Cultura

Museo Dr. Gaspar Rodríguez de Francia

Un sutil faro de cultura

En la cercana ciudad de Yaguarón se mantiene en pie un magnífico ejemplo de arquitectura colonial que, desde hace tiempo, funciona como museo. Destaca la figura de un personaje fundamental de la nación paraguaya y nos muestra un universo cotidiano propio de la época que, de manera didáctica, invita a reflexionar sobre nuestra historia, costumbres y, sobre todo, identidad.

Texto y fotos: Fernando Franceschelli.

La casa donde se asienta el museo Dr. Gaspar Rodríguez de Francia es una construcción colonial de finales del siglo XVIII, con cinco espacios interiores. Tiene la disposición de la tradicional culata jovái y un apropiado corredor jere.

Las paredes son anchas, de adobe, y el techo está cubierto de tejas. Por dentro y sobre tirantes de karanday se sostiene un cielorraso hecho con tacuarillas que aíslan más aún la temperatura producida por el implacable sol. El piso de ladrillos —que no es el original— también ayuda a conservar esa frescura.

Esta tipología constructiva con techos inclinados en parte —bastante altos— la convierten en una casa fresca en verano y templada en invierno. Una verdadera joya de la sabiduría arquitectónica de 300 años de edad.

Fotografía: Fernando Franceschelli.

Llegó a ser la última casa colonial en pie en la ciudad, con un generoso terreno de 50 m × 150 m. Tenía una naciente que proveía de agua a sus habitantes en su momento.

Todo eso la convirtió en una pieza invaluable. Así, gracias a gestiones locales, Carlos Pusineri Scala la rescató de una muy probable demolición en 1968. Desde entonces pasó a ser propiedad de la fundación Casa de la Independencia y se convirtió en museo.

Con el tiempo, formó parte del antiguo Viceministerio de Cultura, dependiente del Ministerio de Educación y Cultura. Esa institución se convirtió en la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y de ella depende actualmente este museo.

Fotografía: Fernando Franceschelli.

La casa y el doctor Francia

El vínculo entre la edificación y el doctor José Gaspar Rodríguez de Francia es más bien subjetivo. Sin embargo, hoy su figura es uno de los ejes museográficos y didácticos fundamentales que ofrece: allí vivió el capitán José Engracia de Francia, padre de José Gaspar, en algún momento gobernador del pueblo de Yaguarón y administrador de la tabacalera real.Eso hace pensar que quien llegara a ser líder del naciente Paraguay pasó algunas temporadas allí durante su infancia o parte de la juventud.

Walter Fernando Díaz Ayala es el museólogo y uno de los cuatro guías del lugar que busca reivindicar la figura y preservar la memoria del controvertido líder nacional. Para eso, el museo cuenta con tres programas o ejes temáticos, explica.

El primero tiene que ver con la memoria de Yaguarón, que en un entramado complejo incluye la memoria indígena de la ciudad, el proceso de conquista y colonización. El Templo de San Buenaventura funciona como eje representativo del proceso. Además, incluye una proyección futura de la urbe con una breve reseña de su cultura popular inmaterial. Nos habla de sus fiestas y de algunos hitos de la memoria oral. De alguna manera, esta parte se refiere al pasado, el presente y el futuro de la localidad.

Fotografía: Fernando Franceschelli.

El segundo eje aborda un programa de arte religioso latinoamericano con más de 33 obras muy valiosas que abarcan una enorme parte de la geografía de América Latina y sus cuatro virreinatos al momento en el que Rodríguez de Francia llegaba al poder. El museo exhibe ejemplos de arte de los virreinatos de México, Colombia, Perú y Río de la Plata. Esto, según afirma Díaz Ayala, constituye una colección abierta al público más que importante en el Paraguay.

Finalmente, el tercero trata de la figura de José Gaspar Rodríguez de Francia, el eje que motivó la constitución del museo. Abordar esto se volvió problemático y conflictivo por la condición histórica del personaje y sus antítesis. Por eso se decidió fragmentar la mirada sobre el personaje y abordarlo poéticamente desde la literatura, lo imaginario en las artes visuales y también con una mirada sobre los usos y costumbres de la época.

Aparte, hay una cantidad de documentos facsimilares que le pertenecieron al Supremo, como mandos de Gobierno, firmas y documentos de cuando oficiaba como abogado o procurador del rey.

Fotografía: Fernando Franceschelli.

Lo que se encuentra en sus salas

Las piezas que el visitante encontrará son diversas y bastante curiosas, ya que abarcan desde arte religioso con pinturas de diversos tamaños hasta objetos de uso cotidiano como muebles o piezas metálicas de aquella época: mates de plata, cántaros de barro para almacenar agua, etcétera.

El 70 % del acervo es propiedad del Estado, a través de la SNC. La colección del museo también cuenta con piezas de la Diócesis de Carapeguá en calidad de préstamo, pero que en realidad pertenecen al Templo de San Buenaventura. Por último, encontramos obras de arte religioso de la colección privada de Osvaldo Salerno, un complemento perfecto para la visión museográfica.

El recorrido ofrece una lectura bastante diversa de nuestra historia. Es una visión amplia y menos historiográfica, que apela a la memoria y los usos y costumbres de nuestro pasado de una forma más poética y, por lo tanto, más propia, asegura el guía.

Walter Fernando Díaz Ayala, museólogo. Fotografía: Fernando Franceschelli.

El lugar cuenta también con un pequeño auditorio en el terreno, donde se celebran actividades culturales como presentaciones de libros, charlas o pequeños conciertos. El Museo de Francia constituye un sutil faro cultural en las serranías de Paraguarí. 

Acuden unas 7000 personas por año. El lugar está a unos 100 metros de la emblemática iglesia en el centro Yaguarón y proporciona un momento de quietud que nos transporta a la época en que la casa se construyó.

Desde el verde jardín, las ventanas de madera, con sus rejas de hierro forjado tan características, nos invitan a asomarnos a un conjunto de objetos con los que podemos intentar respirar un poco de lo que fue la figura de Rodríguez de Francia, como así también de nuestra propia identidad.

El museo Dr. Gaspar Rodríguez de Francia está abierto al público de miércoles a domingos, de 8.00 a 16.00, con acceso gratuito. 

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