17 años de la Orquesta Sinfónica Nacional
La creación de la Orquesta Sinfónica Nacional fue un hecho histórico que significó el desarrollo de la música en nuestro país. Su aporte en la difusión de la disciplina tanto folclórica como erudita en todo el territorio le valió el título de Patrimonio Cultural de la Nación. Celebramos su 17 aniversario con tres músicos que la componen, acerca del preludio de este logro tan relevante en nuestra identidad, la importancia del apoyo al arte paraguayo y los sueños que aún falta interpretar sobre el escenario.
Por Katherine Meza. Dirección de arte: Alejandra Núñez Pereira. Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Fernando Franceschelli.
La Orquesta Sinfónica Nacional es el resultado de un proceso de varias décadas de lucha. Florentín Giménez, Carlos Lara Bareiro, Carlos Dos Santos y muchos otros, no solo músicos sino también de distintos sectores culturales, perseveraron hasta conseguir lo que soñaban y, finalmente el 19 de agosto de 2004 fue promulgada la ansiada ley que daba inicio a las actividades de esta institución. El logro fue celebrado en un recordado concierto con más de 5.000 personas en el Club Sol de América bajo la dirección de su fundador, el maestro Florentín Giménez.
Cuatro años después, la normativa fue derogada y reemplazada por la ley n.° 3482/08. Así se creó la vigente Sinfónica Nacional como orquesta oficial del Estado paraguayo y se la declaró a su vez Patrimonio Cultural de la Nación. Hoy, tras 17 años de vida inspirando multitudes con sus melodías, es dirigida por el maestro Juan Carlos Dos Santos, hijo de uno de los impulsores de este proyecto, abocado a representar el arte de la música en cada rincón del país.
¿Pero qué simbolizó este hito para el Paraguay? El director titular de la OSN, Juan Carlos Dos Santos, que dirige los 65 músicos que la conforman, nos lo relata de manera clara: “Esto fue algo muy importante para el país, representó un enorme avance para la profesionalización del artista paraguayo y así también el acceso a la ciudadanía al arte sinfónico que hasta ese entonces era considerado un género de élite”, afirma.
Si bien la OSN posee poca experiencia con relación a las demás existentes en Latinoamérica y el mundo, su virtuosa armonía se afianza con el paso de los años y genera cada vez más altas expectativas. “Nuestra Sinfónica se destaca por maestros y solistas internacionales de primera línea, la calidad de sus conciertos, grabaciones de materiales audiovisuales que resaltan el acervo cultural nacional y regional, entre otros proyectos como seminarios, charlas y festivales”, asegura su director.
La importancia de la OSN en promocionar la música paraguaya es fundamental para preservar y enriquecer nuestro patrimonio artístico y cultural. ¿Cómo lo logra? Por medio de estrenos de obras nacionales y el incentivo a compositores para crear. También da oportunidades a intérpretes de demostrar sus talentos como solistas y trasciende las fronteras por medio de grabaciones para darnos a conocer en distintos países del mundo. Al rememorar los mayores logros celebrados hasta la actualidad, el director de la Orquesta nos cuenta con gran orgullo algunos de ellos. “Hemos tenido conciertos de mucha significación; estrenos de obras paraguayas y aquellos con las de José Asunción Flores, el ciclo de las nueve sinfonías de Beethoven, así como las que fueron grabadas en cedés por grandes solistas y directores internacionales”, recuerda y continúa: “Tenemos muchos más por cumplir, como llegar a los sitiales más altos, más presentaciones en el interior y el exterior del país, para hacer conocer la música sinfónica paraguaya”.
La pandemia fue un gran obstáculo reciente que debieron superar con creatividad. Facebook y YouTube se convirtieron en los nuevos escenarios donde se presentaron al público, y de hecho fue la primera orquesta latinoamericana en realizar algo así. Pronto aparecieron sus programas radiales El universo de la música por la 95.1 y Sinfónica contigo por Paraguay TV, TV Cámara y algunos canales del interior del país.
