Teatro

Encuentro cercano después del ocaso

Una exploración de las conexiones humanas y la intimidad

Una obra, escrita y dirigida por Daniel Gómez, ya premiada en España, se presenta en noviembre como coproducción entre Ciudad Teatro y R al Revés, y explora minuciosamente cómo se construyen ciertos vínculos entre las personas. Una puesta minimalista que invita al público a sumergirse en una atmósfera íntima.

Por Nadia Gómez. Producción: Sandra Flecha. Fotografía: Fernando Francechelli. Mobiliario: La Guillermina. Agradecimientos: Anabel Velázquez Artaza.

Así como empiezan las historias de muchas entrevistas, estábamos sentados en un café con Daniel Gómez, director, dramaturgo, diseñador y productor de Ciudad Teatro, y Rossana Bellassai, actriz y productora de R al Revés. Ella es protagonista, junto con el actor y conductor de TV y radio Dany Pereira, de Encuentro cercano después del ocaso. La obra fue escrita por Gómez en 2022 y esperó dos años para tener su estreno en su ciudad de origen.

Nos situamos en 2022, el cese de la pandemia por covid-19 era tangible y la normalidad que conocíamos se volvió a adueñar de las rutinas cotidianas. Daniel Gómez, que ese año estrenaba Salve madre —con Lourdes Llanes como protagonista, actriz reconocida que volvía a las tablas luego de 12 años—, escribió una nueva pieza y la envió a un certamen internacional, en Santa Coloma de Gramenet (España), donde obtuvo una mención especial en el IX Premio de Textos Teatrales Carro de Baco, un reconocimiento que otorga a la organización los derechos de la pieza por dos años.

Pasó el tiempo y este fortuito estreno coincidió con la culminación del profesorado de Teatro que Daniel Gómez había empezado en el Instituto Municipal de Arte (IMA) y necesitaba presentar una puesta escénica que diera cierre a esta etapa en materia de dirección. La que había escrito —y que fue premiada dos años antes— por fin tuvo su tiempo para emerger. “Al momento de darle cuerpo a los personajes contacté con Rossana, porque pensé que era la persona ideal para el papel de Betina. Tenía todas las cualidades tanto físicas como psicológicas”, cuenta.

Fotografía: Fernando Francechelli.

Planos duales

Si bien ambos habían trabajado juntos en otros proyectos y se tienen una admiración mutua, esta es la primera vez que Rossana se desempeña como actriz bajo la dirección de Daniel. “Coincide con que la encontré disponible para la ejecución del proyecto, desde lo interpretativo y la producción también. En ese encuentro que tuvimos nació una bifurcación del proyecto, al querer llevarlo del plano teatral al audiovisual, porque el libreto se presta para eso”, comenta.

Tiene la singularidad de iniciar y terminar en una sola escena, de un tirón. La idea es trasladar esa esencia minimalista al campo audiovisual y potenciar su naturaleza visual.

La historia adquirió vida luego de dos años en espera. Cuando eso sucedió, Daniel tomó el proyecto desde la mirada de director, ya no tanto como dramaturgo. “Yo también quería más de lo que está en el libreto, pero sí tenía un compromiso personal, porque es 100 % teatro de autor, entonces las palabras son importantísimas, incluidos los silencios y los textos implícitos”, explica.

Encuentro cercano después del ocaso es una propuesta dramática, social, que toca ciertas nervaduras sociales y psicológicas. Una de las cosas que más llaman la atención es la capacidad de abordar temas complejos a partir de una escena en la que dos desconocidos coinciden en un espacio público.

Daniel Gómez, escritor y director de la obra. Fotografía: Fernando Francechelli.

Un elenco comprometido

La emoción de Rossana es latente, y su energía se expande en la conversación como algo orgánico y reconfortante. Cuenta que, en su vasta experiencia como actriz, está acostumbrada a ser una intérprete creadora, que propone y plantea constantemente. Con Daniel, esta experiencia fue distinta y sumamente amena porque, como director, él tenía muy definida su visión. “Es tan particular el texto que los actores debían ser personas específicas. Necesitaba buscar a alguien que tuviera las características para que ocurriera lo que en el fondo está implícito. Para el papel de Dany, por ejemplo, realizamos un casting y así llegamos a él”, agrega Daniel.

Un desafío interesante para un actor o una actriz es trabajar de la mano de un director o una directora que sabe exactamente lo que quiere, y que igual haya cierto lugar para la propuesta y la creación. “Es un desafío, pero también nos sentimos seguros de que lo que se va a mostrar es algo muy bien planteado. Me enamoré del proyecto y llegamos a la conclusión de que tenemos que hacer un corto de esto, porque es fabuloso el texto. En mi caso, es la primera vez que me embarco en algo así en este rubro, estoy tremendamente emocionada”, agrega Rossana.

