Un explorador del cine de terror
Pausa habló con el director que recientemente estrenó No entres, su segunda película de terror, a la cual le sumó el toque de humor “tan presente en nuestra idiosincrasia”, en sus palabras. ¿Por qué este parece ser uno de los géneros favoritos de la audiencia? ¿Cómo es hacer cine fuera de Asunción? Esto y más lo conversamos.
Por Jazmín Gómez Fleitas (@jazgomezf). Imágenes: Fernando Franceschelli y gentilezas.
Hugo Cardozo debutó como cineasta con la película El secuestro (2016), que también protagonizó. El filme sigue la historia de un aspirante a músico que cae en el mundo del narcotráfico, fue rodada en Encarnación y llegó a Kili Video en 2023.
Le siguió Morgue (2019), que también fue filmada en Encarnación, específicamente en el hospital regional ubicado en la capital de Itapúa. Con esta propuesta, su aceptación como cineasta se consolidó en la taquilla paraguaya. Es la película nacional mejor vendida hasta la fecha.
Y ahora vuelve a un género que la audiencia, en su mayoría, prefiere: el terror. No entres se estrenó el 15 de mayo en una de las siete galas del Fantastic Pavilion del Festival de Cannes. La función fue en el Olympia Cinema con un lleno total, indicaron desde la producción de la película, y fue una exclusiva dirigida a productores y compradores.
El filme llegó el 15 de agosto pasado a los cines de nuestro país y narra la historia de dos jóvenes youtubers que buscan fama grabando videos para su canal. Luego de causar un gran impacto con capturas falsas de imágenes paranormales en una mansión abandonada por pedido de sus seguidores, deciden regresar al lugar para investigar más solamente para quedar atrapados en una dimensión de tortura y muerte allí tras descubrir el aterrador pasado de sus antiguos habitantes. Los amigos luchan por escapar de la energía oscura que se esconde dentro de las paredes de la misteriosa casa.
La película es la primera de un acuerdo para realizar tres filmes en total, que el director Hugo Cardozo trabajó con la productora argentina FilmSharks. El rodaje se realizó en una casa inmensa y abandonada que tiene su propia historia real de terror y que, por supuesto, sustenta parte de la trama.
¿Es el terror uno de sus favoritos? Nos confiesa que realmente no lo es, pero sus dos películas demuestran que sí sabe conectar con el público porque disfruta mucho explorando esta temática. “Honestamente, no es el género que más disfruto en mi tiempo libre, pero sí lo consumo mucho para explorar lo artístico, los estilos de narrativa, porque me encanta hacer cine de terror”, detalla.
Hacer cine en Paraguay
¿Cómo fue que decidiste convertirte en director? ¿Era algo que ya soñabas de niño o fue desarrollándose orgánicamente a medida que crecías?
Se dio naturalmente, la verdad. No puedo especificar el momento exacto en el cual me involucré tanto en la dirección, pero desde niño me gustaba mucho la música y dirigía mis propios videoclips. Ya con mi primera película, El secuestro, fue cuando realmente convertí mi vocación en mi profesión, gracias al apoyo de mi equipo y mi pasión por contar historias para entretener.
¿Cuál fue tu primera oportunidad de trabajar en la industria cinematográfica?
Mi salto del teatro al audiovisual se dio con El secuestro y realmente agradezco mucho a mi ciudad, Encarnación, y al equipo de trabajo que fuimos formando en mi camino dentro de la industria cinematográfica.
¿Estudiaste o sos autodidacta?
Me considero una persona muy curiosa. Todo lo que me interesa lo investigo con pasión y creo que es mi motor principal como autodidacta. Hacer cine en Paraguay me llevó por ese camino, porque antes no había muchas oportunidades para formarte, entonces había que tener iniciativa, remarla con lo que se podía.
¿Cuáles son tus películas y/o directores favoritos?
Entre mis películas favoritas puedo destacar Interestelar, El renacido, Apocalypto y Bastardos sin gloria, por mencionar algunas. Me sentiría muy mal si dejo a algún buen director fuera de mis preferidos porque son bastantes, entre ellos James Cameron, Quentin Tarantino, Martin Scorsese, Christopher Nolan y más.
