Dioses entre nosotros
La satírica y muchas veces grotesca serie de superhéroes de Amazon regresa luego de dos años de espera con su cuarta temporada, en la que el subtexto es arrojado por la ventana mientras la línea entre realidad y ficción es cada vez más borrosa.
Por Javier Ferreira (@javoff).
The Boys se convirtió en un éxito un tanto inesperado tras su estreno en 2019. La serie está basada en una novela gráfica del mismo nombre, publicada originalmente entre 2006 y 2012, creada por Garth Ennis (Preacher, The Punisher) y Darick Robertson (Transmetropolitan, HAPPY!) sobre un mundo parecido al nuestro pero en el que los superhéroes existen y, en contrapartida a las historietas de Marvel y DC, son corruptos y egoístas, y en lugar de defendernos son una amenaza constante disfrazada de salvadores. En el peor de los casos ven a las personas sin poderes como seres inferiores cuyas vidas importan poco o nada, y en el mejor de los casos están tan ahogados en su propio ego que no son capaces de hacer algo para detener a los peores de entre ellos.
En el mundo de The Boys los superhéroes son básicamente celebridades que cuentan con toda una industria detrás, con patrocinadores, películas, merchandising y demás. Es como si los superhéroes de Marvel y DC, que colman las pantallas de cine y televisión, y los pasillos de las jugueterías, fuesen al mismo tiempo personas reales.
Esta adaptación a la pantalla chica está a cargo de Eric Kripke, creador de la también popular (y longeva) Supernatural, y cuenta con el actor Seth Rogen a la cabeza del equipo de productores. Kripke hace un excelente trabajo en mantener la esencia del cómic original y remueve ciertos elementos un tanto exagerados o hasta anticuados, bajando a tierra las temáticas de la historia de una manera más apta para consumición masiva, pero que no por ello pierde la capacidad de sorprender y hasta asquear.
Se centra en un grupo de personas que, ante la amenaza que implica la existencia de estos personajes que poco interés tienen en la seguridad de las personas, intentan hacer ver al mundo que de héroes tienen poco o nada, mientras buscan la forma de detenerlos. Esto implica enfrentarse a Vought International, el conglomerado de empresas que está detrás del grupo de superhéroes más famoso y quienes construyeron un imperio vendiendo la falsa imagen de que estas personas están para protegernos.
Con esta premisa la serie logra criticar primeramente al género de superhéroes en sí, a la industria del entretenimiento y la maquinaria de producir contenido enlatado en masa, y también a las corrientes políticas extremas que están cada vez más presentes a nuestro alrededor, repletas de teorías conspiratorias y figuras mediáticas que se aprovechan de los vulnerables para esparcir odio y hacerse ricas en el proceso sin importar las consecuencias. Esto lo manejan muy bien, mezclando comedia y violencia bastante visceral con sutiles guiños aquí y allá que crean un paralelismo con problemáticas actuales, aunque esta sutileza se va perdiendo un poco con el paso de las temporadas.
La serie simplemente no tiene problemas en tratar temas delicados como el racismo, el acoso sexual y la brutalidad policial, utilizando la sátira política para criticar a los movimientos conservadores actualmente en auge.
Los muchachos… y las muchachas
El grupo titular de la serie está conformado por personas cuyas vidas fueron afectadas negativamente por superhéroes. Billy Butcher (Karl Urban) es el líder, motivado por su deseo de vengar la muerte de su esposa a manos de Homelander (Antony Starr), una suerte de Superman egocéntrico y homicida; Hughie Cambpell (Jack Quaid) es un hombre común y corriente hasta que un trágico incidente que involucra a otro superhéroe, A-Train (Jessie T. Usher), lo radicaliza al punto de involucrarse con Butcher y los demás.
Conforman el resto del equipo Mother’s Milk (Laz Alonso), quien culpa a los superhéroes de la muerte de su padre y su abuelo; Frenchie (Tomer Capone), un excriminal que busca redimirse a través de su participación en la caída de Vought, y Kimiko (Karen Fukuhara), una mujer muda con superfuerza y la capacidad de regenerar su cuerpo que el grupo rescata durante una de sus misiones. Los superpoderes de Kimiko son el resultado de experimentos forzosos llevados a cabo por Vought, lo cual pareciera indicar que la compañía está detrás de más que solo el marketing de Homelander y demás.
Del otro lado del cuadrilátero están The Seven, el grupo de superhéroes estrella de Vought y principales enemigos Butcher, Hughie y cía. Estos son claramente una versión retorcida de la Liga de la Justicia, de DC Comics, y Los Vengadores, de Marvel.
Liderados por el maniático Homelander, una mezcla entre Superman y Capitán América, conforman el equipo The Deep (Chace Crawford), una suerte de Aquaman a quien le interesa hacer más cosas que solo comunicarse con animales acuáticos; Queen Maeve (Dominique McElligott), inspirada en la Mujer Maravilla y probablemente la única miembro original del grupo que siente algo de culpa por toda esta farsa que representan; Black Noir (Nathan Mitchell), un misterioso hombre con superfuerza cuyos orígenes son poco claros, y el ya mencionado A-Train, quien como Flash puede alcanzar velocidad sobrehumana al correr.
