Un espacio multidisciplinario para todas las expresiones
Mientras las expresiones artísticas paraguayas se sigan multiplicando, ampliando y diversificando, continuarán naciendo nuevos espacios que sirvan de vidriera para sus creadores. Desde abril de 2023, K Arte y Naturaleza presenta muestras expertamente curadas con una inquebrantable mirada hacia el medioambiente y la sostenibilidad.
Por Patricia Luján Arévalos. Fotografía: Fernando Franceschelli.
A media cuadra de la avda. España, sobre Santa Rosa, existe un espacio que todavía brilla por la novedad, a pesar de que en menos de dos años ya dio albergue a 13 exposiciones y más de 40 activaciones artísticas. La plástica no es la única protagonista, también hay lugar para la música, el cine y las artes escénicas. Mientras más, mejor.
K Arte y Naturaleza se consagró en poco tiempo como una de las galerías más buscadas. Quizás tenga que ver con que Lucy Yegros, ícono de la escena local, sea la madrina de honor, pero la combinación ganadora está en la dirección. Octavio Caballero Yegros es el director ejecutivo, mientras que Fernando Moure es el director artístico y, por supuesto, curador de las muestras.
Polivalente
Durante el 2022, Fernando consideró volver a instalarse en Paraguay tras 20 años fuera de su país natal. “Me di cuenta de que, más que nunca, atravesamos una crisis ambiental especialmente dura, además de la crítica calidad de vida de la región y del planeta, provocada por la acción antrópica. No soportaba vivir nuevamente acá con más calor, tráfico, humo y el ambiente degradado, mi paisaje exterior había cambiado. Fue un shock que debí asimilar y comenzar a actuar desde mi lugar”, recuerda.
Fernando y su amigo Octavio Caballero Yegros encontraron la respuesta en el arte. Se instalaron en una propiedad donde funcionaba la consultora ambiental Kavure’i —de donde prestaron la K que da nombre al espacio—.
Kavure’i significa lechucita, “un ave entrañable de nuestra fauna, asociada en la cultura popular con la suerte. Es la decimoprimera letra del alfabeto, su importancia en la lengua nativa y en otros idiomas del mundo es importantísima. K es un homenaje, un recuerdo semántico de lo ancestral y lo primigenio que evoca su fonética, que incluye además a la A”.
Una vez definido el nombre, el par se propuso distinguir este sitio de la oferta cultural local y sumarle identidad visual “consustanciada con discursos de biología, botánica, geología y antropología cultural, de modo a no dejar dudas de su objetivo: activar un mensaje de preservación y cuidado del medioambiente”, aclaran los directores.
Octavio veía muy claramente la misión del nuevo emprendimiento: crear un sitio donde tengan visibilidad y estímulo distintas formas de las artes vivas, sostenibles, de reflexión medioambiental y de interacción humana con la naturaleza, de crítica o bien sobre aspectos poéticos de la flora, la fauna, la tierra, el aire y/o el agua.
“Pensé en qué y cómo podía aportar a la escena artística de mí país, al integrarme en su robusta dinámica desde K”, reflexiona Fernando y agrega que decidió concentrarse en “elaborar contenidos vinculantes entre naturaleza y sociedad, en reportar y analizar estados, en explorar narrativas fantásticas sobre la vida natural con los artistas”.
Una mirada oportuna
¿Por qué es importante para Fernando y Octavio que las exposiciones de K incorporen una mirada a la naturaleza y la sostenibilidad? “No se trata de imponer dogmas”, piensa el director artístico. “Creemos y creamos en K el espacio para desarrollar temas e intereses diferenciados de los grandes relatos de identidad o de memoria individual y social. Sin duda, la misma palabra naturaleza ofrece una dificultad filosófica, puesto que naturales son un insecto y un ser humano, una planta y una piedra”.
“Vivimos en el apogeo del Antropoceno, este tiempo peligroso e infame donde el humano, en su vanidad supremacista, eligió rendirse ante un capitalismo sin ética, en el cual solo valen el costo y el beneficio, y la negación de su responsabilidad en la degradación de nuestra propia calidad de vida”, sentencia Fernando. Su reflexión alcanza los biomas de la región Oriental y del Chaco paraguayo, sus bosques, las fuentes de agua limpia, los animales y los pueblos originarios: “Aquí y ahora se repite la misma historia de destrucción y de cultura de la muerte. Todo un mundo colapsando ante nuestros ojos mientras miramos y consumimos”.