¿Cómo es hacer cine fuera de Asunción?
Nuestra cultura está en todo el país y encontrar esos pedazos de nuestras historias en otras ciudades es muy increíble. Nutrirnos de esos relatos, conocer lugares que no pensábamos encontrar en Paraguay y darles visualización a locaciones distintas, creo que aporta mucho a nuestro cine y a nuestro crecimiento cultural. De esta forma, sabemos más de nosotros mismos y de nuestro potencial.
El terror como favorito de la audiencia
¿Por qué creés que el terror es uno de los géneros favoritos de la audiencia local?
Si observamos la cultura paraguaya, que heredamos de nuestros abuelos —digo específicamente por los míos—, sus creencias, supersticiones y hábitos característicos, uno se da cuenta de que somos un pueblo con mucho respeto por lo desconocido.
Al sumarle la extrema curiosidad que sentimos todos por explorar lo inexplorable o ir más allá de lo que se nos permite, tenemos una combinación que construye nuestra inclinación a optar por el terror a la hora de comprar una entrada al cine.
Aun así, mucha gente no disfruta del género, pero experimentar la adrenalina y las historias detrás de cada película, sentirse atrapado por su universo, considero que son cualidades muy interesantes para construir historias y conectar, más allá del género.
La intención inicial era grabar en Encarnación, pero luego decidieron hacerlo en Altos. ¿Fue por una cuestión de recursos o se ajustaba más a la idea?
Fue más una cuestión de permisos, que ya no los obtuvimos para la locación en Encarnación, y lo que consideramos algo catastrófico en un inicio se convirtió en una oportunidad cuando encontramos esa increíble casa ubicada entre San Ber y Altos, que pueden disfrutar en la película. Adapté el guión inspirado en su inmensidad.
¿La pandemia fue un aliciente para que te animes a rodar otra película o esa idea ya estaba mientras trabajabas en Morgue?
Durante la pandemia encontré un espacio para escribir. Tenía muchas ganas de hacer una película para superarme como director y no sé si influyó en mi proceso creativo… más bien me dio un buen tiempo para crear este guión.
No entres
¿Cuáles son las películas o directores que inspiraron tu visión para No entres?
No tuve una inspiración en particular, ya que hacer cine paraguayo requiere de nuestra autenticidad, así como una visión específica para las escenas. Aunque admiro mucho a Tarantino por su estilo de dirección, en donde las reglas las pone él.
Mencionaste que la película tiene tintes de comedia y por eso la recomendás también a quienes no son amantes del cine de terror. ¿Creés que el humor es algo muy arraigado también en la cultura paraguaya?
Totalmente. Dentro de nuestra idiosincrasia está el humor y yo mismo crecí con eso, así que disfruto mucho de incluirlo en mis películas para conectar con la audiencia.
¿Es verdad que durante el rodaje tuvieron experiencias paranormales? ¿Qué anécdota podés contar?
La verdad, fueron varias cosas que por sí solas parecen insignificantes, pero realmente generaban un ambiente muy pesado para el rodaje: objetos que volaban por nosotros, aparecían utensilios del rodaje o cosas que no eran nuestras, se percibía un olor a quemado de la nada, ¡hasta uno de nuestros vehículos se encendió solo! Todas esas situaciones hicieron renunciar a dos guardias de seguridad durante el rodaje porque no pudieron soportar el día a día con ese tipo de actividades.
¿Cómo fue posible la realización de la película?
La financiación se dio a través del productor ejecutivo, René Ruiz Díaz, y Guido Rud de Filmsharks. Tanto el rodaje como la posproducción las hicimos en Paraguay, y la mezcla de sonido 5.1, en Uruguay, gracias a que ganamos el Blood Window de Ventana Sur.
¿Creés que el futuro del cine paraguayo —o latinomericano— está en la colaboración?
Depende mucho de cada proyecto. La colaboración es muy importante tanto con colegas a nivel nacional como internacional. Sin embargo, cada uno tiene la libertad de elegir lo que mejor se adapte a las necesidades del proyecto y su éxito.
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