Identidad, historia y preservación
Casi un siglo de historia y la identidad de todo un barrio integrada en cada uno de sus ladrillos hacen del Cine Cañisá un espacio histórico único, que este año se volvió a abrir y muy pronto celebrará la Navidad con un evento ícono de la comunidad trinidense.
Corría 1925 y Asunción fue el destino de un aventurero chileno. Traía consigo proyector, motor, generador y un inmenso baúl que contenía películas de la época en blanco y negro, mudas. Llegó hasta el Almacén Cañisá y conoció a don José, un emprendedor catalán. Sin muchas vueltas se iniciaron las proyecciones de películas. Esto nos contó Marta Cañisá, hija de don José Cañisá, el fundador de este espacio histórico. Acompañanos a conocerlo.
El éxito fue rotundo. Cientos de trinidenses, asuncenos y personas de los alrededores se acercaban a cada función, lo que llevó a que don José decidiera comprar la propiedad contigua y edificar un bar y cine, con todo lo necesario para la proyección de películas. Era el año 1928 y la capacidad era de 400 personas sentadas en bancos.
“Asistían a las funciones familias enteras del barrio, y en algunos casos hasta traían sus mascotas y les compraban golosinas para no molestar al público”, cuenta Marta. Vecinos de zonas aledañas a Trinidad, como lo que ahora es Mariano Roque Alonso, Zeballos, Botánico, Recoleta y otros, eran el público que asistía a cada función, sin falta.
El cine inició con una pantalla pequeña en relación con la imagen proyectada, luego se fue modernizando hasta llegar al cinemascope en 1957, con lo que se agrandó la pantalla al doble y se logró que la imagen estuviera más cerca del espectador. Esta sigue expuesta en el cine.
Charles Chaplin, El gordo y el flaco, personajes de Disney y muchos más pasaron por los proyectores del Cañisá. También alquilaban películas de los en ese entonces famosos Granados y Roma, y así se dio inicio a uno de los primeros cines de barrio de Asunción.
Años de oro
Los años más florecientes datan de 1940 a 1960, en donde la inestabilidad del país era un incentivo para buscar opciones de entretenimiento fuera del centro de la ciudad. En este espacio muchos conocieron el cine por primera vez; incluso, ofrecieron la posibilidad para que todos accedieran: quienes no podían pagar la entrada al cine, limpiaban el salón.
“La historia y la cultura son dos cosas que no podemos separar y nos conectan con quienes somos y de dónde venimos. Conservarlas es un acto de amor a nuestra identidad y un regalo invaluable para el futuro”, plantea Marta, mientras resalta la importancia de la conservación de este cine, que dicho sea de paso fue el lugar al que mis propios abuelos iban como cita.
La vuelta
Este año, en el Cañisá los cinéfilos se dieron cita para disfrutar de un cine recuperado en el Festival Beija Flor y discutir sobre el archivo en noviembre. Para diciembre ya iniciaron los preparativos de Navidad en el lugar, un espacio histórico de disfrute trinidense, pero eso vamos a contarte más adelante.
El cineasta Joaquín Pedretti fue uno de los impulsores de esta revitalización. Coordinó el proyecto junto con miembros de la familia Cañisá: Marta, su madre Pamela, Héctor, Eli, Pilar, el tío Jesse y Mabel. También convocó a Maxi Cueto en el área de producción, a Aimar Almirón para que coordine comunicación, y ellos trajeron a Fer Cabral, Mauge Molinas y Alan Narvajas, que terminaron de conformar el equipo que llevó adelante la primera etapa del proyecto.
El interés en este espacio histórico comenzó cuando Joaquín Pedretti, cineasta investigador de preservación audiovisual descubrió, por medio del maestro Llorenç Rubió Guillaumet, la fascinante historia del espacio, fundado por un catalán en el barrio Trinidad. En una visita al lugar, la conexión emocional fue inmediata. Ese fue el punto de partida para proponer un proyecto de revitalización que «haga que Cañisá vuelva a ser Cañisá».
“Un día Llorenç me invitó a una fiesta catalana en el barrio Trinidad y aprovechamos para ir a Cañisá. Solo al entrar se me erizó la piel, sentí una conexión muy fuerte con ese lugar, con las cosas que habrán pasado ahí. No podía creer que no estaba funcionando”, recuerda Pedretti. “Héctor Dami, uno de los descendientes, me contó la historia y me puso en contacto con la familia”, afirma. “Comenzamos a trabajar en conjunto para lograr el objetivo, y creo que al menos el primer paso está logrado”, considera.
La propuesta fue realizar cinco actividades que representen lo que solía pasar Cañisá: ferias, proyecciones, comidas, aniversarios y conciertos. La idea es que estas se repitan con diversas propuestas luego, para revitalizar el espacio en todo su potencial.
La propuesta a largo plazo incluye en la primera etapa la organización de eventos y espacios de encuentro; luego, mejoras edilicias y, en la etapa final, un museo de cine y cultura, con una sala en funcionamiento y un bar-restaurante con ofertas gastronómicas. “Básicamente es lo que se hacía en el espacio en su época de esplendor, cuando funcionaba el tren, es decir, que ‘Cañisá vuelva a ser Cañisá’ y tenga el reconocimiento que se merece”, plantea Pedretti.
Para las dos primeras etapas es necesario que el equipo del Cine Cañisá cuente con fuentes de financiamiento que, posteriormente, permitan que el espacio se mantenga por sí solo.
“Es un sueño de muchos años que, confiamos, de a poco se irá haciendo realidad. Muestra que tantos años lo cuidamos por el valor cultural eterno que dio a esta comunidad, para honrar a las generaciones pasadas que construyeron un legado vivo para el presente y el futuro”, reivindica Marta Cañisá.
Navidad en Cañisá
Este jueves 19 de diciembre, desde las 19.00, artistas y familias enteras se reunirán en el Cine y Bar Cañisá (Teniente Mendoza y Vía Férrea, barrio Trinidad) para disfrutar de una variada agenda cultural que incluye conciertos y danza en vivo. La entrada es libre y gratuita.
El evento estará marcado por las actuaciones en vivo de la Orquesta Juvenil Municipal del Conservatorio de Música Agustín Barrios del Instituto Municipal de Arte (IMA) y la Orquesta de Cámara de la Municipalidad de Asunción (OCMA). Ambos grupos rendirán homenaje al universo sonoro del folclore nacional. El gran cierre de la noche será con el Conjunto Folklórico Municipal de Asunción, bajo la dirección del maestro Miguel Méndez, acompañado por el Ballet Folklórico Municipal de Asunción. El proyecto Revitalización del Cine y Bar Cañisá fue recipiente de los Fondos para la Cultura, el Turismo y la Artesanía 2024, Edición Atyguasu-Fiestas del Paraguay. El esfuerzo está enmarcado en la categoría Revitalización de Centros Históricos. Cuenta con el apoyo de la Dirección de Acción Cultural y Comunitaria de la Municipalidad de Asunción, la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (Dinapi), el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec) y el Despacho de la Primera Dama.
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