Un estímulo para todos los sentidos
Del billete de mayor denominación al tapiz más grande del país, el protagonista es el mismo: san Roque González de Santa Cruz. En esta ocasión aprovechamos las fiestas marianas para explorar esta ingeniosa obra en honor al primer canonizado paraguayo, de la mano de uno de sus ideólogos, José Quevedo.
Por Laura Ruiz Díaz. Fotografía: Fernando Franceschelli.
La instalación artística posee unas dimensiones de cuatro metros de ancho por seis de largo y fue realizada por los artistas nacionales Rubén Sykora, Liliana Sykora y José Quevedo. Para crear el gran tapiz sensorial que representa a la figura del santo paraguayo, utilizaron diversas disciplinas y técnicas artísticas, entre las que se incluyen la cerámica, el collage, la pintura, el dibujo y el tallado. Fue presentada por primera vez en Asunción en el Centro Cultural de la República El Cabildo (CCR), en la segunda semana del mes de octubre.
El proyecto es fruto de la colaboración entre los artistas visuales Liliana Sykora, especializada en telas pintadas; Rubén Sykora, autodidacta en diversos rubros de la plástica, y José Quevedo, que experimentó en el mismo rubro.
«Buscamos que las personas vivan una experiencia que involucre los cinco sentidos”, cuenta José. Lo primero en percibirse es el aroma a cocido y yerba mate, que están presentes porque son elementos que caracterizan a Paraguay. Lo segundo es el oído, con poemas que narran la historia del santo. Y al mismo tiempo la vista, ya que al inicio la instalación solo muestra un corazón rojo latiendo en medio de la oscuridad.
Queremos que esta obra sea recordada no solo como arte, sino como una conexión profunda con nuestras raíces y tradiciones»
José Quevedo.
Cuando se encienden las luces se ven los distintos matices del tapiz, hecho con materiales reciclados y orgánicos tan disímiles como el barro, proveniente de las misiones jesuíticas, y pedrería brillante. En el suelo, la yerba canchada complementa la composición llena de símbolos. A un costado, agua bendita y tierra de las Ruinas de Trinidad cierran la experiencia táctil.
«El aroma del cocido, la textura de los materiales y los elementos visuales crean una experiencia inmersiva. Queremos que esta obra sea recordada no solo como arte, sino como una conexión profunda con nuestras raíces y tradiciones», dice Quevedo.
¿Por qué san Roque?
La historia y conexión con este santo está profundamente marcada en Paraguay, pero es muy poco resaltada en el santoral devocional. «Elegimos trabajar en torno a san Roque González, el primer canonizado paraguayo. Es una figura nacional importante que, sin embargo, ha sido poco reconocida en nuestro país. En Brasil, por ejemplo, es venerado y su historia es parte del patrimonio cultural», cuenta José.
«Cuando decidimos retratarlo, investigamos cómo pudo haber lucido su rostro, pues no hay imágenes exactas de él. Usamos referencias de varias representaciones, incluso el billete de G. 100.000, pero creamos un diseño único para nuestra obra. La estructura fue trabajada sobre lonas recicladas, reforzadas con técnicas de pegado y cementicio», describe.
El artista sostiene que los jesuitas fueron fundamentales en la historia de Paraguay, no solo en la evangelización, sino también en el desarrollo económico a través de la producción de yerba mate —aunque no se mencionó la explotación de poblaciones indígenas—. “Este producto fue clave para financiar las misiones, y quisimos que su presencia en la obra reflejara esa importancia histórica», remarca.
San Roque González de Santa Cruz nació en Asunción el 17 de noviembre de 1576 y pereció el 15 de noviembre de 1632 en Brasil, en el lugar que ahora se conoce como Caibaté. Quevedo refiere que murió allí, junto a otros dos jesuitas, Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo, en manos de la resistencia indígena. La leyenda cuenta que su corazón sobrevivió al fuego. “Para nuestra obra, trajimos tierra sagrada y agua bendita de su lugar de martirio», afirma José.
Reconocimiento internacional
La obra fue trasladada a Brasil y recibida con gran entusiasmo. “El prefecto, el rector de la universidad y un historiador local nos dieron la bienvenida”, remarca José. Para el equipo fue una experiencia muy significativa e incluso se difundió en la prensa a través de corresponsales locales. “Sin embargo, en Paraguay, la figura de san Roque pasa desapercibida. Queremos cambiar eso», remarca Quevedo.
«Buscamos reivindicar a san Roque González como un personaje clave de la historia. Queremos que las personas que visiten la obra se lleven no solo un recuerdo visual, sino una experiencia integral que refuerce el valor de nuestra cultura», declara.
Luego de su paso por El Cabildo, el tapiz sensorial recorrerá el país. Actualmente se encuentra en la ciudad de Pedro Juan Caballero. Conocé más sobre los artistas en Instagram (@josequevedodallende, @sykoraliliana y 64rubensykora).
ELEMENTOS SENSORIALES
Vista: el tapiz se diseñó para captar la atención visual con colores y detalles únicos.
Olfato: se usa el aroma de la yerba y el cocido, representativos de la cultura local.
Tacto: los visitantes pueden tocar el tapiz, una experiencia rara en obras de arte.
Gusto: durante las visitas guiadas, se ofrece cocido hecho al estilo tradicional, lo cual encanta a los turistas.
Oído: el ambiente incluye sonidos relacionados con la historia de san Roque González y su misión.
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