¿Quién será el asesino?
Creada por el legendario comediante Steve Martin y John Hoffman (productor de Grace & Frankie), Only Murders In The Building es un clásico misterio que no tiene miedo de burlarse de sí mismo y de la mórbida fascinación existente actualmente a nivel global con las historias de crímenes reales, que lleva a muchas personas a creerse capaces de resolver misterios que escapan a las autoridades.
El primero de varios
El trío protagónico está compuesto por Steve Martin como Charles-Haden Savage, un actor retirado cuya fama se remonta a un drama policial de los años 90; Martin Short como Oliver Putnam, un director de Broadway caído en desgracia, y Selena Gomez como Mabel Mora, una joven renovadora de apartamentos. Al principio de la serie, los personajes apenas intercambian saludos cuando se cruzan por los pasillos del Arconia, el lujoso complejo de apartamentos en el Upper West Side de la ciudad de Nueva York en el que viven.
Charles y Oliver llevan décadas viviendo en el edificio, mientras que Mabel se mudó recientemente a un departamento perteneciente a una tía con la intención de renovarlo. A pesar de la pronunciada diferencia de edad y de caracteres, los tres unen fuerzas para intentar resolver la misteriosa muerte de uno de sus vecinos, aunque la policía haya catalogado lo sucedido como un suicidio.
Charles, Oliver y Mabel, resulta ser, son fanáticos de podcasts de crímenes reales y están convencidos de que lo que sucedió en el Arconia fue un homicidio. Esta obsesión por la verdad y por encontrarle la quinta pata al gato tiene como resultado el podcast Only Murders in the Building, iniciado por el trío, en el que comparten las novedades de su investigación.
Las cosas se salen de control rápidamente ni bien comienzan a destapar secretos del resto de sus vecinos —y hasta de sí mismos—, lo que pone sus vidas en riesgo. El misterio se complica de las formas más impredecibles y ridículas posibles, y la serie logra bajarlo todo a tierra para ofrecer conclusiones satisfactorias.
Pero no todo es drama y muerte. El show es una comedia, extremadamente consciente de la ridiculez de las situaciones en las que pone a sus personajes. Es más, hace constantes autorreferencias y se burla no solo de la pronunciada diferencia de edad entre Mabel, Charles y Oliver, sino también del tipo de personas que pueden obsesionarse tanto con las historias de asesinatos. Básicamente sostienen un espejo a la audiencia.
El trío perfecto
Que Steven Martin y Martin Short tienen una química envidiable es de común conocimiento. Ambos veteranos de la comedia ya realizaron giras juntos y hasta lanzaron un especial para Netflix en 2018, Steve Martin and Martin Short: An Evening You Will Forget for the Rest of Your Life. La verdadera sorpresa es la adición de Selena Gomez, quien regresa a la ficción luego de la conclusión de Wizards of Waverly Place en 2013, la serie que protagonizó para Disney Channel, luego de haberse volcado a su carrera musical.
Gomez logra seguir el hilo a sus compañeros de elenco sin quedarse atrás. Interpreta a Mabel con el aplomo necesario para contrarrestar las locuras y ocurrencias de Charles y Oliver. La constante cara de póquer de Selena se quiebra solo ocasionalmente para algunas calculadas y acertadas reacciones. Tal vez recaiga mucho en los chistes sobre la diferencia de edad entre Mabel, Charles y Oliver, pero siempre encuentra una nueva forma de traer el hecho a colación de forma hilarante. Más allá del Arconia
El productor John Hoffman dijo a The New York Times, en una entrevista sobre el edificio Belnord (cuyos exteriores usan para el Arconia): “Sabía que podíamos hacer algo tan elevado como ese increíble edificio. Es un cliché decir que el lugar en sí es un personaje, pero me gusta el desafío de ir un poco más allá de ese cliché. ¿Qué nos saca de nuestros apartamentos para conocer gente? ¿Qué tan bien conocés a tus vecinos? ¿Solo te conectás cuando es necesario? Las formas en que nos unimos cuando vivimos en estos espacios es lo realmente interesante”.
Y sí, el Alcornia es un personaje más, es el cuarto protagonista; Hoffman definitivamente logró su cometido. Los asesinatos centrales de la trama de las dos primeras temporadas se dan en esa locación y las investigaciones se centran tanto en las víctimas como en la historia del lugar.
A lo largo de los episodios aprendemos sobre el pasado, presente y posible futuro del edificio, sus inquilinos y sus problemas. No obstante, desde la segunda temporada comenzamos a ir un poco más allá de sus confines, para seguir pequeñas historias de Charles, Oliver y Mabel, a modo de preparación —quizás—para una tercera temporada que podría proponer un nuevo misterio, en un espacio totalmente distinto.
A la espera del oro
La producción recibió críticas positivas desde su estreno, principalmente por la química de sus protagonistas. Alan Sepinwall, para la Rolling Stone, señaló cómo a pesar de ser una parodia de las historias de misterio, igualmente se erige como un gran ejemplo de este tipo de relatos.
Además, fue sumando nominaciones en distintas premiaciones. El 12 de setiembre pasado compitió por un total de 17 galardones en los Emmy, 11 de estas correspondientes a categorías creativas no entregadas durante la ceremonia principal, como Mejor Vestuario y Mejor Diseño de Producción, entre otros. Finalmente, Only Murders in the Building se hizo con las estatuillas a Mejor Actor Invitado en una Serie Cómica para Nathan Lane, Mejor Diseño de Producción para un Programa Narrativo (de media hora) y Mejor Mezcla de Sonido para una Comedia o Drama (de media hora).
Luego de una segunda temporada que logró mantener el nivel (aunque sí se sintió como un poco más de lo mismo), promete ponerse más interesante en la ya confirmada tercera entrega, que se centrará en un misterio relacionado con un nuevo personaje, interpretado por Paul Rudd.
Mabel, Charles y Oliver tendrán contenido asegurado para más episodios de su podcast.
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