Cultura

DeBÍ TiRAR MáS FOToS

La era del disfrute reflexivo

Benito Antonio Martínez Ocasio, más conocido como Bad Bunny, sorprendió al 2025 con un disco que lleva
poco más de 20 días en el aire y revolucionó el mes de enero. En esta nota te contamos qué es lo que hace
que este álbum llame tanto la atención.

Por Laura Ruiz Díaz. Producción: Sandra Flecha. Retrato: Fernando Franceschelli. Imágenes: archivo de Última Hora, Fotociclo y Acervo Milda Rivarola (www.imagoteca.com.py).

El sexto álbum de estudio de Bad Bunny vio la luz el 5 de enero de este año y ya ha roto récords. En 13 días sobrepasó el billón de reproducciones, el proyecto creado por un artista masculino más rápido en lograrlo.

El sitio web Kworb, que recopila y analiza datos musicales de todo el mundo, ha anunciado que el disco del puertorriqueño está marcando un promedio de 85 millones de reproducciones diarias. Así, se proyecta como uno de los más escuchados del 2025.

A una semana del lanzamiento, como es habitual, la revista Billboard actualizó su lista Hot 100, donde clasifica las 100 canciones más populares de la semana, y Bad Bunny logró colocar allí los 17 temas de su nuevo álbum.

Con este lanzamiento, se une a un grupo selecto de artistas que han superado las 100 entradas en el Billboard Hot 100, lista que incluye nombres icónicos como Drake, Taylor Swift y Elvis Presley. Pero con la diferencia que es el único de música latina.

Y esa es una de las temáticas principales que el material reivindica: homenajea la esencia de la música tradicional puertorriqueña y caribeña, pero la pone en contexto actual con el reguetón y el dembow que caracterizan su ritmo, además de ir hacia el house y el pop de club. La salsa tiene un lugar fundamental en la estructura del disco y es un elemento que amalgama toda la identidad del mismo.

La lírica no se queda atrás: busca capturar el Puerto Rico que quedó en su memoria, cada vez más diluido frente a los embates de la globalización y la migración, temas que vamos a explorar con más detenimiento en los siguientes párrafos.

En este material, él demuestra y reivindica —de manera muy explícita— el lugar del disfrute con la reflexión. Su público se lo agradeció con una efervescencia que solo puede demostrar una cosa: el arte con compromiso social sí vende y el público está ávido de artistas comprometidos.

Concho, el sapo crestado o concho, en el videoclip de la canción DeBÍ TiRAR MáS FOToS, de Bad Bunny.

Sapo concho
Es una especie endémica de Puerto Rico que se encuentra en peligro de extinción. Aparece como personaje en
varios de los visualizers de las canciones del nuevo disco y en el cortometraje publicado en colaboración con el
director de cine Jacobo Morales. El animal se encuentra catalogado como «en peligro» en la Lista Roja de Especies
Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), precisamente a causa del cambio
climático y la degradación de hábitats en la isla caribeña, explica la revista National Geographic en su página web.

De Puerto Rico, con amor

El disco fue grabado por completo en Puerto Rico, con productores y músicos de todas las edades y distintos géneros. Es un momento en que Bad Bunny se aleja por completo de la algoritmia y el foco en la venta. No es para menos: sus últimos lanzamientos se han mantenido por más de 60 semanas en los tops internacionales.

El foco, en esta propuesta, es el legado. “Llevo años soñando con este álbum, soñando tanto con varias canciones, que verlas hechas realidad me llena de mucha alegría”, expresaba en una entrevista para Popcast, de The New York Times.

“Este álbum es el resultado de experiencias vividas que me han llevado a conocerme mejor, incluso a saber cuáles son los ritmos que más disfruto cantar y crear. Soy puertorriqueño, soy caribeño y por mi sangre corre mi música, mi cultura, mi historia y la de mi tierra, desde la plena hasta el reguetón”, expresó. Y continuó: “En el momento más alto de mi carrera y mayor popularidad quiero mostrarle al mundo quién soy yo, quién es Benito Antonio, quién es Puerto Rico. Lo mejor está por venir”.

El disco abre con Nuevayol, en el que samplea Un verano en Nueva York, interpretada por Andy Montanez y El Gran Combo de Puerto Rico, pero le da una identidad completamente actual. No es casualidad: recuerda a Fania All-Stars, agrupación de salsa y música caribeña que a lo largo de su historia experimentó con diversos géneros musicales y referentes puertorriqueños como Héctor Lavoe, Willie Colón y Rubén Blades.

Portada del nuevo disco de Bad Bunny, DeBÍ TiRAR MáS FOToS, fotografiada y diseñada por el artista Robinson Florian.

Como la Fania, Bad Bunny fue a probar suerte a Estados Unidos. Pero volvió a su isla con Voy a llevarte
pa’ PR
, y acá arranca el verdadero viaje.

