Un viaje a los sentimientos del migrante
Paraguay es un país profundamente marcado por las migraciones. Internas, del campo a la ciudad, por un lado; y externa, ya que son miles quienes buscan un futuro mejor afuera. Estas cuestiones son las que explora la compañía de danza Ecoa en la obra Traversata.
Fotos: gentileza Ecoa. Agradecimientos: Stefy Ramírez para Néctar.
El “aháta aju” de tantos migrantes paraguayos ya forma parte de nuestra cultura. Si no, podemos acercarnos a cualquier terminal de colectivos en esta Semana Santa para comprobarlo. Miles de compatriotas abandonan sus hogares en busca de nuevas oportunidades.
Ese “aháta aju” que podría traducirse como “me voy a ir a venir” tan nuestro es el hilo que tejió la obra de Fátima Fernández Centurión, un relato de dos mujeres migrantes en Asunción. Una historia al revés, pero con la que todas las personas que vivimos fuera de nuestros países o nuestro kokue entendemos bien.
Esa misma expresión, tan nuestra, es la que inspira Traversata. En palabras de su directora, Silvia Agüero, es “un viaje a los sentimientos del migrante; la despedida no es solo física, el hogar no es apenas un lugar y la valija lleva mucho más que solo cosas”. Traversata, en español “travesía”, es una palabra de origen italiano que hace alusión a todo lo que sucede cuando nos movemos de un punto a otro.
“Nos gustaría que el espectador camine con nosotras, que recorra esa ruta a la realización, la oportunidad o libertad, que a veces está repleta de asombro, felicidad, superación; y otras, de soledad, añoranza y ausencia, pues finalmente quien sale de su tierra sabe que nunca más vuelve a ser de un solo lugar”, plantea la directora.
Con las maletas llenas de arte
Para prepararse, Silvia nos contó que el elenco tuvo encuentros de tres a cuatro horas. En él, dividieron el entrenamiento físico y coreográfico a cargo de Karina Abreu y Gloria Morel, del entrenamiento actoral, que estuvo en manos de la actriz y directora Fátima Fernández Centurión. Además, Angie Gaona se ocupó de la ejercitación en trabajo corporal aéreo.
“En cuanto al proceso, la idea es que nuestro escenario dancístico no se centre solo en el cuerpo artístico o en un cuerpo-objeto, sino que tenga que ver más con un cuerpo que se construye”, observa la directora.
En sus palabras, la danza, con su papel humanizador y transformador de la realidad humana, permite la expansión de las libertades de las intérpretes, siendo esta una posibilidad de significación y resignificación de la puesta.
“Mi expectativa para las intérpretes es que ellas tomen como sustento su propio cuerpo y lo transformen en acción humana cargada de significado”, asegura. Y agrega: “De este modo, su imaginario estará relacionado con la creencia, la profunda convicción de que su dimensión física no es un instrumento, sino una proyección de sí; es la manifestación de todo su ser”.
Danza en construcción
Karina Abreu y Gloria Morel son las directoras coreográficas de la puesta. Ambas se unieron con una única expectativa: la de apostar a la danza independiente que de forma autogestiva sigue creando espacios de expresión con el cuerpo como medio. Además, en Traversata, las intérpretes no solo son ejecutantes, sino que también son creadoras de movimiento e ideas.
La obra se enmarca dentro de un lenguaje contemporáneo como propuesta de danza. “Una nueva compañía también se inicia con esta puesta, por lo que considero fue y seguirá siendo una búsqueda y construcción constantes de un modo de trabajo que vaya moldeando una identidad propia, en cuanto a sus lineamientos organizacionales, artísticos y estéticos”, plantea Gloria.
Según la artista, el mayor desafío que enfrentan como coreógrafas es decidirse a apostar a la danza independiente en Paraguay. “Hoy por hoy, el aporte propio y privado continúa siendo vital, mientras se recurren a otras fuentes de financiamiento; al no tener un fondo específico para creación en danza, resulta siempre complicado tener que competir con otras disciplinas con características y necesidades distintas”, cuestiona la artista.
En nuestro territorio
“Creemos que la danza es libertad e impulso de búsqueda; es una energía que se sostiene permanentemente; moviliza cuerpo, mente y alma al mismo tiempo”, cuenta la directora general. Esto es lo que buscan fomentar desde la compañía de danza Ecoa.
Ante la constante migración al exterior de talentos paraguayos en busca de oportunidades profesionales, la compañía quiere convertirse en una alternativa para hacer carrera con proyección internacional, pero desde Paraguay.
Ficha técnica
Intérpretes creadoras: Rocío Ortiz, Sara Recalde, Cecilia Plans, Cecilia Franco, Adriana Flores, Antonella Alvarenga, Florencia Boccia, Regina Pampliega y Ekaterina Goiburú.
Dirección general: Silvia Agüero.
Dirección coreográfica: Gloria M. Morel y Karina Abreu.
Entrenamiento actoral: Fátima Fernández Centurión.
Producción general: Julieta Benjamín.
Fotografía: Álvar Fáñez y Juan Sosa.
Diseño de afiche: Silvia Canillas.
Diseño y operación de luces: Santiago Schaerer.
Coach hamaca: Angélica Gaona.
Asistencia técnica: Nhi-Mu Teatro Aéreo.
Prensa y difusión: Néctar.
Entradas
El costo de las entradas anticipadas y el precio especial para estudiantes es de G. 60.000. En boletería, G. 70.000. Reservas al (0981) 583-824. Para más información, contactar vía Instagram: @ecoa.cia.
¿Dónde y cuándo?
Las funciones serán a las 20.00 los días 15 y 16 de abril, en el teatro Agustín Pío Barrios, del Centro Paraguayo Japonés.
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