Teatro

15 años de trayectoria de Kunu’u Títeres

Un acontecimiento quijotezco

Tessa Rivarola y Carola Mazzotti se conocieron en otoño del 2009 y sintieron una conexión única. Así empezó la titiritezca aventura de Kunu’u Títeres, que celebra sus 15 años de aventuras con actividades gratuitas para todo público. En esta nota, te contamos sobre su proyecto conjunto. 

Por Laura Ruiz Díaz. Fotografías: gentileza de Kunu’u Títeres.

Secretos de ñandutí. Fotografía: Juanjo Ivaldi Zaldivar.

Tessa y Carola hicieron clic desde el principio. Apenas se conocieron, se lanzaron a “la aventura titiritezca” en plazas, centros de salud y cumpleaños infantiles. Pero el gran salto llegó cuando empezaron a trabajar en proyectos comunitarios con el apoyo de organizaciones como el Centro Cultural Juan de Salazar y el Serpaj (Servicio Paz y Justicia Paraguay).

“Al pensar en momentos de evolución, me vienen rostros de titiriteras y titiriteros latinoamericanos que nos dieron talleres de formación cuando les recibíamos en nuestras casas y producíamos sus presentaciones en Asunción y Areguá”, recuerda Tessa.

“Es muy reconfortante mirar atrás y sorprendernos por todo lo que hemos hecho en 15 años”, afirma Carola y agrega: “Siempre me pillo pensando: ‘Qué locas estamos’, pero no puedo negar que esa pasión que a veces parece una locura es una batería inagotable”. Sostener la actividad grupal no es fácil, lleva un trabajo constante de cuidado, revisión, paciencia, respeto y mucho amor. 

Secretos de ñandutí. Fotografía: Juanjo Ivaldi Zaldivar.

Exploraciones titiriteras

“Kunu’u Títeres ha crecido enormemente desde sus inicios y eso ha sido gracias, en parte, a que siempre nos hemos rodeado y buscado con quienes hacer”, plantea. Y, en el camino, dedicaron su tiempo a aprender sobre la historia de quienes estuvieron antes que ellas, primero en Paraguay y luego fuera de los límites del territorio. “Es una búsqueda sin fin y eso es muy estimulante”, comenta Carola. 

En Paraguay no hay escuela de títeres, pero sí grandes referentes históricos a quienes homenajearon en Koreko guá (2013): Juanito Carter, Elisa y Humberto Gulino, Chacho López Grenno y Tito García. “Estos trotamundos ofrecían su arte en tiempos de dictadura estronista”, afirma Tessa y sigue: “Para nosotras, entrar en contacto y compartir experiencias con titiriteras y titiriteros fue la principal forma de aprendizaje”.

Secretos de ñandutí. Fotografía: Alegría González.

“Al no contar en Paraguay con una formación en teatro de títeres, buscar referentes extranjeros, colaboraciones, intercambios y residencias es la forma en que accedemos a técnicas, entrenamientos y especializaciones”, recuerda Carola.

Por eso, se formaron a partir de la práctica colectiva del oficio y las experiencias de artistas internacionales.

El oficio titiritero tiene un aspecto trashumante, nómada. Los encuentros y viajes son casi una actividad obligada. “Desde 2010 fuimos integrándonos a rutas de festivales internacionales en Argentina, Chile, Brasil y Colombia”, cuenta Tessa.

Secretos de ñandutí. Fotografía: Alegría González.

Hasta antes de 2019, las rutas de Europa parecían “una misión imposible” para las Kunu’u, pero desde la migración de Tessa al Viejo Continente se abrieron nuevas posibilidades. Compartieron talleres y shows en Islandia, Carola fue con su solo Confusión elemental a Italia, y Secretos de ñandutí, el último gran proyecto, acaba de llegar de una gira internacional que inició en Islandia, pasó por Madrid y culminó en Curitiba. 

“La última gira por Europa nos dejó muchos aprendizajes a nivel de gestión. No es lo mismo trabajar para instituciones o festivales en los diferentes continentes y es necesario atravesar la experiencia”, afirma Carola.

Carola Mazzotti en Confusión elemental. Fotografía: Andres Nissen.

Ocupar el espacio público

Una de sus primeras funciones, Koreko guá, se realizó en la plaza Carancho del barrio Trinidad. Tenía como subtítulo Los títeres oKupan las plazas. “Este arte está vinculado a trovadores y saltimbanquis. Es un lenguaje afín al espacio público”, afirma Tessa. “Abrazamos una forma de encarar el arte vinculado con los lugares donde la gente desarrolla su vida cotidiana”, agrega. 

El año pasado, por ejemplo, presentaron Secretos de ñandutí en localidades como Areguá, Pirayú e Itauguá. “Llevamos una obra en homenaje a las tejedoras de ñandutí a sus comunidades. Fue realmente muy emotivo verlas entre el público, a ellas y a sus familias; y no solo verlas, si no también sentirlas y escucharlas”, recuerda Carola.

Carola Mazzotti en Confusión elemental. Fotografía: Andres Nissen.

Para todas las edades

“No creemos que los espectáculos de títeres sean exclusivamente para niños. Elegimos que nuestras obras sean disfrutables para todas las edades y eso se logra al pensar en la infancia —en el público en general— con respeto”, afirma Carola. Así, presentan una puesta estéticamente coherente con la historia, que permita aflorar las preguntas y las conjeturas, que habilite la conversación entre pares y con las otras generaciones. “Es dejar el espacio para que acontezca la magia teatral”, agrega.

Fotografía: Juanjo Ivaldi Zaldivar.

Celebración colectiva: todos invitados

Del sábado 2 al sábado 9 de noviembre, la compañía Kunu’u Títeres festejará con la puesta en escena de cinco espectáculos de creación propia, además de un show internacional de la artista mendocina invitada, Gabriela Céspedes.

Algunas funciones serán comunitarias y gratuitas, y otras tendrán entradas a un precio popular. Se desarrollarán en Areguá, Itauguá y Asunción. El programa también incluye un taller de animación de objetos y títeres. 

Encontrá más info en Instagram, @kunuutiteres.

Fotografía: Juanjo Ivaldi Zaldivar.
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