Actualmente están retomando gradualmente las actividades presenciales, en cumplimiento de las normas sanitarias. De hecho, el concierto que celebrará su aniversario número 17 de vida institucional será el martes 24 de agosto en el Teatro Municipal de Asunción, con reserva previa y acceso gratuito, en un homenaje póstumo a su fundador, Florentín Giménez, que falleció este 2021, y presentarán sus obras consagradas. El escenario estará repleto de artistas de alto nivel formados en la OSN.
Vivir para la música
Miembro de la Orquesta Sinfónica Nacional desde 2010, la brillantez y disciplina llevaron a Gustavo Barrientos a convertirse en concertino. “Para mí cada concierto es una experiencia gratificante, ya que hago lo que me apasiona: música”, cuenta. No caben dudas de que su carrera pegó un salto tras ser parte de la institución, le dio renombre al representar al país y lo impulsó a dar lo mejor de sí como instrumentista.
La Orquesta Sinfónica Nacional es una conocida formadora de artistas con mucho potencial. Este violinista supo aprovecharla y en su camino aprendió varias lecciones tanto para la música como para la vida. Nos confiesa cuál es la que siempre resalta, cuando jóvenes se acercan a él en busca de consejos: “Una de las lecciones más grandes que la Orquesta me dio es estar siempre a disposición de los directores y compañeros músicos, para que de esa forma el concierto sea del agrado del público”, subraya.
Barrientos estuvo presente en 11 de los 17 años de vida institucional de la Orquesta Sinfónica Nacional y personalmente considera que su existencia es esencial para la difusión de la cultura paraguaya. Su convicción de esta idea la demuestra con la dedicación que puso en su carrera en la OSN, en la que coleccionó melodías, instantes y conciertos que jamás olvidará. “Disfruto de ser parte de la difusión en el Paraguay de composiciones que son patrimonio de la humanidad como Bach, Mozart, Beethoven y Brahms. Pero un momento inolvidable fue la audición de la 4.ª sinfonía de Anton Bruckner unos años atrás”, confiesa.
Para la violinista María Arrúa, la música es una forma de expresión, un arte con el que comunicamos emociones que a veces no podemos poner en palabras. “Es un idioma universal en un mundo donde las diferencias culturales, religiosas, políticas y de lenguas nos distancian. Es decir, nos conecta como humanos”, señala. Miembro de la Orquesta Sinfónica desde sus inicios, se ganó el puesto de concertino espalda.
Su experiencia en la OSN la recuerda con emoción, pues fue parte de un acontecimiento importante para la historia del país: estuvo presente desde su creación, cuando apenas era una jovencita. La Sinfónica la forjó como músico. En julio de 2006 ganó una beca en los EE. UU., y tuvo que renunciar a su puesto. Hoy sigue un doctorado en la Universidad de Illinois pero cada vez que se presenta una invitación a colaborar con la Orquesta, ella acepta con gusto. Este 24 de agosto, en la celebración del aniversario de la institución, Arrúa se presentará por quinta vez como solista invitada.
Para ella, la creación de la Orquesta Sinfónica Nacional fue un hecho histórico que vale la pena destacar, y que después de 17 años de labor siga aportando tanto a la relevancia cultural de nuestro país, aún mucho más. Este evento de festejo será muy especial para ella, por el homenaje a su fundador. “Es un punto esencial de la culminación de mi tesis para el doctorado en Música, ya que mi tema se basó en la labor musical de Florentín Giménez. Este concierto será auditado por mis tutores de tesis en Illinois, y confío será el inicio de la divulgación y el reconocimiento internacional de su maravillosa obra”, finaliza.
17 aniversario
El escenario escogido para celebrar en grande fue el Teatro Municipal Ignacio A. Pane. La celebración del 17 aniversario de la música sinfónica nacional será este martes 24 de agosto a las 19.30. El concierto presentará las conocidas obras de su fundador, Florentín Giménez: sus nueve sinfonías, la suite del ballet Arasy y un solo de la reconocida violinista María Arrúa. Para reservar tu lugar, contactá al (0971) 700-200.
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