En Baile inolvidable, el Conejo dialoga con su disco anterior, Un Verano Sin Ti, y también invita al público a conocer la isla del verano eterno. Weltita es un bolero que va cambiando de beat, con la colaboración increíble de Chuwi, la banda indie puertorriqueña.

En Bokete, Benito ofrece una bachata que, si escuchamos bien la letra, nos identifica, porque el protagonista quiere evitar a su ex así como el puertorriqueño a los baches —¿les suena, conductores automovilísticos paraguayos?— y en Perfumito nuevo, el reguetón se actualiza con nuevos ritmos.

Atentos, que Turista marca el inicio de los ritmos tradicionales de la isla. Él mismo admitió que la génesis del disco fue el espíritu de la música jíbara, que llega en corillo de la mano de Los Pleneros de la Cresta. Café con ron y Pitorro de coco son una invitación al baile.

Un brillo distinto alcanza el disco con La mudanza, donde repasa su biografía familiar y la cultura isleña con sinceridad. “Aquí mataron gente por sacar la bandera”, dice. Así recuerda la censura que aplicó EE. UU . en Puerto Rico durante los primeros años del siglo XX, tras invadir la isla y tomarla como botín de guerra de España.

La verdadera joya es Lo que le pasó a Hawaii, canto de lucha puertorriqueña contra la gentrificación y el control yanqui. Aquí también habla del éxodo masivo de jóvenes que escapan de una profunda crisis económica y política (cof, cof, como en Paraguay).

Si bien no todas las canciones son tan explícitas como estas últimas, todo el álbum es un manifiesto político que reivindica sus raíces. Además, lo acompaña un cortometraje que denuncia a viva voz la gentrificación y el borrado de la cultura boricua.

El cortometraje DeBÍ TiRAR MáS FOToS cuenta con la participación de Jacobo Morales. El cineasta puertorriqueño, cuya obra Lo que le pasó a Santiago fue la última película de su territorio nominada a un premio Oscar, protagoniza el cortometraje, que fue escrito y dirigido por Bad Bunny y Arí Maniel Cruz Suárez.

Lo que le pasó a Hawái… y a otros territorios

La gentrificación es un fenómeno urbano que cobró relevancia en América Latina y que Bad Bunny denuncia explícitamente en Lo que le pasó a Hawaii. Este proceso implica la transformación de barrios de clase trabajadora en zonas exclusivas, lo que generalmente resulta en el desplazamiento de sus habitantes por personas con mayor poder adquisitivo. Esto ocurre cuando se revalorizan ciertos espacios por la llegada de nuevas inversiones o remodelaciones.
A partir de allí, la población original empieza a ser echada simbólica y económicamente.

Esta dinámica, que Bad Bunny conecta con el control estadounidense en Puerto Rico, se manifiesta en otros lugares del continente. En Paraguay, por ejemplo, barrios como Las Mercedes y sectores del centro de Asunción han experimentado un desarrollo inmobiliario acelerado, con proyectos que prometen modernidad y lujo, pero que frecuentemente no consideran el impacto social en las comunidades locales.

Melina Pekholtz.

Melina Pekholtz, arquitecta, máster en Viviendas Colectivas y Ciudad, especialista en Antropología de la Arquitectura, resalta cómo estas transformaciones afectan tanto el paisaje como la vida cotidiana de las personas. “El turismo masivo [como en Puerto Rico] y el desarrollo inmobiliario [como en Asunción] suelen tratar a los territorios como parques temáticos, y arrasan con la identidad y la cultura local”, comenta. En nuestra capital, la rehabilitación del centro histórico y el auge de zonas como Villa Morra o Aviadores del Chaco y Santa Teresa evidencian este patrón.

Aunque los contextos son distintos, la gentrificación en Asunción y la transformación en Puerto Rico tienen una raíz común: el modelo de desarrollo prioriza intereses económicos por encima de las dinámicas sociales y culturales. Para Melina, la clave está en una arquitectura y un urbanismo que respeten la identidad local: “Es fundamental diseñar
espacios públicos de calidad, que promuevan el arraigo y fomenten la cultura de las comunidades. Sin esto, no solo se pierde el territorio, sino también su alma”.

El álbum de Bad Bunny trasciende lo musical para convertirse en una denuncia poética de estos procesos. Canciones como Lo que le pasó a Hawaii son un recordatorio de que el arte tiene el poder de amplificar las voces de los que luchan contra la exclusión y el olvido. Y aunque los desafíos varíen de una isla caribeña a una nación sudamericana, el llamado es el mismo: proteger lo que nos hace únicos frente a un progreso que amenaza con homogeneizarnos.

Acervo Milda Rivarola (www.imagoteca.com.py).

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