Entre risas, asegura que tampoco todo es drama. K Arte y Naturaleza es tanto un llamado a la acción como una acción en sí misma: “Quisimos actuar con los músculos del pensamiento y proponer temas que consideren a la vida vegetal, animal y mineral junto con la humana, entendida esta como suma de una cadena trófica y, por lo tanto, parte de ella”. Es en este sentido que la curaduría de Fernando Moure es de vital interés. Sus exposiciones no caen en los lugares “comunes” como la contemplación romántica del paisaje. “Los enfoques curatoriales de K narran la memoria vegetal y térrea de los territorios, amplían el paisaje en su relación con las personas que lo viven, animan fantasías distópicas y señalan ecocidios”, puntualiza Fernando.
Una historia joven, pero prolífica
Como mencionamos, la galería lleva ya 13 exposiciones y más de 40 activaciones artísticas. Se inauguró con una muestra de obras recientes de Gustavo Benítez, un explorador de materialidades, formas y contenidos inspirados en la naturaleza. Fue habilitada el 14 de abril de 2023 con el título Vórtices fantásticos y consistía en una puesta en la cual el artista recreó una escenografía cercana a la ciencia ficción con objetos y relieves que emulaban lunas y meteoritos, para introducir al espectador a una noche cósmica y melancólica.
Una segunda parte de Vórtices fantásticos abrigaba una tupida selva en penumbras conformada por trabajos pigmentados bidimensionales. “La expografía y el montaje, luego del alto listón que nos dejó la exposición de Benítez, fue un aspecto fundamental que aplicamos a todas las muestras de K”, explica Fernando.
Más adelante llegaron Responso, fotografías de Gabriela Zuccolillo French; Toryha/Desde la alegría, muestra antológica de Ángel Yegros (1960-2023) con la participación de Arapy Yegros y Javier Medina Verdolini, que formó parte de Pinta Sud Art Week 2023; La vida (secreta) de las plantas, en el marco de El Ojo Salvaje 2023, de Francene Keery y Javier Medina Verdolini; Ejercicios nocturnos, de Luvier Casali; Ka’aguy ra’anga, de Luvier Casali, Francene Keery, Javier Medina Verdolini, Julia Isídrez, Wolfgang Krauch y Pablo Lamar; y Kuña po de Lucy Yegros, Julia Isídrez, Satiná Chamorro, Patricia Ayala, Leticia Galeano y Anahí Sist.
El año 2024 fue inaugurado por la muestra Escrito en tierra de Noelia Buttice, seguido de Emboscada, de Fiorella Bittar, Marcela Dioverti, Adriana Duarte y Daia Stanley; Olimpo y otras historias, de Nélida Mendoza con Alessandro Aiello y Veintitrés Equis; Trilogía sudamericana/Sueños/Gaza del documentalista francés Dominique Dubosc; y El paisaje es el del yo, de Alejandra Mastro.
También en 2024 vimos Resistente, cincuenta años de arte cinemático en Paraguay, con videoarte, cortos, medios y largometrajes artísticos y experimentales de Dominique Dubosc, Carlos Saguier, Juan Carlos Maneglia, Tana Schémbori, Marcelo Martinessi, Pablo Lamar, Federico Adorno, Ramiro Gómez, Renate Costa, Salla Sorri, Patricia Wich, Javier Medina Verdolini, Alejandra Mastro, Amancay Stumpfs, Juan Franco, Martín Crespo, Sebastián Boesmi, Laura Mandelik, Enrique Collar y Hugo Giménez.
El futuro es optimista cuando está rodeado por las paredes de K Arte y Naturaleza. En 2025 veremos exposiciones de Sebastián Boesmi, Enrique Collar, Lucy Yegros, Veintitrés Equis, Karina Palleros, Isabel De Anda y Sebastián Hermida, entre otros reconocidos nombres del arte nacional y regional. No podés perderte de una sola novedad de la galería. Seguilos en Instagram (@ka_arteynaturaleza) para conocer las fechas de sus próximas exposiciones.
DE LA K A LA Z: ECO-POÉTICAS DE LA MATERIA
Marité Zaldívar, Juanjo Ivaldi Zaldívar y Amelie Schneider Zaldívar son protagonistas de la última exposición del año en K, disponible desde el pasado 29 de noviembre. Es la reunión de la producción reciente de esta saga familiar de artistas muy apreciada en Paraguay, de objetos de madera y cerámica, fotografías y pinturas.
Sin Comentarios