casabianca, así como por la única hija de la escritora, Matena Aponte Soler y familiares cercanos. La web presenta un recorrido fotográfico y narrado por algunos lugares relacionados con la historia reciente de nuestro país y la resistencia antidictatorial, entre los que se encuentran el Colegio Nacional de Niñas, la Cárcel de Mujeres, el Departamento de Investigaciones, el Hospital Rigoberto Caballero y el río Paraguay.
Este proyecto también expone por primera vez las pinturas de Soler a la mirada pública. Al respecto, Noelia Cuenca aclara que “su obra plástica es un campo pendiente de análisis. Sin embargo, en las imágenes expuestas se nota que las pinturas son similares en temática y estilo a sus textos”.
La línea de tiempo que se encuentra disponible en la web busca acercar al público una manera amigable, transparente y comprensible de acceder a la vida de la autora, para extender su voz a nuevos lectores de la era digital. “Transitar su vigorosa personalidad y la potencia de su poesía es un camino necesario para todas aquellas personas que están disconformes con este orden de la realidad y que se encuentren interesadas en cambiar la realidad social”, acota su impulsora.
La web se desprende de un proyecto de divulgación cultural iniciado en diciembre de 2020 con el impulso del Fondo Municipal de Investigación de las Artes y la Cultura de la Municipalidad de Asunción. Los materiales contenidos en el archivo web serán de acceso público hasta el 2027, con el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura, para su sostenimiento y difusión.
Transitar su vigorosa personalidad y la potencia de su poesía es un camino necesario para todas aquellas personas que están disconformes con este orden de la realidad y que se encuentren interesadas en cambiar la realidad social.
Noelia Cuenca, impulsora del portal web La Asunción clandestina de Carmen Soler y especialista en la obra de la autora.
Expresión lírica revolucionaria
Noelia nos cuenta que la prosa de Soler fue resistida por los círculos culturales de Paraguay. Incluso, en su emblemático poema Más palabras mías, la propia escritora dice que su poesía pertenece mayormente a la acción ciudadana, al día a día de la gente, que a la métrica y la estética.
Su literatura está profundamente marcada por su pensamiento social y político, el deseo de protección de los oprimidos, sus ansias de liberación social y un amor radical a su pueblo. En esta línea, Noelia define a Soler como la poeta paraguaya de la praxis: “Su posicionamiento ético y estético fue explícito. Para ella era inadmisible convertir a la poesía en instrumento de la clase opresora. Su estilo literario buscaba un impacto inmediato como asimilación de una urgencia histórica y revolucionaria”.
En el exilio, la poesía de esta escritora no solo recibió más audiencia que en su país, sino que también sirvió como denuncia y testimonio de primera mano de las vulneraciones de derechos humanos ejercidas por el régimen estronista. De ahí que recordar los nombres de sus compañeras y compañeros desaparecidos, así como las hazañas heroicas de su tiempo, es un elemento recurrente en sus poemas. Su obra, entonces, documenta y testimonia un momento histórico para las letras y el activismo paraguayos.
“Su poesía penetró en lo más hondo de la experiencia humana de la época dictatorial y del Operativo Cóndor. Es una concepción que estaba a tono con la poesía de posvanguardia en toda América Latina, marcada por los procesos revolucionarios de entonces. La literatura mostraba un esfuerzo mayor por implicar al lector, una preocupación por asimilar la realidad que anonadaba”, analiza la investigadora.
Otra constante dentro de la literatura de Soler es su tinte feminista, ya que el enfoque de género de su poesía algunas veces ocupa cada verso, como en sus poemas más extendidos Penas encimadas y Luna salvaje, y en otras ocasiones se manifiesta como un remate tajante, como en Canoa.
La obra poética de Carmen Soler se enmarca dentro un feminismo de corte socialista, de la línea de dos de sus promotoras del siglo XIX y XX, Aleksandra Kolontái y Clara Zetkin, que se evidencia muy bien en Penas encimadas. En su poesía expone la tesis de una doble inequidad vivida por mujeres en situación de pobreza, cuyas experiencias se ven limitadas por su capacidad adquisitiva y, a la vez, por una cultura predominantemente machista. Inserta en esta corriente, Soler busca con sus textos la liberación femenina dentro de una sociedad estratificada que oprime con más intensidad a la clase obrera.
“Su perspectiva de género está ligada especialmente a la mujer trabajadora y explotada. Carmen buscaba aportar a la revolución social. En este sentido, el enfoque de su poesía, como herramienta de liberación, tenía una mirada adelantada a las escritoras de su época”, analiza Noelia y agrega que “su palabra poética expresa su propia acción política en tiempos de terrorismo de Estado. Como ella misma lo explica en reiteradas ocasiones, su poesía es para el pueblo oprimido y rebelde. Su lenguaje directo y combativo se subleva a la dobla moral del arte que entonces predominaba. Su palabra sigue siendo disruptiva, ya que Carmen supo fusionar vida y poesía con una potencia implacable”.
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