A ella le pasa algo con las obras de las que se enamora; sus ojos brillan mientras comenta sobre esto. Si una historia logra llegar a su corazón, ya sea como productora o como actriz, es imposible que ese proyecto salga de su cabeza. “Pasa que Rossana, aparte de ser una talentosa intérprete, es también una genial productora, entonces tenemos doble ventaja con ella, porque su trabajo de producción está a la par del mismo compromiso actoral. Eso es invaluable”, comenta Daniel Gómez.

Luego de la temporada de la obra, la idea es que el proyecto siga con la adaptación del guión a formato audiovisual y se convierta en un cortometraje. La producción y el rodaje de la adaptación cinematográfica comienza en el primer semestre de 2025, con el objetivo de estrenarse en festivales internacionales y en salas de cine de Paraguay hacia finales del mismo año.

Rossana Bellassai, actriz y productora. Fotografía: Fernando Francechelli.

Para Daniel, el texto, en realidad, es una excusa para dirigirse a otras cosas que deben estar sustentadas por la conexión. “Para sostener eso básico, necesitaba que ambos actores se entendieran, más allá de lo físico. Tanto Rossana como Dany logran llevar la obra desde su inicio hasta el final perfectamente. Pero no fue fácil, el texto tampoco. Hay razones por las cuales están las cosas, la composición específica de las palabras, hay una razón matemática que está conectada a otra”, explica.

Esa química, tan necesaria y palpable entre dos actores que deben sostener toda una obra, para Rossana existe y se logró construir con su colega, Dany, de una manera en que el público se ve afectado e interpelado por lo que sucede en escena.

Por su parte, Pereira, quien vuelve a actuar en teatro luego de una pausa de cinco años, cuenta que conocer este proyecto y coincidir con Daniel y Rossana en este punto fue una experiencia fabulosa. “El personaje es una persona con muchos sueños y una historia de vida bastante difícil, pero nunca se rinde. Creo que eso me ayudó a identificarme en él, porque me siento como Aníbal muchas veces, que no les da la espalda a sus sueños y va para delante”, explica.

Dany Pereira, actor. Fotografía: Fernando Francechelli.

La complejidad de lo cotidiano

En una plaza residencial de Asunción, al caer la tarde, dos almas solitarias se encuentran por casualidad. Aníbal (Dany Pereira), un hombre de 26 años, está absorto en un audiolibro, mientras que Betina (Rossana Bellassai), una mujer de 48, se enfrenta al atardecer con un cigarrillo en la mano.

Según Dany, el punto incisivo de la historia se encuentra en la simpleza de dos desconocidos que empiezan a charlar y que, contra todo pronóstico, tienen más cosas en común de lo que aparentan. “Aquí se habla de cómo la sociedad nos juzga y cómo dos personas que no se conocen experimentan una conexión y empiezan a compartir sus historias. Es un punto importante, de inflexión también, para el público que va a ver la obra”, concluye.

La obra aborda cómo se crea intimidad, una burbuja, un pequeño mundo privado al descubierto, en espacios públicos, lo que genera un ambiente donde lo cotidiano se transforma en un refugio para las emociones más profundas.

Encuentro cercano después del ocaso trata sobre la interacción de dos desconocidos que, a pesar de sus diferencias de origen, clase social, filosofía de vida y edad, coinciden de manera casual en un mismo sitio. La obra aborda cómo se crea intimidad, una burbuja, un pequeño mundo privado al descubierto, en espacios públicos, lo que genera un ambiente donde lo cotidiano se transforma en un refugio para las emociones más profundas. “A partir de esa casualidad se da una conversación aparentemente simple, pero en la que se adentran a profundidades desconocidas y se miran como si encontraran un reflejo de ellos mismos en el otro”, acota el director.

La pieza dramática, apta para mayores de 16 años, estará en cartelera durante el mes de noviembre con funciones los martes y jueves a las 20.30 en Sala La Correa, ubicada en Prof. Dr. Luis Alberto Garcete 1163 casi Don Bosco (Asunción). Las entradas ya están habilitadas por Ticketea y también pueden ser adquiridas a través del WhatsApp (0985) 838-267.

La propuesta de teatro entre semana es algo que enfatizan mucho desde la producción de esta obra, el concepto de enriquecer la variedad cultural de la ciudad en días de semana, de consumir y apoyar propuestas escénicas como esta.

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