En el medio de ambos bandos está Annie January (Erin Moriarty), una joven aspirante a superheroína que se une a The Seven tras la abrupta “desaparición” de uno de sus miembros (quien en realidad fue asesinado por Hughie). Annie creció admirando al grupo y cree que al unirse a ellos ayudará a las personas, pero esta rápidamente terminará cambiándose de bando al darse cuenta de que nada es lo que parece.
Anteriormente, en The Boys
Durante las dos primeras temporadas de la serie vemos como Butcher y compañía trabajan para desenmascarar a Vought y Homelander como la amenaza que son, esperando que cuando el mundo vea la realidad deje de apoyarlos y se ponga en su contra.
Pero esta es una misión extremadamente peligrosa. No solo es Vought descomunalmente poderosa, con garras metidas en todas las esferas sociales, sino que Homelander pareciera ir perdiendo cada vez más la cordura con el paso de los episodios, pues rompe él mismo su máscara de héroe hecho y derecho ante los demás.
El grupo se mueve primeramente en las sombras, de forma clandestina, pero luego pasan a ser perseguidos por el Gobierno debido a su irresponsable forma de actuar. Para la tercera temporada, los exabruptos del psicótico Homelander hacen que el Estado y otros héroes se unan a la lucha del grupo de una forma u otra, aunque pareciera que no hay manera de ganar.
Las cosas dan un giro para peor cuando, contrario a lo que Butcher y los demás pensaban, grandes grupos de personas terminan demostrando su apoyo a Homelander y Vought a medida que sus fechorías son reveladas. Esto es un claro paralelismo con la política actual, en la que ciertos sectores parecen ganar más adeptos a medida que es revelado el poco ético, por no decir criminal, accionar de sus miembros.
De esta forma, The Boys se va convirtiendo en un drama político que, a pesar de lo que podría haber parecido en sus inicios, apunta más a una ideología de centro estirando a la izquierda, lo cual ha hecho enfurecer a ciertos fans que recién ahora parecen percatarse de que la serie siempre se estuvo riendo de ellos, no con ellos.
Universo expandido
A pesar de su obvia crítica a Marvel y DC, The Boys y Amazon no son inmunes a los encantos de las series derivadas que permiten exprimir un poco más de contenido del éxito de turno.
En 2022 Amazon estrenó The Boys Presents: Diabolical, una serie de antología animada que presenta en cada uno de sus ocho episodios una historia autoconclusiva situada en el universo de la serie, pero con un estilo de animación totalmente distinto entre cada uno, con episodios inspirados en la estética de los Looney Tunes, anime y otros, animados también por distintos estudios.
El año pasado vio la luz Gen-V, serie de acción real centrada en un grupo de alumnos de la Universidad Godolkin, que se encarga de formar a los superhéroes del mañana y les da a los mejores alumnos la posibilidad de formar parte de The Seven. Pero como todo en el universo de The Boys, el instituto esconde algo mucho más oscuro.
Personajes del show principal aparecen esporádicamente en Gen-V, pero la serie logra sostenerse por mérito propio gracias a un joven y carismático elenco. Además, así como Marvel, figuras de Gen-V han hecho acto de presencia en la actual temporada.
En un futuro próximo se unirá al universo The Boys: Mexico, otro spin-off del que no se ha revelado nada aún, salvo que la serie estará producida en parte por Diego Luna y Gael García Bernal.
Además de todo esto, Amazon produce constantemente material publicitario en forma de contenido extra como parte del universo de la serie. Falsas publicidades para productos que los superhéroes venden en la serie, anuncios públicos cuando se dan acontecimientos importantes en algún episodio… siempre manteniendo el nivel de producción propio de la serie y expandiendo sus historias de forma bastante orgánica.
El principio del fin
Incluso con todo lo que hace bien, que es bastante, las grietas de la historia ya comienzan a notarse. Una serie como esta, cuya trama está anclada en un villano tan carismático como aterrador, del que no se pueden deshacer porque el show se caería a pedazos, simplemente no puede extenderse por 10 temporadas.
Pero esto no quiere decir que la serie haya dejado de ser interesante. La actual temporada, como si fuese un espejo del mundo real, está centrada en elecciones presidenciales dentro de su universo y el aterrador ascenso de figuras políticas capaces de usar cualquier estrategia para lograr su cometido.
Tras el estreno de los primeros episodios de la actual cuarta temporada, Amazon anunció que la serie fue renovada para una quinta, que también será la final. Kripke, por su parte, lanzó un comunicado asegurando a los fans que el plan fue siempre desarrollar la historia en cinco temporadas, por lo que al menos podemos esperar un final armado con tiempo y no a las apuradas debido a una abrupta cancelación, un lujo que pocas series pueden darse hoy día.
The Boys estrena nuevos episodios todos los jueves en Amazon Prime Video. El final de la cuarta temporada está pautado para el 18 de julio.
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